Desde que llegó Internet como un huracán, a los periódicos de papel les cuentan los (pocos) días de vida que les quedan por delante. Al menos eso vienen cantando los e-gurús apocalípticos desde hace no menos de una década. 

Sin embargo, no ha sido hasta esta dura crisis --donde a lo obsoleto del soporte (por los costes de distribución y la poca actualización de la información) se ha unido la estampida en masa de los anunciantes-- cuando las hojas de papel han comenzado a tambalearse como como las de un árbol en vendaval de otoño.

En EEUU, la crisis económica no deja de dar malas noticias a las cabeceras. A finales de febrero, el Rocky Mountain News, nacido en Denver hace 150 años, echó el cierre. Poco después el Seattle Post-Intelligencer abandonó el papel para centrarse en lo digital (aunque en España es el mundo al revés). El año pasado, el grupo Tribune (Chicago Tribune), el Inquirer, el Daily News de Philadelphia y el Star Tribune de Minneapolis se declararon en bancarrota.

Ahora  es el grupo editorial The New York Times Co. quien amenaza con cerrar el periódico The Boston Globe, que compró en 1993 por 1.100 millones de dólares, si los sindicatos  no aceptan concesiones que generen ahorros de 20 millones de dólares.

La noticia, de la que se hace eco el diario USA Today, representa el último recordatorio de la crisis en la prensa escrita estadounidense.

Otras compañías editoriales han logrado ahorros significativos al lanzar amenazas similares a diarios poco rentables como el Star-Ledger de Newark (Nueva Jersey) o el San Francisco Chronicle, de San Francisco (California).

Los citados recortes de gastos podrían implicar rebajas de salarios y otro tipo de compensaciones, según informó a The Wall Street Journal una persona familiarizada con la situación.

Los empleados del Globe y de The New York Times que no tienen afiliación sindical aceptaron la semana pasada recortes en sus salarios. La empresa ha pedido a los trabajadores sindicados que hagan lo mismo.

The Boston Globe, con 137 años de historia, es el diario con mayor difusión de Boston y de Nueva Inglaterra. En 2008, su circulación media fue de 350.605 ejemplares (un 8,3% menos), según Wikipedia, y perdió más de 50 millones de dólares. Este años se espera que sus números se tiñan aun más de rojo.