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Fernández Ordóñez condiciona la salida de la crisis a la reforma laboral

El gobernador del Banco de España pide una 'innovación' en los modelos de contratación para reducir las tasas de paro

AGENCIAS / PÚBLICO.ES

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, considera que la 'fase más aguda' de la crisis económica ya ha pasado. Sin embargo, condiciona la superación completa de la misma a que las autoridades laborales 'innoven' en los modelos de contratación para tratar de facilitar la creación de empleo.

Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso, ha explicado que los principales indicadores económicos empiezan a mostrar, igual que en otros países, caídas 'más modestas' o incluso empiezan a apuntar a la estabilización, lo que permite pensar que la 'virulencia' de la crisis ha seguido remitiendo en el tercer trimestre.

Para Ordoñez, el paro es el principal problema de la economía española, y ha advertido que la única solución para acercar la tasa de paro 'a la del resto de países desarrollados' pasa por acometer 'con prontitud reformas de las instituciones laborales'. 'Sin una reducción significativa del desempleo, será muy difícil revertir la trayectoria del gasto público y asegurar una recuperación sostenida', ha asegurado.

Fernández Ordóñez se refirió también a la reforma de la negociación colectiva para permitir que los salarios se adecuen a la situación de cada empresa, pero también para dotar a éstas de la 'necesaria flexibilidad' que les permita aumentar la productividad y los salarios 'allí donde sea posible'. Todo ello, a su juicio, servirá para 'suavizar' el impacto de la crisis sobre el empleo, reasignar los 'trabajadores excedentes' hacia sectores más productivos y aumentar la tasa de crecimiento potencial de la economía española.

Para el gobernador del Banco de España, la crisis también está sirviendo para corregir algunos desequilibrios del pasado, como el alto endeudamiento o el elevado peso del sector inmobiliario en el modelo económico español. Por tanto, vio 'razonable' que el alto endeudamiento de familias y empresas, que se incrementó durante la expansión económica, continúe moderándose como lo ha hecho en los últimos trimestres y crezca a tasas inferiores a las rentas generadas. En ese sentido, Ordóñez considera que 'probablemente' el crédito a las familias y las empresas seguirá reduciéndose en los próximos trimestres, a tenor de la evolución económica.

Aún así, recuerda que las perspectivas económicas siguen rodeadas de 'gran incertidumbre', y que el principal soporte de la actividad económica deberá ser el sector exterior en 2010, cuando se empezarán a registrar crecimientos graduados a pesar de la caída 'moderada' que se registrará en el conjunto del año, lo que apunta a una recuperación 'lenta y moderada'.

Por todo, consideró 'imprescindible' adoptar medidas y reformas 'ambiciosas' para absorber las secuelas 'más negativas' de la crisis, afrontando los problemas estructurales de la economía española para alcanzar la recuperación y el crecimiento potencial y evitar un escenario de 'atonía prolongada'.

Fernández Ordóñez también se ha referido a la subida de impuestos en su comparencencia. Se muestra de acuerdo con la subida del IVA decidida por el Gobierno, porque este impuesto es el 'menos distorsiondor', y dentro de los 'males menores es el que menos mal hace'. Del mismo modo cree que habría 'hueco evidente' para aumentar la tributación sobre los 'consumos más dañinos', en alusión a los impuestos especiales -tabaco, alcohol e hidrocarburos-.

El gobernador reconoció que 'estaría bien no tener que tocar los tipos impositivos', pero si no se corrige el déficit, advirtió, 'al final ese déficit es un impuesto más'. El 'mayor mal', insistió, es el saldo negativo de las finanzas públicas, y por eso avisó de que 'no queda absolutamente margen para ninguna política expansiva' más.

En su respuesta a las preguntas de los portavoces en la Comisión, Fernández Ordóñez volvió a defender la 'estrategia de consolidación' fiscal tomada por el Gobierno en la elaboración de los Presupuestos. Por eso consideró que el FMI, que ha previsto un déficit público del 12,5% del PIB para España en 2010, debería cambiar esta estimación porque la hizo antes de conocerse los Presupuestos y la citada estrategia que contienen.

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