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'Mamá María' Isabelle Huppert: "Me siento más cómoda cuando puedo aportar un poco de maldad y de insolencia"

La actriz mueve los hilos del narcotráfico parisino en 'Mamá María', adaptación al cine de la novela de Hannelore Cayre y película a competición en el 5 BCN Film Festival. De visita en Barcelona, habló de este proyecto, de la solidaridad femenina, la desigualdad social y de otros personajes.

Isabell Huppert
Isabell Huppert, como Patience Portefeux, en 'Mamá María'. Wanda Films

"Hay algo muy emocionante entre las mujeres en esta historia". Isabelle Huppert, una actriz infalible, siempre poderosa, brillante, a la que hasta el momento no se le ha resistido ningún reto y que se siente "más cómoda cuando puedo aportar un poco de maldad y de insolencia", muta ahora, de nuevo con éxito, en 'camello', moviendo los hilos del narcotráfico parisino. Lo hace en Mamá María, adaptación al cine de la novela de Hannelore Cayre, La daronne (Gran Premio de Literatura Policiaca 2017), título a competición en el 5 Bcn Film Festival.

Acompañada por Hippolyte Girardot y bajo la dirección de Jean-Paul Salomé, la actriz se divierte –y se le nota– disfrazándose de dama de la delincuencia, papel que ha hecho suyo con sentido del humor y mucha elegancia, y que aprovecha para transmitir una mirada hacia las mujeres de esta sociedad occidental. Trabajadoras mal pagadas, cuidadoras de hijos y padres, las mujeres de esta historia se encuentran y se entienden, se hacen cómplices y salen de sus apuros apoyándose unas a otras.

Robin de los bosques

Cierto que el nuevo camino al que se lanza el personaje recorre el sendero de la amoralidad, pero Isabelle Huppert consigue con su enorme talento que el espectador vea a Mamá María como una mujer "agradable, generosa, que no es realmente amoral –dice la actriz–. No es del todo defendible en lo que hace, pero no es una amoral".

Traductora de árabe para la policía, a Patience Portefeux no le llega el sueldo para pagar la residencia de su madre y mantener a sus hijas... Cuando descubre que uno de los traficantes de hachís a los que escucha es el hijo de la enfermera que cuida a su madre, aprovecha lo que sabe para hacerse con el alijo de droga y ‘colocarlo’ por su cuenta. "Es un poco Robin de los Bosques, acaba regalando dinero a la enfermera, salva a su hijo... No se duda nunca del amor que tiene por sus hijas, su madre es muy molesta pero ella le paga el asilo y se entristece cuando muere, lo que pasa es que todos dependen de ella y llega un momento en que dice ¡basta! y se larga".

Las mujeres de esta historia

Lo consigue con la complicidad de las otras mujeres de la historia, una dimensión de la película que, en sus palabras, le gustó "especialmente". "Es el aspecto que me hizo sentir mejor con la película, hay algo muy emocionante entre las mujeres en esta historia. Además es una especie de obligación para mí, porque esto es algo que realmente sucede. Nada en la película se presenta, de todas formas, como un manifiesto, sencillamente se muestran las cosas como son".

Y ahí entran episodios de violencia policial, trabajadoras mal pagadas, la desigualdad social, "el contexto refleja la realidad". Un día a día que la cámara transmite con secuencias rodadas en diferentes barrios de París. "No tengo ningún problema con rodar en las calles de París, hay algo que resulta natural al estar rodando con la gente de París. Además, no estábamos en las zonas más turísticas, sino en barrios que aportaban mucho realismo a la película".

Isabelle Huppert
Isabelle Huppert transformada en Mamá María. Wanda Films

"Personajes antipáticos"

Hablando árabe, disfrazada y acompañada de un perro, Isabelle Huppert otorga también un aspecto melancólico a su personaje que procede de otro añadido a éste. Patience Portefeux es hija de un ladrón. "Me gusta eso en la película, aunque no es necesario que se tenga en cuenta todo el tiempo. A todos nos preocupa de dónde venimos, quiénes son nuestros padres, es esencial en el viaje de la vida. Dar un espacio a esto era importante, esta película era un thriller, y esto da sensibilidad y aporta emoción a la película. En el libro también es muy interesante este aspecto. Los orígenes culturales son muy importantes, y aquí determinan las relaciones de los personajes y, al mismo tiempo, explican por qué se transgreden".

A Mamá María le seguirán otras cuatro películas que la actriz tiene pendiente de estreno, entre ellas L’ombra de Caravaggio, de Michele Placido, donde Huppert interpreta a la noble italiana Costanza Sforza Colonna, amiga y protectora del pintor. "El rodaje en Roma ha sido una experiencia maravillosa, la verdad es que los actores somos muy privilegiados. Y amo el personaje de esta mujer, protectora y que tiene una relación maravillosa con Caravaggio, de quien reconoce su genio".

Los otros títulos son Les promesses, de Thomas Kruithof; Joan Verra, de Laurent Larivière; y Mrs Harris Goes to Paris, de Anthony Fabian. Proyectos muy diferentes unos de otros que revelan una vez más la resistencia de Isabelle Huppert a cualquier frontera. "Nunca busco un papel concreto, excepto que sea una idea políticamente incorrecta, eso es lo que me gusta. Personajes contradictorios, complicados, incluso antipáticos".

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