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Merkel admite que el fondo de rescate se use para deuda

La canciller se confiesa 'impresionada' por la firmeza de España para atajar el déficit

DANIEL BASTEIRO

Angela Merkel quitó ayer el cerrojo a una puerta que España llevaba días intentando abrir. La canciller, a menudo muy categórica sobre las decisiones que incluyen dotación económica, optó tras la cumbre de la Unión Europea por no descartar otros usos del fondo actual de rescate del euro con el fin de aliviar la presión de los mercados.

'Haremos todo lo que sea necesario para garantizar la estabilidad de la zona euro', aseguró la canciller, sin ir más allá para no entrar en el terreno de la 'especulación' política. El Gobierno español defiende desde hace días en la UE la flexibilización del fondo actual, creado en mayo tras el rescate de Grecia y que sólo contempla el rescate de un país cuando está al borde del colapso. Además, le impone después un plan que dura varios años de reformas para justificar la solidaridad europea y volver a generar confianza en los inversores. Es el caso de Irlanda, el único país que de momento lo ha utilizado. El fondo estará vigente hasta 2013, cuando entre en vigor el mecanismo permanente cuya creación acordaron los líderes en la cumbre.

Los ministros de Finanzas debatirán en enero el uso preventivo del fondo

Para España, 'una de las opciones' es la de utilizar el actual fondo para hacer préstamos rápidos a los países en dificultades cuando la gráfica que mide los intereses que se pagan por la deuda pública marque un récord. Según un funcionario español, usar así el fondo contribuiría a neutralizar 'la segunda crisis de deuda', iniciada en noviembre en paralelo a la tramitación del rescate de Irlanda.

Otra de las opciones consiste en utilizar la contribución de la eurozona al fondo, de 422.000 millones tras el rescate de Irlanda, para comprar deuda pública de los países más acorralados por los mercados, como España o Portugal. Estas operaciones podrían hacerse de manera similar al BCE, que adquiere bonos en los mercados secundarios en vez de a los propios gobiernos emisores.

La primera reunión de los ministros de Economía del euro del año, que se celebrará en enero, comenzará a analizar la propuesta, que Zapatero no hizo de manera formal durante la cumbre, según explicó en rueda de prensa.

Sigue el rechazo a los eurobonos propuestos por el jefe del Eurogrupo

'O no hacemos nada o rescatamos a un país y le exigimos un plan plurianual de reformas', lamentó en conversación con este diario una fuente de la Comisión Europea, institución que podría allanar el camino. Según estas fuentes, el actual fondo podría actuar, tras ser modificado, de forma 'preventiva' y no sólo cuando el 'desastre' se consume.

Merkel, que ayer se reforzó como una brújula que orienta los debates de la zona del euro, aseguró además estar 'impresionada por las medidas tomadas por España y Portugal estos últimos meses'. Según ella, en 2011 los países del euro tendrán que afrontar una mayor reducción del déficit, pero también una mayor integración económica, que pasa por comenzar a plantearse la armonización de los sistemas de pensiones, seguridad social y mercado laboral, según la canciller, que aseguró no haber visto 'a nadie que pudiera oponerse' a ello dentro del cónclave de jefes de Gobierno.

Zapatero, por su parte, aseguró que los países también comenzarán a debatir sobre la 'fiscalidad común', un elemento 'nuevo' en las discusiones europeas que podría apuntalar la creación de un Gobierno económico del euro que arrope a la unión monetaria.

Hasta que se consiga ese Gobierno económico, algo que los líderes esperan para junio del año que viene, la propuesta del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Junker, de emitir bonos de deuda conjunta 'no tiene ningún sentido', en palabras de Nicolas Sarkozy, presidente de Francia. 'No es el momento de abrir este debate y no lo será a corto, o a medio plazo', aseguró Zapatero. 'Creo que no hay ninguna posibilidad de que llegue a buen puerto', zanjó Merkel, sin cuyo aval la propuesta no puede salir adelante.

Por otra parte, los líderes de Francia y Alemania firmaron junto a David Cameron, el primer ministro de Reino Unido, una carta en la que apoyan que se congele el presupuesto europeo hasta 2020. 'En un momento en el que estamos aplicando recortes en nuestros propios países es inaceptable seguir gastando cada vez más y más en la UE', aseguró Cameron, cerebro de la carta que Merkel y Sarkozy secundan como un elemento más de su decidida lucha contra el déficit.

La medida seguramente no gustará a las instituciones comunitarias, especialmente al Parlamento Europeo, que pide más acciones a nivel comunitario contra la crisis, algo para lo que harían falta más recursos económicos.

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