Si Patxi López acaba de lehendakari, Zapatero parece condenado a lo que se ha dado en llamar la 'geometría variable'. O lo que es lo mismo: ir haciendo el camino de su segunda legislatura sin apoyos estables en el Congreso y negociando ley a ley con las minorías y, si se tercia, también con el PP. Que se opte por esa fórmula ante la deserción de un PNV y un BNG condenados a la oposición o se busquen alianzas 'estables' con CiU o las minorías de izquierdas (entre ellos ERC e ICV) tiene repercusión directa en Catalunya. Y el PSC no duda: 'La política de pactos actuales plurales nos parece bien', afirmó su portavoz Miquel Iceta después de la ejecutiva del partido.

'Lo que queremos es que el PSOE siga gobernando. Si lo hace con fuerzas de izquierda mejor pero tampoco queremos excluir a CiU', explicó después de confirmar algunas referencias al asunto en la reunión de la dirección.

El PSC preferiría un pacto a la izquierda pero asume que buscar los 7 diputados que faltan a Zapatero en ERC (3), IU (1), ICV (1), BNG (2) y NaBai (1) es arriesgarse a un escenario de 'inestabilidad' al depender de cuatro o cinco partidos a la vez.

Iceta instó a las fuerzas del país a aprovechar el momento 'desde la unidad del catalanismo' en una apelación genérica a la federación y a sus socios.

El PSC puntuó la gestión de Zapatero un año después de su victoria con un 'notable', racaneándole el preceptivo sobresaliente a causa del retraso en la financiación. En este asunto, Iceta se esforzó por exhibir flema mientras ERC, Unió e ICV, además de juzgarle con sendos suspensos, le afeaban sin matices los incumplimientos con Catalunya. Los democristianos exhibieron sus distancias con el PSOE asegurando que ha creado 'escuela' maltratando a Catalunya.