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Villacampa dice que prefiere a "Ricky que el dinero de la NBA"

EFE

¿El juego de Ricky Rubio o los seis millones de dólares (4,7 millones de euros) de su cláusula de rescisión? Tarde o temprano, a un dilema así deberá enfrentarse su equipo, el DKV Joventut. Su presidente, Jordi Villacampa, tiene claro que el baloncesto debe primar por encima del dinero. "Prefiero a Ricky", explica en una entrevista concedida a la Agencia EFE.

El máximo responsable del club verdinegro, en el cargo desde hace una década, será una pieza fundamental para despejar el futuro de su jugador franquicia, Ricky Rubio, con contrato hasta 2011 y una cláusula de rescisión de seis millones de dólares. Antes de dos meses, el propio jugador debe decidir si se presenta al próximo 'draft' de la NBA.

Prudente a la hora de valorar todo lo que rodea al joven base de la 'Penya', Villacampa se pregunta "qué me diría la gente, los aficionados", en caso de desprenderse de Rubio por menos dinero de lo que cuesta su cláusula de rescisión. "¿Me dirían que somos buenos gestores? Yo prefiero el juego de Ricky, que pueda cumplir su contrato, a los seis millones de dólares de su cláusula".

El equipo verdinegro comenzó la temporada sin Rubio, lesionado en una muñeca. "Su lesión nos trajo muchos problemas, porque al principio nos dijeron que serían cuatro semanas y al final estuvo trece. Pero se ha ido recuperando y está ya muy cerca de su nivel óptimo. La calidad que tiene hace que le sea más fácil recuperarse".

Más allá de su jugador-referencia, el presidente del Joventut cree que su equipo está firmando una temporada "muy buena" en la ACB ("somos terceros aunque sabemos que es un puesto un poco engañoso porque aún no hemos descansado"), aunque admite que el objetivo en la Euroliga era alcanzar el 'Top 16' y no caer a las primeras de cambio.

Con Sito Alonso como relevo de Aíto García Reneses en el banquillo -"aunque los resultados hubiesen ido peor habríamos seguido apostando por Sito"- y tras la marcha de Rudy Fernández, el equipo vive una temporada que podría calificarse de transición. Los problemas con los fichajes no ayudaron a estabilizar la plantilla.

"Hemos tenido mala suerte con la adaptación de Bracey Wright y la lesión de Pops (Mensah-Bonsu). Tuvimos que improvisar en un mercado escaso, pero creo que la apuesta de (Jerome) Moiso y de Coby Karl nos ha ido bien", comenta Villacampa, que también recuerda la dificultad de fichar a media temporada. "Es complicado a no ser que hablemos de un equipo en disolución o que los jugadores no cobren".

El Joventut, símbolo del baloncesto de cantera y dueño de una propia identidad deportiva, se ve obligado a contrarrestar el efecto de convivir en un entorno de apenas seis kilómetros con un gigante, el Barcelona.

"Es difícil estar a la sombra del Barça", concede el presidente verdinegro, "y nuestro verdadero éxito es sobrevivir al lado de ellos y de vez en cuando ganarles, cuando en realidad nos triplican el presupuesto".

Frente al poder del vecino, Villacampa recuerda que el Joventut presenta en la ACB "unas audiencias de televisión muy similares" a las del Barcelona y que el Olímpico de Badalona "suele tener más público" que el Palau Blaugrana, "también por una cuestión de aforo", matiza.

"Pero no me quiero comparar con el Barcelona aunque esté tan cerca de nosotros. Tenemos una línea de trabajo muy definida. Por ejemplo, para nosotros ha sido muy importante haber ganado la Mini Copa. Eso es lo que tenemos que cuidar; ir sacando jugadores para el primer equipo. El otro día, el Joventut sacó el quinteto inicial más joven de la historia de la ACB. Eso es lo que nos interesa, poder competir así. Vendrán épocas difíciles, pero ahí es donde debe demostrarse la fuerza de los aficionados", sostiene Villacampa.

El club, entretanto, sigue a la búsqueda de nuevos ingresos para mantener su presupuesto de nueve millones de euros anuales. En la agenda de Villacampa figuran varios retos. Entre ellos, lograr una empresa que bautice el pabellón olímpico de la ciudad, de titularidad municipal.

El ayuntamiento de Badalona lo ve con buenos ojos y una empresa ayuda en la búsqueda del patrocinador. "Pero no es algo demasiado arraigado en España. Todavía no hay cultura de asumir que una pista lleva el nombre de una empresa".

Cuadrar el presupuesto en época de crisis será otra de las preocupaciones de Villacampa. El contrato con el patrocinador principal, DKV, que aporta 1,45 millones de euros, vence en 2010.

"Hemos de diversificar ingresos. Tenemos los abonos, el 'marketing', los derechos de televisión, el Magic Badalona (centro lúdico que reporta al club 400.000 euros anuales), el 'merchandising', otros patrocinios, y también el 'ticketing' de las localidades por internet. Pero es difícil competir tan sólo con los ingresos típicos, que son unos seis millones de euros, contra clubes que tienen 27 millones". Los tres millones restantes para completar los nueve del presupuesto suelen venir de traspasos de jugadores.

Según Villacampa, la relación con el ayuntamiento de Badalona es "buena" porque "ellos hacen un esfuerzo muy importante, pero no sé si suficiente. El club es la principal seña de identidad de la ciudad y quizá tendrían que querer más al club", reclama.

Por lo demás, el ex internacional español cree que la selección nacional tiene tanto potencial que "parece que incluso yo podría entrenarles", bromea.

"Sin quitar méritos a Aíto ni a Scariolo, creo que estamos ante un producto excelente, quizá el mejor equipo que nadie haya entrenado nunca", apostilla.

Entre ellos, Rudy Fernández, protagonista de la gran temporada del Joventut el curso pasado, ahora en los Blazers de Portland. "Le costó adaptarse. Al principio me decía que era difícil, que ni le pasaban la bola. Ahora está jugando incluso mucho mejor de lo que yo me imaginaba", concluye.

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