Las universidades han trabajado a contrarreloj para adaptar los títulos ya existentes a los nuevos requisitos exigidos por el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), pero para algunas ha sido imposible llegar a tiempo para el próximo curso. El decreto que permitía a los centros diseñar las carreras que conllevan una profesión regulada, como las ingenierías, fue aprobado a principios de año.

La Universidad Politécnica de Madrid ha alcanzado el 30% de sus 53 títulos en apenas unos meses. Le quedan pendientes 27 ingenierías. La Jaume I de Castellón apenas ha llegado al 20% de sus 10 títulos. 'Bastante han conseguido', señaló ayer el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Federico Gutiérrez-Solana.

El límite que estableció el tratado firmado en Bolonia hace 10 años fue el curso 2010/2011. Muchas universidades tendrán que volver a ofertar sus titulaciones en el formato de diplomaturas y licenciaturas. Los responsables del Ministerio de Educación creen que este retraso no supondrá un trasvase masivo de alumnos hacia el plan nuevo.

'La experiencia de lo ocurrido en el presente curso nos dice que el mayor interés está en los que estudiaban una diplomatura y ahora quieren cursar un grado. Los que estudiaban una licenciatura se han trasladado en menor medida', señaló ayer el director general de Política Universitaria,Felipe Petriz.

Durante el curso 2008/2009 se han cursado 142 títulos adaptados a Bolonia. En total, probaron con el plan nuevo 16.000 estudiantes. Las universidades que ya han empezado con esos títulos, como la Universidad Carlos III de Madrid, establecieron puentes para los estudiantes que ya habían comenzado a estudiar en planes antiguos. El EEES basa las convalidaciones en las competencias adquiridas por el alumno, en lugar de en las asignaturas estudiadas.

Las carreras universitarias vinculadas a los colegios profesionales deben tener un porcentaje amplio de conocimientos en común. 'Grados como el de Medicina tienen que tener un mínimo básico de esas competencias', explica Petriz.

El director general de Política Universitaria explicó ayer que la gratuidad de la matrícula del máster para los parados 'se aplicará también en el curso que viene, 2009/2010. El dinero está, lo que hace falta ahora es que se apruebe el decreto para ver cómo se aplica'. El presupuesto comprometido para la medida es de 70 millones de euros.

Los licenciados universitarios que engrosen la lista de parados podrán optar a estudiar un máster oficial en una universidad pública siempre que causen bajan entre los desempleados. De momento, las universidades están recopilando los datos sobre qué tipo de máster ofrecerían según la comunidad autónoma.