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Rajoy calla ante el tijeretazo social del Gobierno

El presidente da la espalda a los periodistas en los pasillos del Senado y tampoco detalla sus planes en el salón de sesiones

E. HERRERA

Cuando parecía que, por fin, el presidente del Gobierno iba a explicar ante las cámaras en qué va a consistir el recorte de 10.000 millones de euros en sanidad y educación anunciado ayer a través de una escueta nota de prensa, tampoco ocurrió.

Salía Mariano Rajoy esta tarde del pleno del Senado y sabía que iba a tener delante a toda la prensa, dispuesta a preguntarle por el tajo social, por las turbulencias de los mercados y por una prima de riesgo que hoy ha alcanzado máximos desde que el PP llegó a la Moncloa. Y así fue: los periodistas se arremolinaron enseguida en torno a él. El presidente se detuvo unos segundos delante de las cámaras e incluso saludó levantando la palma de mano. Instantes después, y ante el pasmo de la prensa, se dio media vuelta y se marchó por un pequeño pasillo que conduce al garaje de la Cámara alta. Ni siquiera se redirigió a la zona de Gobierno. Ahí estaba: quería huir de los informadores como fuera y por donde fuera.

Esto ocurrió una vez terminado el turno de preguntas al líder del Ejecutivo. Pero antes, a las cuatro de la tarde, al poco de que empezara el pleno, los periodistas ya habían intentado interceptar el presidente en los pasillos del Senado para intentar quebrar el hermetismo con el que el Gobierno está manejando el recorte en educación y sanidad anunciado ayer. Sin éxito, por supuesto. Rajoy no dijo ni una palabra.

Si el presidente guardó silencio sobre los planes del Gobierno fuera del salón de sesiones, tampoco se prodigó mucho dentro. El líder del Ejecutivo no detalló desde su escaño cómo pretende encarar los nuevos recortes anunciados a golpe de nota de prensa y se limitó defender su reforma laboral. También insistió en la importancia de reducir el déficit para cumplir con el mandato de Bruselas y reprochó a los socialistas que no se hubieran posicionado en contra de la huelga general del pasado 29 de marzo, como sí hicieron los conservadores en el paro convocado por los sindicatos cuando el PSOE estaba en la Moncloa.

Rajoy al PSOE: 'Es muy difícil llegar a acuerdos con ustedes'Esta crítica llegó después de que el portavoz del PSOE en el Senado, Marcelino Iglesias, preguntara a Rajoy en la sesión de control al Gobierno en la Cámara alta sobre si tenía la intención de replantearse la reforma laboral y 'abrir negociaciones' con partidos y sindicatos. Aunque Iglesias se mostró 'profundamente preocupado' por la situación actual y habló de 'descoordinación' y 'contradicciones' en el Gobierno tras el anuncio del lunes, no preguntó de forma expresa al presidente en qué consitirá el recorte adicional de 10.000 millones. Sí habló el socialista de un Gobierno que, a su juicio, está creando 'más deuda y más paro' y que ha aprobado una aministía fiscal 'injusta' y que 'pone al mismo nivel a los que defraudaban y a los que no llegan a ser mileuristas'.

En su turno de réplica, Rajoy aseguró que la reforma del mercado de trabajo que ha emprendido su Gobierno 'servirá para crear empleo en cuanto la actividad económica empiece a moverse'. Asimismo, recordó al PSOE el apoyo que su partido otorgó a Zapatero en agosto de 2011, en una situación de 'extrema dificultad', cuando ambas formaciones acordaron la modificación de la Constitución Española para incluir el techo de gasto de las Administraciones Públicas. Todo un dardo envenenado a los socialistas, que no apoyarán la Ley de Estabilidad Presupuestaria que se vota este jueves en el Congreso. Una norma, según Rajoy, es 'desarrollo de un acuerdo entre los dos grandes partidos'. 'Es muy difícil llegar a acuerdos con ustedes', dijo el presidente a los socialistas ovacionado por los suyos.

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