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La furia de la escritora favorita de Larsson

Val McDermid novela sobre las huelgas británicas de los años ochenta

 

P. CORROTO

Stieg Larsson siempre decía que Val McDermid (Kirkaldy, Escocia, 1955) era una de sus escritoras favoritas de novela negra. La apreciación no extraña cuando se descubre el universo literario de esta escocesa que compartió su infancia y juventud con el ex primer ministro Gordon Brown: mucha violencia psicológica, fuerte compromiso social y un excelente músculo narrativo. McDermid, cuya primera incursión literaria fue una obra de teatro con 23 años, tiene el don para lograr novelas que desvelan al lector.

'Bueno, es que yo siempre escribo sobre algo que me importa mucho. A veces me impulsa la rabia, otras veces el amor, pero siempre algo poderoso. Creo que la complacencia es el enemigo de la buena literatura', revela la escritora a este periódico. Apunten otra nota personal: en la puerta de su oficina tiene colgado un cartel que dice Si no estás rabioso, es que no te estás enterando. Cristalino.

'Cuando escribo me impulsa algo poderoso, ya sea la rabia o el amor'

Su última novela publicada en España, Un territorio oscuro (RBA) la misma editorial también ha publicado otros cinco títulos suyos aborda un tema que la marcó cuando ejercía de periodista a mediados de los años ochenta: las huelgas mineras provocadas por los recortes sociales que trajo consigo la política neoliberal de Margaret Thatcher. McDermid lleva a la ficción la miseria que asoló a muchos hogares y que provocó rupturas matrimoniales, enemistades y un descontento social abrumador. Por supuesto, como aderezo, la escritora introduce un crimen y una desaparición que deben ser resueltos por la inspectora Karen Pirie, un personaje alejado del estereotipo de la superwoman.

'La novela negra está perfectamente situada para ser una novela social, ya que cubre a un gran sector de la sociedad. Por otro lado, también creo que en los últimos años la ficción literaria tiene un menor interés por el contexto social. Es más hermética', explica McDermid, quien señala que tras el boom de la novela policiaca hay muchos escritores que han descubierto un género 'que les permite adentrarse aún más en la sociedad'.

Contra David Cameron

'Quiero que el lector sepa que un crimen es algo doloroso, que importa'

En su país, la escritora también es conocida por jugar con la psicología de sus personajes. Ante un crimen, nadie queda indiferente. 'Cuando escribo de la muerte violenta quiero que el lector sepa que es algo que te trastorna la vida, que es algo doloroso, que importa y que mucha gente se ve afectada', aclara con cierta vehemencia. No quiere provocar emoción barata. Es otro rasgo que le queda de su etapa como periodista de sucesos. 'Vi mucho dolor. Por eso nunca utilizo crímenes reales en mis novelas', añade.

La furia de McDermid ha crecido en los últimos meses. Sobre todo a raíz del triunfo del conservador David Cameron en las elecciones presidenciales, que supusieron la expulsión de su amigo Brown de Downing Street. ¿Otro motivo para escribir un libro policiaco? 'No hay que apresurarse', afirma riéndose. Pero al instante se pone seria: 'En algún momento encontraré una salida a la rabia contenida hacia este Gobierno. ¡Bastardos!'. Al menos, su amigo ha regresado a Kirkaldy para ver el fútbol los sábados por la tarde.

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