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Un banco letón lleva a los tribunales al BCE por precipitar su quiebra

La autoridad financiera de la Eurozona impuso una moratoria sobre las operaciones de ABLV Bank, lo que implicaba la prohibición temporal de realizar pagos, después de que fuera acusado por EEUU de lavado de dinero

El logo del banco lituano ABLV en su sede central en Riga. REUTERS/Ints Kalnins

Gederts Gelzis y John O'Donnell/Reuters

El banco letón ABLV dijo el lunes que va a llevar al Banco Central Europeo a los tribunales por desencadenar su quiebra cuando afrontó acusaciones de blanqueo de dinero.

La decisión es el último desafío para el supervisor bancario europeo sobre su gestión del asunto, por la que ha sido ampliamente criticado.

Previamente este año, Estados Unidos acusó al tercer banco de Letonia de blanquear dinero y saltarse las sanciones a Corea del Norte, provocando su cierre y desencadenando la peor crisis financiera en el país báltico en una década.

El escándalo situó al país de dos millones de habitantes en medio de una pelea de poder entre Rusia y Estados Unidos, y alimentó el debate sobre los controles europeos sobre el blanqueo de capitales.

También tomó por sorpresa al BCE, el supervisor bancario de la zona euro, y llevó a críticas por parte de los diputados europeos por lo que consideran su fracaso a la hora de vigilar a un banco afincado en la periferia del bloque monetario.

El BCE, que declinó hacer comentarios el lunes, ha tratado de restar importancia a su papel, argumentando que no era responsable de vigilar el blanqueo de dinero.

Pero ABLV, que fue propiedad durante un breve periodo de dos acaudalados banqueros letones, Ernests Bernis y Olegs Fils, dijo que había presentado una demanda judicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra el banco central de la zona euro por su papel en su quiebra.

La decisión del BCE de interrumpir los pagos al banco y la posterior declaración de que estaba quebrando sellaron el futuro del ABLV. Okko Hendrik Behrends, el abogado del banco letón, dijo que el BCE no debería haber desencadenado el cierre de ABLV ya que estaba saneado financieramente y podía haber sobrevivido.

Letonia está tratando de reparar su reputación alejándose de bancos que atrajeron a clientes en Rusia y ex estados soviéticos como Ucrania con la promesa de mantener el secreto bancario al estilo suizo.

Su primer ministro, Maris Kucinskis, ha prometido mejorar la política de los bancos, mientras Washington, un importante aliado del expaís soviético, sigue presionando a Letonia para que actúe contra el blanqueo, gran parte del cual según responsables y banqueros letones implica a acaudalados rusos.

Pero la reforma está demostrando ser difícil ya que los diputados opositores de habla rusa, que proceden de una minoría de 500.000 personas en el país, son escépticos sobre la necesidad de un cambio. 

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