Tras unos resultados anuales que cumplieron en general con lo que esperaba el mercado, Enagás dijo el martes que espera que sus beneficios crezcan entre el 3 y el 4 por ciento en media anual hasta 2020 y se comprometió a seguir incrementando los dividendos a razón del 5% anual.

El gestor de la red gasista española dijo que invertirá en el periodo 2017-2020 un total aproximado de 1.450 millones de euros, frente a los 912 millones de 2016.

En cuanto a la demanda nacional de gas, el grupo espera una aceleración del crecimiento hasta el 3,5 por ciento anual, en comparación con el 2,1% de 2016, gracias a la recuperación económica en España y a un mayor consumo del gas para generación eléctrica. "Con esta previsión, el sistema gasista estaría en equilibrio [sin déficit anual] en 2018", destacó su presidente Antonio Llardén en la teleconferencia con analistas.

Para el año en curso, en el que pagará un dividendo de 1,46 euros por acción e invertirá unos 650 millones de euros, la compañía espera un crecimiento del beneficio neto de aproximadamente el 5%, por encima de la media del periodo, y un resultado operativo bruto (Ebitda) de aproximadamente 987 millones de euros.

En 2016, el beneficio neto creció un 1,1% a 417 millones de euros, por debajo del 1,5% que esperaba la compañía tras una provisión de 41,5 millones por la terminación de la concesión del gasoducto GSP en Perú (GSP) al no poder conseguirse financiación para el proyecto debido a los problemas de la brasileña Odebrecht.

Llardén confió en recuperar los 275 millones de dólares invertidos en GSP "en un plazo máximo de tres años" en base a la opinión de sus asesores y de las condiciones del contrato. Además, dijo que seguía viendo este proyecto como estratégico para Perú y que Enagás facilitaría al máximo su posible continuidad.

Aparte de la inversión, Enagás ha aportado garantías por un total de 227 millones de dólares en este proyecto peruano.

El impacto de GSP se vio neutralizado en las cuentas del grupo por la creciente contribución de sus empresas participadas al resultado neto y también por un menor impuesto de sociedades.

En términos operativos, el Ebitda bajó un 2% el año pasado a 882,6 millones de euros por un incremento de doble dígito en los gastos de personal, mientras que los ingresos regulados bajaron un 1,1% a 1.147 millones.