Falta un mes para que se cumpla el último plazo marcado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para lograr cerrar un acuerdo sobre el nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas, fijado en el 15 de julio. Y los datos que se van conociendo sobre el funcionamiento del modelo vigente parecen seguir abundando en la posición que mantiene la Generalitat de Catalunya, que reclama un nuevo sistema que corrija su actual situación desfavorable, en comparación con el conjunto de las autonomías.

El Ministerio de Economía y Hacienda publicó ayer los datos de la liquidación de la financiación correspondiente a 2007 (la mecánica del sistema hace que los datos definitivos de cada ejercicio se conozcan con un desfase de dos años). Los recursos obtenidos por las quince autonomías incluidas en el sistema (todas, menos País Vasco y Navarra) ascendieron a 114.357 millones de euros, un 3,9% más que en 2006. Toca a una media de 2.703 euros por habitante, si dividimos los recursos totales entre la población de ese año. Catalunya, por primera vez, queda por debajo de la media estatal, tomando los datos brutos del modelo.

El sistema de financiación utiliza un criterio propio para medir la población, de acuerdo con el nivel de competencias y necesidades de cada territorio; es la población ajustada. De acuerdo con este criterio, Catalunya siempre ha aparecido por debajo de la media, aunque es una de las que más aporta, lo que se justifica por el componente redistributivo que caracteriza al sistema. Una de las principales reivindicaciones de los responsables de la Administración catalana es que el nuevo sistema corrija esta situación y reequilibre la posición relativa de la comunidad autónoma. Esta reclamación fue recogida en su día en el nuevo Estatut de autonomía. Con los últimos datos, Catalunya se suma al grupo de comunidades que, desde el primer día, han aparecido desfavorecidas en la clasificación de la financiación por habitante (Murcia, Comunidad Valenciana, Canarias, Baleares y Madrid) y, por tanto, ya sin el magro consuelo de mantenerse en una posición superior al promedio estatal.

A pesar de que el volumen de recursos del sistema de financiación crece en 2007, el detalle de las cifras revela que los dineros de las autonomías comenzaban ya a notar los efectos de la crisis inmobiliaria.

Los recursos proceden, fundamentalmente, de tres vías: participación en los grandes impuestos estatales, ingresos de los impuestos cedidos totalmente y transferencias de la Administración central, a través del Fondo de Suficiencia. En las comunidades más ricas, como Madrid o Catalunya, tienen más peso los impuestos, mientras que las menos desarrolladas, como Extremadura, Canarias o Andalucía, dependen más de las transferencias estatales (ver gráfico adjunto).

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria afectó, sobre todo, a los impuestos que gestionan las autonomías, pues dependen en gran medida de la compraventa de vivienda. La caída de los ingresos por esta vía es la que explica que Catalunya quede por debajo de la media (sus ingresos por los tributos cedidos caen casi un 10%).

La negociación con las autonomías tiene, además, otros flecos, como la compensación por la supresión del Impuesto sobre Patrimonio, que hasta ahora ingresaban las comunidades. El Gobierno acaba de dotar 1.800 millones como cantidad a cuenta para cubrir esta pérdida de recursos. Pero las autonomías esperan conseguir unos 2.000 millones.

Miquel Iceta, más de 9.000 millones
El portavoz del PSC se mostró convencido que la cifra de los 9.000 millones ofrecidos de nuevo el viernes por el Gobierno se verá elevada hasta alcanzar “un magnífico acuerdo”. Un pacto que Iceta auguró que será “megaespectacular” en comparación con el que sellaron CiU y el PP (y que posteriormente suscribió el PSOE) en 2001.

Joan Ridao, que adelgace el estado
El secretario general de ERC constató en cambio que “la cosa no va bien” pese a que en las últimas semanas ha habido algunos avances. Ridao insistió en que ni su partido ni el Govern darán el brazo a torcer “porque está en juego el bienestar de toda una generación”. Por lo que al presidente del Gobierno se refiere se preguntó con quién aprobará Zapatero las cuentas de 2010 si Catalunya dice no al modelo y el PSC y sus socios le zancadillean en el Congreso. Afirmó además que, si no hay dinero en la caja, lo que puede hacer Zapatero es “adelgazar” el Estado en favor de las comunidades.

Joan Herrera, suprimir los 400 euros
El secretario general de ICV también dio alternativas para cumplir con Catalunya. Después de considerar una “tomadura de pelo” la inyección de 9.000 millones a todo el sistema propuso a Zapatero que acabe con el ‘cheque’ de 400 euros del IRPF que se devuelve a los contribuyentes.

Artur Mas, ya sin ninguna prisa
Superados ya los plazos legales el líder de CiU se resistió a referirse a “agotar” la negociación porque seguir hablando de fechas como la del 15 de julio es “perder el tiempo” después de que Zapatero se haya saltado las fechas “sin que pase nada”. A su vez, su socio Josep Antoni Duran Lleida instó al PSC a rechazar en el Congreso la última oferta del Gobierno.