El Gobierno invertirá hasta 2010 un total de 6.533 millones de euros en acciones directas para luchar contra la desertificación. Una cantidad muy superior a los 3.000 millones de euros invertidos entre 2004 y 2007 y que ya suponían el doble de los empleados en toda la legislatura anterior. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha presentado en el marco de la conferencia sectorial el Plan Nacional contra la desertificación que prevee 5.295 millones para la modernización de los regadíos y 1.238 para la restauración hidrológico forestal. Estas medidas complementarán las acciones para la restauración de suelos, lucha contra los incendios forestales y contra la erosión y mejoras en la gestión del agua realizadas en el periodo anterior.En conferencia de prensa, Narbona admitió que el texto del Plan Nacional es "mejorable", en relación a las críticas recibidas por parte de grupos ecologistas que echan en falta medidas concretas contra el desarrollo urbanístico y de infraestructuras. Reconoce que el urbanismo descontrolado está contribuyendo a la degradación del litoral de algunas comunidades "donde está creciendo de forma excesiva la ocupación del suelo".Sin embargo, la ministra hizo énfasis en que las principales causas de la desertificación en nuestro país son las ligadas al tratamiento del suelo en las actividades agrícolas, ganaderas y silvicultoras.Las superficies que se encuentran en peor situación actualmente están en el medio rural y su estado es consecuencia de la "mala gestión del agua y de la pérdida de masa forestal y vegetal". En otras palabras, según la ministra: "de la actividad agrícola o de la desaparición del bosque y de las prácticas agrarias y el uso del agua". Por este motivo, destaca la importancia de "un programa de desarrollo rural sostenible, que va a tener ayudas europeas para mitigar el avance de la desertificación".