Estás leyendo: "Yo no fumo"

Público
Público

"Yo no fumo"

El Atlético resolvió su crisis con el despido de su técnico, pero la imagen del vestuario quedó tocada y la de Seitaridis, mucho más

HUGO JIMÉNEZ

Llegó al Atlético a la vez que Aguirre, en el verano de 2006. Había conquistado la Eurocopa dos años antes con Grecia. Era un lateral reputado que al lado del mexicano perdió su crédito. La grada le silba y la prensa le machaca. Seitaridis, desde Grecia, pide turno de réplica.

¿Está satisfecho de su fama?

No tengo problema. Estoy a gusto aquí, mi relación con los jugadores es buena. Pero no me gustan algunas informaciones. Si salen cosas que no son ciertas, sí me molesta.

Pero sí es cierto que la grada la tiene tomada con usted.

A nadie le gusta que le piten, está claro. Pero es así. Si no juegas bien, la afición pita. Está en su derecho. Y si lo haces bien, aplaude. Pasa lo mismo en todos lados. Espero dar lo mejor de mí a partir de ahora y convertir los pitos en aplausos.

¿No es cierto que se ha borrado de ciertos partidos?

Pues no. Cuando no jugué o cuando sí lo hice y luego pedí el cambio, fue porque tuve un fuerte dolor o una lesión. En mi vida abandoné un partido por otra razón.

Pues Aguirre dijo que el día del Athletic, usted...

Mintió. Yo siempre quiero jugar. Y ese día también, pero tuve bastantes dolores y por eso pedí el cambio a Aguirre.

Ya, pero se lo dijo cuando el equipo volvía ya al campo.

No se lo dije antes porque desde que entramos al vestuario, no paró de hablar. Comenzó con la charla y no me dio opción hasta que ya salíamos. Cuando Aguirre terminó, le pregunté si podía sustituirme. Me dolía un gemelo. Me volvió a preguntar si me dolía mucho y mandó saltar a Pernía. Luego, dos días después, va Aguirre y afirma que me dijo que tenía que seguir y que yo no quise continuar. Y eso no es verdad. Es falso.

O sea que su relación con Aguirre no era buena.

Qué va. Mi relación con Aguirre siempre fue buena. Nunca tuve una pelea con él en dos años y medio. Y fuera del campo, también teníamos una relación cordial.

Hasta ese día que mintió, se supone.

La verdad es que no entendí su mentira. Yo nunca le dije que no quería jugar.

Pero ya el año pasado circuló que usted no arriesgaba mucho con el Atlético para no perderse la Eurocopa.

Lo escuché, sí. Según algunos periodistas, hubo partidos que no jugué porque prefería hacerlo con Grecia. Fue después de mi operación e un tendón. Ahí empezó todo. Mintieron. ¿Cómo no voy a querer jugar con mi equipo? Sería contraproducente para mí. Sólo tienes cosas que perder con una mentalidad así. Yo quiero jugarlo todo y ganar títulos. Por eso fiché por el Atlético.

Pues lo que es ganar, la verdad, tampoco ganan mucho.

Yo estoy a gusto aquí. Pero si le digo la verdad, últimamente no tanto. Y no por el equipo, sino porque hay muchos periodistas que buscan hacerme daño, que se refieren a mí sólo para contar cosas malas. Por ejemplo, dijeron que Maniche y yo éramos los culpables de la salida de Aguirre. Algo infundado. También dijeron hace poco que tenía que dejar de fumar. Pero yo no fumo. No he tocado un cigarro en mi vida.

¿No es cierto que el vestuario tuvo mucho que ver en la salida de Aguirre?

Absolutamente nada. Lo que pasa es que cuando un equipo no marcha bien, no se puede echar a 20 jugadores. Y el primero en salir es el entrenador. Pero ni ningún otro compañero ni yo forzamos su salida. Nuestra actitud en el campo no ha cambiado. Y, en mi caso, de hecho, ni siquiera estaba jugando los últimos partidos.

Vamos, que la culpa la tenemos los periodistas.

No es que influyan en mi juego. Pero la gente lee y se puede creer que fumo o que soy el culpable del adiós de Aguirre... Y eso me perjudica.

¿Y como ya está Abel no le perjudica?

No es eso.

¿Ha notado cambios?

Se nota que el equipo está mas serio, más concentrado y con más confianza.

Desde fuera, sólo se ha apreciado que la defensa juega más adelantada.

Los cambios no tienen nada que ver con si la línea defensiva está más o menos adelantada. La diferencia está en que ahora las tres líneas están mucho más juntas que antes. Ya no tenemos mucha distancia entre las líneas y es mucho mejor. Cada jugador está ahora más cerca del otro para ayudarle y no quedan tantos espacios libres.

¿Tanto cambio en un solo partido?

Un entrenador tampoco puede cambiar muchas cosas en una semana. No puede hacer tres trucos y cambiar todo lo que quiere. Pero la verdad es que el equipo estuvo mejor. Cuando llega un entrenador nuevo, estás más motivado, más despierto.

¿Usted se ve en el Atlético la próxima temporada?

No tengo ni idea. Ahora no es el momento. En verano, las dos partes decidiremos qué hacemos. Yo siempre he sido muy feliz aquí.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?