Las tropas francesas y españolas han abandonado la base aérea de Manás, en Kirguistán, una escala para las operaciones militares encabezadas por Estados Unidos en Afganistán, pero podrían volver, dijeron fuentes gubernamentales y diplomáticas el lunes.

Kirguistán canceló los acuerdos que tenía con Francia y España en marzo, cuando hizo lo mismo con un pacto similar que permitía a Estados Unidos usar la base. Posteriormente permitió a las tropas estadounidenses quedarse por una renta más elevada.

"Hubo un acuerdo bilateral franco-kirguis sobre la materia que fue dado por terminado por el lado kirguis y tanto nuestras tropas como nuestros equipos dejaron la base a principios de octubre", dijo un diplomático francés.

La Cadena Ser citó fuentes diplomáticas españolas según las cuales las tropas se habían visto forzadas a trasladar sus operaciones.

La base, que sirve como lugar de repostaje para aviones usados en Afganistán, es importante para Washington y sus aliados de la OTAN porque las rutas de suministro que atraviesan Pakistán han sido atacadas por la insurgencia.

El diplomático francés dijo que Francia tenía un número pequeño de tropas en la base y dos aviones de repostaje.

Francia ha hecho una propuesta que espera que le permita volver a la base, pero aún está esperando una respuesta de las autoridades de Kirguistán, dijo el diplomático.

El responsable del comité parlamentario de Kirguistán para asuntos internacionales dijo el 5 de octubre que se había tomado la decisión de aprobar acuerdos provisionales con Francia y España para permitir a las tropas volver a la base.

"El acuerdo (con Francia y España) no se ha alcanzado hasta ahora, (pero) no se descartan más conversaciones", dijo un destacado responsable gubernamental kirguis, que pidió no ser nombrado dado lo delicado del asunto.

La administración de la base confirmó el lunes que los destacamentos francés y español habían dejado el emplazamiento este mes. Responsables militares dijeron anteriormente que había unas docenas de soldados en Manás junto con varios aviones.

A principios de este año, tras recibir la promesa de 2.000 millones de dólares en ayuda de Rusia, Kirguistán dijo que iba a cerrar la sede de la fuerza aérea estadounidense en Manás. La antigua república soviética cambió de opinión cuando Estados Unidos pagó 180 millones de dólares para mantener abierta la base.

En agosto, permitió a Rusia abrir un segundo emplazamiento militar, además del que Moscú tenía ya en el norte del país.