Darles multivitaminas a losniños de entre 5 y 8 años no alteraría la probabilidad de quedesarrollen alergias, indicó un estudio efectuado en Suecia.

Pero comenzar a utilizarlas antes de los 4 años modificaríael riesgo de desarrollar alergias alimentarias, estacionales oa inhalables.

El equipo de la doctora Anna Bergstrom, del InstitutoKarolinska, en Estocolmo, entrevistó a los padres de 2.423varones y mujeres de 8 años sobre el uso de multivitaminas, elestilo de vida, la exposición al ambiente y los antecedentesfamiliares de asma y alergias.

También, les midió a los niños los anticuerpos en sangre aalergenos inhalables, como el polen de los árboles o losalimentos más consumidos en Suecia.

Menos del 8 por ciento tenía asma; el 15 por cientopresentaba alergias respiratorias y casi el 18 por ciento,alergias de piel. Los datos son similares a los de la poblacióninfantil general sueca.

El 40 por ciento de los niños había tomado algún suplementovitamínico el año previo; la mayoría habían sido multivitaminascon y sin minerales.

Tras realizar análisis con otros factores potencialmenteasociados a las alergias, el equipo no halló relación entre eluso de multivitaminas el año anterior, o entre los 5 y 8 añosde edad, y alguna enfermedad alérgica.

Los test cutáneos revelaron que los niños de 8 años quehabían empezado con multivitaminas a los 4 o antes eran menossensibles a las alergias alimentarias o a inhalantes que losque nunca habían tomado multivitaminas o las habían comenzado ausar a partir de los 5.

Por ejemplo, se observó alergia alimentaria o a inhalantesen 45 de los 180 niños (el 25 por ciento) que habían comenzadoa tomar multivitaminas a los 4 años o antes, pero en 185 de los502 (el 37 por ciento) que habían empezado a consumirlas apartir de los 5.

De los 1.380 niños que nunca habían tomado multivitaminas,471 (el 34 por ciento) tenían las mismas alergias.

El equipo sugiere interpretar estos resultados "conprecaución".

Es biológicamente posible que las vitaminas alivien lasenfermedades alérgicas, pero las evidencias científicas de susbeneficios siguen siendo contradictorias.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, diciembredel 2009