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Obama realiza una histórica visita a la Casa Blanca

Reuters

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, visitó el lunes la Casa Blanca para su primera reunión tras las elecciones con el mandatario saliente, George W. Bush, en un simbólico momento de la transición de Gobierno en Washington.

El presidente y la primera dama, Laura Bush, saludaron a Obama y a su esposa Michelle con sonrisas y apretones de mano mientras salían de sus limusinas, antes de iniciar un tour por la que será la casa del senador a partir del 20 de enero, cuando se llevará a cabo el traspaso de poderes.

Los dos hombres se dirigieron al Despacho Oval, donde hablaron durante una hora sobre la crisis financiera mundial, los conflictos en Irak y Afganistán y otros desafíos que el presidente republicano legará a su sucesor demócrata.

Se trató del primer encuentro cara a cara entre Obama y Bush, en una visita llena de simbolismo, tras la arrolladora victoria del demócrata frente al senador republicano John McCain en las elecciones del martes, que lo convertirá en el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos.

Obama, de 47 años, criticó en repetidas ocasiones a Bush durante su campaña por sus "fracasos políticos" y en una ocasión dijo que el mandatario tenía que responder a muchas preguntas después de ocho años de Gobierno.

Los asesores de Obama afirman que, después de asumir el mando, el presidente electo posiblemente revertirá las medidas ejecutivas de Bush que limitan la investigación científica sobre células madre y amplían la explotación de gas y petróleo en algunas zonas.

Sin embargo, miembros del equipo del presidente electo advirtieron el lunes de que aún no había decidido si revocaría órdenes ejecutivas.

En cualquier caso, no hubo señales de tensión cuando Obama salió de su limusina para encontrarse con Bush.

"Buenos días", dijo Laura Bush, aunque ya había pasado el mediodía.

Obama puso cordialmente su mano sobre la espalda de Bush mientras las dos parejas entraban en la mansión . Ambos pasearon juntos por la columnata del exterior de la Casa Blanca, conversando amistosamente. Se detuvieron brevemente para posar ante las cámaras, pero no dijeron nada a los periodistas, antes de que el mandatario invitara a su sucesor a entrar en el Despacho Oval.

Mientras tanto, la primera dama llevó a Michelle Obama al interior de la Casa Blanca para una visita por el edificio que pronto se convertirá en el hogar de la familia.

SENSACION DE URGENCIA

Al final de la visita de dos horas, Bush y Obama no hablaron con los periodistas.

La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, sólo dijo que analizaron temas domésticos e internacionales y que Bush "se comprometió nuevamente a facilitar la transición".

La portavoz de Obama, Stephanie Cutter, dijo que los líderes estuvieron de acuerdo en la necesidad de cooperar en la transición "a la luz de los numerosos desafíos críticos a los que se enfrenta la nación en seguridad y economía".

Más tarde, mientras el avión de Obama se disponía a abandonar Washington en dirección a Chicago, los periodistas oyeron una conversación por móvil del presidente electo con una persona desconocida.

"No pasaré demasiado tiempo en Washington durante las próximas dos semanas", afirmó.

Los presidentes entrantes generalmente visitan la Casa Blanca tras las elecciones y antes de la entrada en vigor del nuevo Gobierno, pero habitualmente esperan más que Obama, quien aceptó la invitación de Bush sólo seis días después de su triunfo electoral.

La rapidez con que se organizó la visita subraya la sensación de urgencia en el proceso de transición.

Será el primer traspaso de poder en tiempos de guerra en cuatro décadas y se produce en medio de las turbulencias económicas en Estados Unidos que afectan cada vez más al resto del mundo.

/Por Matt Spetalnick y Deborah Charles/

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