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La UE, OTAN, OSCE y Estados Unidos intentan conseguir un alto el fuego en Osetia

EFE

Las gestiones diplomáticas internacionales frente al conflicto en Osetia del Sur comienzan a concretarse y hoy mismo una delegación de la Unión Europea (UE), la OTAN, la OSCE y Estados Unidos viajará a Georgia para intentar mediar y conseguir un alto el fuego.

Fue el ministro británico de Defensa, Des Browne, el encargado de hacer este anuncio en declaraciones a la cadena televisiva Sky News, mientras que el titular de Exteriores, David Miliband, mantiene conversaciones con sus colegas de Europa y Estados Unidos para analizar "cómo detener la propagación de la violencia, asegurar un alto el fuego e impulsar las negociaciones".

También Francia, que ostenta la Presidencia de turno de la UE, propuso un plan de alto el fuego y regreso al "statu quo" anterior al conflicto en Osetia del Sur, tras hablar con los dirigentes de Georgia, Reino Unido, España, Ucrania e Italia y con el primer ministro ruso, Vladímir Putin.

París propone el "cese inmediato de las hostilidades", "el pleno respeto de la soberanía y de la integridad territorial de Georgia" y el "restablecimiento de la situación que prevalecía anteriormente sobre el terreno, que implica la retirada de las fuerzas rusas y georgianas a las posiciones anteriores, con fórmulas de acompañamiento internacional".

Todo ello se produce en medio de los combates y las acusaciones que se intercambian Georgia y Rusia sobre su responsabilidad en el conflicto.

Así, el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, instó a Georgia al "cese inmediato de la agresión contra Osetia del Sur" y las "violaciones de los acuerdos anteriores de paz y alto el fuego", desde la vecina región rusa de Osetia del Norte, adonde viajó para coordinar la ayuda humanitaria a los refugiados.

"Las acciones de las autoridades georgianas en Osetia del Sur son, por supuesto, un crimen y, ante todo, un crimen contra su propio pueblo", dijo Putin, para quien el propósito de Tiflis de ingresar en la OTAN es "un intento de involucrar a otros países y pueblos en sus sanguinarias aventuras".

En medio de la confusión reinante, el líder de Georgia, Mijaíl Saakashvili, propuso el cese inmediato de las hostilidades en Osetia del Sur e iniciar el proceso de desmilitarización de esa región, aunque Rusia aseguraba desconocer esa iniciativa y su presidente, Dmitri Medvédev, hablaba de combates directos de sus tropas con las unidades gubernamentales georgianas para "imponerles la paz".

Medvédev, además, informó a Bush sobre las "salvajes" acciones de Georgia contra la población suroseta y las tropas de paz rusas y cifró en "miles los muertos y en decenas de miles los refugiados" a causa de los bombardeos indiscriminados de la artillería y la aviación georgiana.

Desde Pekín, un Bush "profundamente preocupado" por la escalada de la violencia entre Rusia y Georgia, opinó que la situación en Osetia "puede resolverse pacíficamente" y pidió a Moscú que se sume a los esfuerzos internacionales por lograr una mediación.

Bush criticó los ataques realizados "lejos" del área de conflicto", en alusión a las acusaciones georgianas de que Rusia ha bombardeado zonas fuera del lugar en disputa.

Junto a los contactos que mantiene la Administración estadounidense, Europa lleva a cabo numerosas gestiones e, incluso, Polonia pidió a la Presidencia francesa de turno la convocatoria de una cumbre extraordinaria de la UE.

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tachó de "lamentable" que el conflicto haya ocurrido "durante la tregua olímpica" y mostró su confianza en que los contactos de alto nivel ayuden a solventar la situación.

Asimismo, el papa Benedicto XVI sigue con "preocupación" la situación y es posible que realice mañana, durante el rezo del Ángelus, un llamamiento para que terminen los enfrentamientos entre Rusia y Georgia por Osetia del Sur.

Entre los países de la antigua órbita soviética, Polonia y las tres repúblicas bálticas -Lituania, Letonia y Estonia- condenaron en un comunicado conjunto el proceder de Rusia contra Georgia, al adentrarse las tropas rusas en Osetia del Sur.

Para el presidente polaco, Lech Kaczynski, la intervención de Rusia contraviene el derecho internacional y es "un acto de agresión", ya que tanto Abjasia como Osetia del Sur son parte de la República de Georgia "y nada puede cambiar esa situación".

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