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El juez imputa a los dueños de dos bares de Pamplona por exhibir fotos de etarras

EFE

El juez Eloy Velasco ha citado a declarar el próximo martes como imputados, por un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro de desobediencia grave, a los dos propietarios y a las dos encargadas de dos bares de Pamplona por negarse a retirar las fotos de miembros de ETA exhibidas en sus locales.

En una providencia notificada hoy, el juez de la Audiencia Nacional cita como imputadas de un delito de desobediencia grave a la encargada del bar Zurgai, Izaskun Goñi Juárez, y la del bar Ezpala, Ainoa Oroz Torrea, y como imputados por un delito de enaltecimiento a sendos responsables de ambos locales.

El magistrado de la Audiencia Nacional adopta esta decisión a petición del fiscal Miguel Ángel Carballo, que ayer le reclamó que "previa audiencia" de los imputados y "de cualquier otro responsable o titular del establecimiento" se proceda "con carácter inmediato, de manera cautelar, a la clausura temporal" de ambos locales.

Por ello, Velasco, además de citar a estos cuatro imputados, celebrará una vista de las previstas en el artículo 129 del Código Penal, que establece que el juez que instruye un caso podrá acordar la clausura de una empresa y la suspensión de sus actividades si la considera "instrumento del delito" y "previa audiencia de los titulares o de sus representantes legales".

El fiscal Miguel Ángel Carballo denunció ayer a las encargadas y a los responsables de estos bares ante Velasco, por ser el juez que se encuentra de guardia esta semana, tras conocer un informe de la Guardia Civil sobre estos locales, emitido en el marco de unas diligencias abiertas por la Fiscalía a raíz de una comunicación de la Delegación del Gobierno de Navarra acerca de la exhibición de fotos de etarras.

En el marco de esas diligencias, la Fiscalía ordenó el pasado 24 de julio a las Fuerzas de Seguridad que retiraran de forma "urgente" los carteles con fotografías de miembros de ETA, pancartas y pintadas con lemas de apoyo a la banda que se encuentren en las calles o dentro de bares o establecimientos públicos de Navarra.

Cumpliendo con esa orden, y según consta en el informe de la Guardia Civil que esgrime ahora la Fiscalía, los días 3 y 4 de agosto agentes del instituto armado requirieron a las dos encargadas de estos bares que retiraran las fotos de miembros de ETA de sus establecimientos porque podían estar incurriendo en un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Sin embargo, tanto la responsable del bar Zurgai, en la Avenida de Villava, y la del bar Ezpala, en la calle de San Juan Boscos, se negaron a cumplir con lo requerido por los agentes, lo que puede ser constitutivo de un delito de desobediencia grave.

Tal negativa, indica el fiscal en su denuncia, "supone la persistencia en la ofensa y humillación de las víctimas del terrorismo y el mantenimiento de un refuerzo a la actuación del terrorista como un mensaje de claro apoyo y justificación que no es aceptable consentir".

Además, "dadas las características de la exhibición pública de las fotos de los terroristas, en un local abierto al público, pero bajo dominio y control de sus encargados, se aprecia la necesidad de adoptar medidas respecto al local como único medio de evitar de un modo seguro la continuación de tal conducta criminal con la difusión pública de unos hechos claramente enaltecedores del terrorismo y ofensivos para sus víctimas", observa el fiscal.

La primera vez que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ordenó la retirada de imágenes de miembros de ETA fue el pasado 12 de marzo cuando pidió a la Ertzaintza la "urgente" retirada de las fotografías de presos etarras que colgaban de una verja del Banco Guipuzcoano en la localidad de Mondragón (Guipúzcoa), que fue denominado "el muro de la vergüenza".

Horas después la Ertzaintza cumplía con el mandato del fiscal y retiraba esas fotografías.

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