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El bibliotecario que se enfrentó a Google

Peter Brantley lidera la lucha contra el Acuerdo del gigante de Internet

PAULA CORROTO

'Google nos engañó'. Peter Brantley, director de la organización bibliotecaria sin ánimo de lucro Internet Archive y ex director de la Federación de Bibliotecas Digitales de EEUU, explica así a Público cómo comenzó su cruzada contra la digitalización de libros del gigante de Internet. Y continúa: 'Cuando empezaron, lo hicieron bajo la premisa de que era sólo para búsquedas. Lo que no sabíamos es que durante dos años negociaron con autores y editores para vender estos libros en la Red sin que les demandasen'.

Fue la mentira, la picaresca de una empresa que digitalizó siete millones de libros para fines comerciales sin pedir permiso a nadie, lo que le motivó a liderar la Open Book Alliance, una especie de sindicato en el que ahora se encuentran autores y editores, y que ha comandado las críticas contra Google. Una acción que, de momento, ya ha conseguido que la empresa de Internet tenga que renegociar su famoso Acuerdo.

'El 9 de noviembre, sabremos cuál es el resultado del juicio y lo que esperamos es que Google lo haya alterado de tal manera que los intereses de los autores estén mejor representados. Lo que creo que sucederá, además, es que los libros europeos quedarán finalmente excluidos del Acuerdo. Es decir, que no se podrán visualizar ni vender a través de Google', asegura.

Brantley, que ayer participó en las jornadas de ANELE sobre el e-book, no está en contra de la digitalización de libros. Lo que no le gusta es que unos pocos se puedan beneficiar del acceso a una cultura universal. Por eso, para él es muy importante que 'los libros estén disponibles en diferentes plataformas, ya sean las que monten los libreros, las editoriales o las bibliotecas'.

Precisamente, su organización acaba de crear Bookserver, una plataforma de búsqueda de e-books que pretende 'democratizar el acceso al libro'. Esto significa que el usuario entrará en esta página, tecleará un título y Bookserver le mostrará una lista con todas las librerías, bibliotecas y editoriales del mundo donde puede conseguir ese título de forma on-line. Después, el usuario sólo tendrá que entrar en una de las web y descargárselo o sólo visualizarlo.

Para Brantley, la gran diferencia con respecto a las plataformas Google Editions y Amazon es que 'el e-book tendrá formato epub, es decir, abierto para todos los dispositivos, no como el Kindle, y además permitirá que las editoriales y las librerías sigan manteniendo el control de su negocio, ya que se encargarán de poner el precio y de la distribución'. Google y Amazon prefieren controlar esta parte del negocio.

Este bibliotecario confirma que el acceso a los libros será on-line. Sin embargo, mientras que entiende que las librerías físicas lo tienen difícil, sí confía en la pervivencia de las bibliotecas. 'Es muy posible que las de las instituciones dejen de ser propietarias de los libros que tienen y funcionen con licencias de préstamos en dispositivos electrónicos. Por otra parte, las bibliotecas comunitarias cambiarán su papel y tendrán otro tipo de servicios con fines sociales', afirma Brantley, el tipo que le ha plantado cara al mayor gigante de la Red.

 

guerra de plataformas

La pelea ya no está en el formato, ni siquiera en el dispositivo . La verdadera batalla por conseguir lectores de e-books está en las plataformas de distribución. Como manifestó ayer Sara Lloyd en las jornadas de ANELE, 'quien consiga crear la más fácil para el usuario será la que triunfe'.

e-readers vacíos

En España todavía no hay apenas contenidos con copyright aptos para los e-readers. Las editoriales creen que el momento de la verdad llegará en 2010.

generaciones

Peter Brantley señaló ayer que su hija de ocho años prefiere el e-book porque 'no tiene que pasar páginas. Lo que para ella es un obstáculo, para nosotros es un placer'. Es el cambio generacional.

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