Dos niños murieron como consecuencia de la explosión de un artefacto en la ciudad afgana de Kunduz, en el norte del país, informó hoy una fuente oficial, mientras la ISAF dio cuenta de la muerte de uno de sus soldados en el sur del país y de "un gran número" de insurgentes en combates en el este.

Los dos niños fallecieron anoche por la explosión de una bomba en una cuneta, que también dejó a dos pequeños heridos y que fue detonada cuando pasaba por la zona una patrulla policial, informó a Efe el jefe de la policía provincial de Kunduz, Razaq Yaqubi.

El vehículo policial no resultó dañado, añadió.

Mientras, la Fuerza de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó también hoy en un comunicado de la muerte de uno de sus miembros por la explosión ayer de un artefacto ocurrida en el sur del país.

La fuerza de la OTAN no precisó el lugar de la explosión ni la nacionalidad del soldado fallecido.

En otro comunicado, la ISAF informó de una operación conjunta con fuerzas afganas lanzada hace dos días contra una red terrorista en una zona montañosa remota del distrito de Urgun, en la provincia de Paktika (este), en la que murió un "gran número de militantes enemigos".

Durante la operación, la fuerza conjunta destruyó un complejo de búnkeres, armamento y "otras estructuras" empleadas como "base logística y escondite de combatientes extranjeros" introducidos en Afganistán por la "red Haqqani", en alusión al nombre de un comandante insurgente.

Según la ISAF, los soldados recibieron fuego de arma corta desde distintos puntos y requirieron apoyo aéreo para neutralizar los ataques enemigos.

"No hubo bajas civiles durante la operación", que duró casi 24 horas, según el comunicado.