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El presidente de Sudán amenaza con más expulsiones

Reuters

El presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir, amenazó el domingo con expulsar a diplomáticos y a más grupos de ayuda mientras portaba una espada durante un mitin en Darfur, después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto en su contra.

Sudán cerró 13 grupos de asistencia extranjera y tres organizaciones locales tras acusarlas de ayudar a la CPI, que esta semana emitió una orden de arresto para Bashir bajo cargos de crímenes contra la humanidad en Darfur.

"Expulsamos a las organizaciones porque amenazaban la seguridad de Sudán", dijo Bashir en un mitin en El Fasher, capital de Darfur del Norte.

"Expulsaremos a cualquiera que vaya contra la ley sudanesa, ya sean organizaciones de voluntarios, misiones diplomáticas o fuerzas de seguridad", agregó.

Bashir blandió una espada mientras se dirigía a la multitud, después de un discurso en el que insultó a la corte, desdeñó a Occidente y defendió su decisión de remover a las organizaciones humanitarias.

Bashir mencionó una lista de atrocidades que según dijo habían sido llevadas a cabo por Occidente, desde la matanza masiva de los nativos americanos durante la fundación de Estados Unidos, a los bombardeos de Hiroshima, Vietnam e Irak.

"Mataron a millones de nativos (...) ¿Por qué no están enjuiciados?", sostuvo.

"La Corte Penal Internacional y todos los que trabajan para ella están bajo mis pies", agregó, expresando lo que se conoce como un grave insulto en todo el mundo árabe.

Miles de personas, muchas montando caballos y camellos, ondeaban carteles y banderas para saludar al presidente, quien apareció en la parte trasera de una camioneta.

Algunos miembros de la multitud gritaban contra el fiscal jefe de la CPI, Luis Moreno-Ocampo y un hombre sacó a pasear por el pueblo un burro con una máscara del funcionario del tribunal, mientras otros llevaban una réplica de un perro con el nombre de Moreno-Ocampo escrito en su costado.

Antes de las expulsiones, Naciones Unidas y grupos de ayuda desarrollaban la mayor operación humanitaria del mundo en Darfur, donde según expertos internacionales casi seis años de enfrentamientos han desplazado a más de 2,7 millones de personas de sus hogares.

Bashir arribó a la capital de Darfur del Norte, El Fasher, después de que funcionarios dijeran que las órdenes de expulsión eran "irreversibles".

El subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mutrif Siddig, afirmó a la agencia estatal de noticias Suna que la cooperación de los grupos de ayuda con la CPI había sido "probada con evidencia".

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