Público
Público

"La 'Galgo' es un fantasma que sigue ahí"

Natalia Rodríguez. Atleta de 1.500 metros. Hoy (13.55, Eurosport) disputa la final como una de las favoritas al título mundial

IGNACIO ROMO

El atletismo puede ser cruel. A Natalia Rodríguez (Tarragona, 1979) no hace falta que le recuerden ni le expliquen la famosa frase del decatleta inglés Daley Thompson. La mediofondista catalana, que comenzó a correr a los siete años, cruzó entre silbidos en primera posición la meta en los Mundiales de Berlín, hace dos años, para ser descalificada poco después por su encontronazo con la etíope Burka. Sus lágrimas posteriores conmovieron al planeta. Hoy tiene una cuenta pendiente con el destino.

¿Cómo ha llegado a estos Mundiales?

Con altibajos. Estoy con muchas ganas, pero he tenido competiciones, como la de Madrid [perdió con Nuria Fernández] que me dejaron con dudas, no muy convencida. Más tarde, en la de Barcelona ya las despejé.

Tuvo un esguince en un tobillo después...

Sí, pero ya estoy recuperada.

Sus rivales no parecen tan fuertes, el ranking mundial está algo más asequible.

La verdad es que ni lo he mirado. Llevo un año muy ajetreado con lo del Ayuntamiento [acaba de ser nombrada concejala de Deportes de Tarragona por el PSC] y la candidatura a los Juegos Mediterráneos. Lo que sí he visto es que la gente ha competido muy poco, se ve que las rivales se han centrado mucho en entrenarse y llegar bien aquí.

'No me sorprendería ganar el oro; me entreno para eso'

¿Le sorprendería ganar la medalla de oro?

No, no me sorprendería. Me entreno para eso.

¿La preparación fue bien?

Ha sido una temporada difícil, no competí en pista cubierta y me faltan referencias. Tampoco preparé bien el cross y luego, la temporada es larga pero no hay apenas competiciones. Quise hacer una prueba de 3.000 pero no había.

¿A quiénes teme en la final?

Pues hay que contar con Jamal, que se mueve muy bien en una carrera a ritmo, y con las dos americanas.

¿Espera que la final se corra a un ritmo rápido?

Sí. Según mis cálculos, será una final rápida. Y mis planes se mueven en torno a esa idea. Yo pienso en una carrera de menos de 4:00. Esto es un campeonato del mundo.

¿Le preocupa la humedad?

No. Soy de Tarragona: estoy acostumbrada.

Ha sido un año también movido en materia de dopaje con la operación Galgo'. ¿Cómo es su relación con Nuria Fernández?

Cada una va a lo suyo. Correcta. La operación Galgo es un fantasma que sigue ahí, que flota en la selección. Ha sido una buena hostia al atletismo español y va a costar mucho salir de ahí. La pena es que nos meten a todos en el mismo saco. Y eso es una pena.

'La verdad es que este año ni he mirado el ranking mundial, no paro'

Berlín es otro fantasma para usted.

Sí. Pero lo utilizo en positivo. Es algo [su descalificación tras haber ganado] que me aporta mucha ilusión. Berlín es historia. Aquello ya pertenece al pasado. Es una ocasión que perdí. Ahora tengo que aprovechar esta nueva oportunidad.

¿Y ve a algún español en el podio?

A García Bragado. Con todo lo que ha logrado, es un atleta por el que siempre se puede apostar.

Hoy también saltan a la pista los hombres del 1.500. ¿Qué posibilidades tiene Olmedo?

Lo veo bastante bien. Pero esto son unos Mundiales. Es otra historia.

¿Higuero?

No lo he seguido tanto este año.

Usted tiene 32 años. ¿Cuál es la edad ideal para los 1.500 metros?

Entre 25 y 30 años. Yo estoy ya en la madurez del mediofondista.

¿Y el futuro? ¿Qué aguarda al atletismo español?

La crisis afecta. Y es grave. La estamos notando. Hay menos recursos. Y no suben refuerzos, gente joven.

¿Qué hay que cambiar? ¿Cómo se puede ayudar a los atletas españoles?

Hay que apoyar a la base.

'¿Cómo es mi relación con Nuria? Cada una va a lo suyo, correcta'

¿A qué se refiere?

A los chavales de 14 a 18 años. Muchos dejan el atletismo, se queman. Es importante que los chicos vayan poco a poco, quemando etapas. Y siempre digo lo mismo. Hay que cuidar también a los atletas que están en segunda fila. Hay que apoyarlos porque muchos compatibilizan su trabajo con el atletismo.

¿Hay que mejorar la detección de talentos?

Sí. Y la clave está en los entrenadores. Hay que apostar más por los técnicos. Y motivarlos. No se les apoya suficientemente.

Loli Checa no ha venido a los Mundiales alegando cansancio y tiempo para estar con su hija.

En parte la entiendo. A los pocos meses de ser madre tuve que irme a Pekín, a los Juegos. Me dolió mucho separarme de mi bebé. Pero yo tenía unas necesidades económicas, tenía que volver a competir, por ella.

Usted quería ser periodista cuando era una niña, ¿no?

Sí. Quería ser reportera de televisión, para viajar por el mundo. Me llamaba mucho la atención conocer África.

Al final ha visto mundo.

Sí. El atletismo me ha permitido viajar. Luego, te vas haciendo mayor, y viendo los conflictos que hay por el mundo, lo de ser reportera se me pasó.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?