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Edurne ya está en la cumbre

La alpinista vasca se convierte en la segunda mujer en hollar las motañas más altas de la Tierra

AGENCIAS / I. ROMO

Ya es una de las más grandes alpinistas de la historia. Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) holló en la madrugada de ayer la cumbre del Shisha Pangma (8.027 metros). Se convertía así en la segunda mujer en escalar los 14 ochomiles del mundo, después de que el pasado 27 de abril consiguiera ese reto la coreana Oh Eun Sun.

La web del equipo de Edurne informaba que Pasaban 'ha hecho historia a las 7,52 horas (hora de España)', al hacer cima y completar así su proyecto de escalar las 14 montañas de más de 8.000 metros del planeta. Pasaban alcanzó la cima 'sin ningún problema y disfrutando de un tiempo inmejorable', según relató desde el campo base el médico de la expedición, el doctor Pablo Díaz-Munio. Como siempre, la guipuzcoana pisó la cumbre junto al equipo del programa de TVE Al filo de lo imposible, integrado por Asier Izaguirre, Alex Chicón y Nacho Orviz (cámara de altura), además de los sherpas locales.

Al hollar la cumbre, siempre según la web de la alpinista, la expedición se convirtió, tanto en la cima como en el campo base, en un 'mar de lágrimas y abrazos'.

Según ha informado el coordinador de la expedición, David Pérez, desde el campo base, las primera palabras de Pasaban, 'emocionadísima', se dedicaron a agradecer todos los apoyos de su 'familia, amigos y compañeros que se han quedado en el camino'. 'Gracias a todos de corazón: os quiero un montón', afirmó entre lágrimas.

Pasaban, licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad del País Vasco y propietaria de un restaurante en Zizurkil (Guipúzcoa), comenzó el descenso a mediodía y alcanzó por la tarde el campo 3 (7.300 metros) del Sisha Pangma. Una vez allí, la expedición debía tomar una decisión sobre si se quedaba a pasar la noche o levantaban el campamento y continuaban bajando. Al final, el grupo decidió continuar, y tras recoger el campo 3, siguieron el descenso.

El ataque definitivo de Pasaban a la cumbre llegó precedido de 'un poco de preocupación', ya que durante la jornada de anteayer había soplado un viento muy frío e intenso. Sin embargo, la velocidad del viento fue amainando por la noche.

Horas antes de asaltar la cumbre, a medianoche, la expedición vivió un nuevo imprevisto. Mientras descansaban, aparecieron en el campo 3 los componentes de otra expedición española. Llegaban con problemas de congelación y fueron acogidos en las tiendas del equipo de Pasaban. Esta circunstancia retrasó de hecho la hora de partida, por lo el ataque a la cumbre, previsto para las 4 horas (hora de Nepal) se retrasó 60 minutos. Sin embargo, este retraso no impidió alcanzar la cumbre a la hora prevista, siete horas después.

Durante el descenso el tiempo era bueno y la expedición tenía previsto alcanzar el campo base ayer 'y celebrar el éxito completo de la cumbre del Shisha Pangma'. No fue posible. Les pararon en el campo 2.

Con la conquista del Shisha Pangma, Pasaban alcanza la cumbre de su carrera. Una trayectoria en la que ha sufrido congelaciones y hasta amputación de parte de dos dedos de los pies. La guipuzcoana ha visto morir a compañeros en el Himalaya, y ella misma estuvo a punto de perder la vida hace un año en el descenso del Kangchenjunga. Pese a todo, la tolosarra suele afirmar que escalar no le supone esfuerzo: 'Simplemente porque así soy feliz'.

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