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¿Es Ms. Pesc un espejismo igualitario?

La elección de la británica Ashton al frente de Exteriores en la UE reabre el debate sobre la igualdad real de la mujer

OLIVIA CARBALLAR

'De las 15 comisiones, sólo una es presidida por una mujer. Algunos estarían más que dispuestos a decir que el tener una presidenta compensa esta situación, pero esto es simplemente una manera de evitar el problema', reflexionaba en 1981 la entonces presidenta del Parlamento Europeo, Simone Veil. Y eso, evitar el problema, es lo que, siguiendo la tesis de la política francesa, acaban de hacer los gobernantes europeos con la elección de la británica Catherine Ashton como alta representante de Política Exterior y Seguridad , Ms. Pesc, cargo ocupado hasta ahora por Javier Solana. Dejando aparte el aluvión de críticas por su inexperiencia, ¿supone este nombramiento un avance real en la igualdad o no es más que un espejismo igualitario?

Porque añadía Veil 'no podemos pasar por alto el hecho de que en todos los países [europeos], la tasa de desempleo femenino es mucho mayor que la de desempleados varones'. Porque insistía Veil 'tampoco se pueden pasar por alto las proporciones respectivas de hombres y mujeres en los trabajos menos cualificados y, por tanto peor remunerados'. Y porque hoy, casi 30 años después, sería de ciegos pasar por alto que las europeas continúan teniendo esos mismos problemas: 'Sólo el 58% de las mujeres tiene trabajo en la UE, frente a un 72% de los hombres [según la Comisión sobre igualdad de género]; además, casi un tercio de las ocupadas trabaja a tiempo parcial, frente a un porcentaje inferior al 8% en los hombres', escribe la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en su blog. Y se remonta no ya a 30 años atrás, sino a seis décadas, cuando Simone de Beauvoir recogía lo que aún hoy, a juicio de Aído, sigue siendo la mujer en Europa: el segundo sexo.

¿Se puede dejar de ser 'segundo sexo' con una mayor presencia de mujeres en los puestos de responsabilidad, como han solicitado estos días muchas eurodiputadas? 'El nombramiento de Ashton es muy significativo y muestra claramente el apoyo a las políticas de igualdad; no es en absoluto un espejismo que una mujer ocupe uno de los dos cargos más importantes', afirma Iratxe García, eurodiputada del PSOE, fiel partidaria de medidas de discriminación positiva, como las cuotas: 'No es casualidad que España tenga en torno al 40% de representación femenina en Europa y me niego a pensar que si los cargos se conceden por capacidad haya tan pocas mujeres capaces', añade.

'Me niego a pensar que haya tan pocas mujeres capaces', afirma Iratxe García

Igual de satisfecho, pero menos complaciente, Willy Meyer, eurodiputado de IU, matiza: 'Los nombramientos no pueden ocultar la realidad social; defendemos la igualdad en todas las instituciones, pero no apostaría por una mujer ultraconservadora simplemente por ser mujer', afirma Meyer, que aboga por combinar las cuotas con políticas que permitan la igualdad.

'Yo estoy por ayudar a las mujeres y lo digo hasta la saciedad, pero sin exigir una cifra porque ¿y si un hombre lo hace bien? Valoro la experiencia y no quiero que me regalen nada por ser mujer. Soy tan feminista que no soporto las cuotas', explica Teresa Jiménez Becerril, eurodiputada del PP.

Cuenta Jiménez Becerril que, cuando Barroso tomó el mando en la Comisión, a ella se le 'ocurrió' pedirle a Zapatero una mujer como comisaria. 'No quiero quitarle méritos a [Joaquín] Almunia, pero hubiera sido perfecto, con la presidencia española, que Zapatero impulsara la política de la que hace gala', reclama. A la espera de que se confirme, el número de mujeres propuestas como comisarias no supera las ocho actuales. Iratxe García no considera, sin embargo, que España tenga que hacer ninguna demostración. 'El Gobierno ha apostado por Almunia, aunque no le hubiera importado proponer a una mujer si se hubieran dado las circunstancias; pero no se puede pedir sólo la paridad a determinados gobiernos'.

'Soy tan feminista que no soporto las cuotas', responde Jiménez Becerril

Jiménez Becerril, por si acaso, lanza un nombre: 'Pilar del Castillo sería una gran comisaria'. Pero luego nombra al resto de compañeras para que 'no se enfaden', bromea. Según el eurodiputado de ERC, Oriol Junqueras, que admite que el 'techo de cristal' impide a la mujer acceder a altos cargos, el problema sería resuelto con 'más sensibilidad' por parte de Barroso y los estados, y pide a los ciudadanos que voten en consecuencia.

Más allá de la composición, los políticos destacan la violencia de género, el empleo y la conciliación como los principales problemas de la mujer. 'Ahora estamos trabajando para que el permiso de paternidad sea independiente al de la mujer y debatiremos una resolución que será el germen de una directiva contra la violencia de género', dice la socialista.

Simone Veil ya era consciente del trabajo que queda por delante, pero mucho más de que el debate no puede morir: 'No he venido para ofrecer soluciones, sino para (...) reflexionar sobre lo que el futuro nos tiene reservado (...) Nosotras, las mujeres de Europa debemos buscar las soluciones juntas'.

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