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Cunetas sin control y salidas bloqueadas

Los dos aficionados muertos en Pozoblanco accedieron fácilmente a una zona prohibida

ALBERTO CABELLO

'Estos que vienen a ver rallys son como los toreros. Se arriman hasta que pasa algo'. Ni las elecciones, ni el partido de fútbol contra el Utebo en la fase de ascenso a Segunda B le restaron ayer tiempo de tertulia en Pozoblanco al trágico accidente que le costó la vida un niño de 14 años y a un adulto de 36 durante la celebración de una rally en una carretera cercana a la localidad cordobesa. El coche de Francisco Agüí perdió los frenos en una curva pronunciada a la izquierda, arrollando a los espectadores que estaban situados en una zona prohibida para el público por la Escudería Sierra Morena, la organizadora del evento.

Muchas horas después del siniestro se distinguían en la comarcal CO-6410 las huellas de los neumáticos en el asfalto. 'Me encontraba presenciando el rally y he de resaltar que las personas atropelladas estaban en una zona marcada por la organización como zona no permitida. También había una zona llana, catalogada como zona reservada, pero la gente acabó por aparcar sin respetar los marcajes. Las imprudencias de los asistentes hicieron que los servicios de urgencias tuvieran complicado su acceso hasta la zona del accidente'. Así narraba un testigo en internet las circunstancias del accidente. Una versión que coincide con la que la organización ofreció en un comunicado.

Las asistencias tardaron en llegar por culpa de coches mal aparcados

Gente con experiencia en este tipo de eventos sostiene la hipótesis de que las dos víctimas aparecieron en la zona de la colisión minutos después de que el coche cero hiciera la pasada por el tramo para dar el visto bueno a la salida del primer piloto. De ahí que nadie de seguridad advirtiera la presencia de público en esa parte del recorrido. Otras fuentes señalan que los dos fallecidos, naturales de Alcalá la Real (Jaén), iban de paso hacia otra parte de la carretera: 'Ocurrió a un kilómetro de meta por lo que creo que es la típica situación en la que llegas tarde, entras por meta y buscas un sitio'.

Sea cual sea el origen del accidente, el fatal desenlace vuelve a dar la alarma ante la falta de personal encargada de velar y advertir al público sobre los riesgos de algunas localizaciones. No es suficiente con un par de parejas de guardias civiles ni voluntarios de la organización para controlar al gentío en un espacio tan amplio como en el que se celebra un rally. 'Es lo peor que he visto en mi vida', cuenta otro testigo de la tragedia. Los cuerpos habrían sido arrastrados unos 30 metros por el impacto del Peugeot 206 de Agüí.

El piloto granadino es un habitual en este tipo de carreras. Debutó en el año 94 y ha sido campeón de España de rallys de tierra. La Guardia Civil ha abierto diligencias para investigar las circunstancias que tiñeron de negro, una vez más, una competición de este tipo.

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