Después de celebrar el triunfo electoral del pasado domingo, el Partido Popular se esforzó en la mañana del lunes para que trascendiera que Mariano Rajoy y la canciller alemana, Angela Merkel, habían tenido una conversación telefónica en la que este había solicitado apoyo para España con el argumento de que es un país que cumple. Ayer, fue la dirigente alemana de la CDU la que puso deberes al presidente electo del Gobierno español.

“En este momento difícil para España y para Europa, ha recibido usted un mandato claro de su pueblo para adoptar y aplicar con rapidez las medidas necesarias”, reza un telegrama remitido a Rajoy por Merkel, en el que también le felicita “cordialmente por su victoria electoral”.

Asimismo, la canciller desea al líder de los conservadores “mucha suerte y éxito” en el desempeño de un cargo “que tan alta responsabilidad entraña”. Y se pone a disposición para colaborar en lo que sea necesario: “Me será muy grato cooperar con usted en aras de la profundización de la integración europea y por el bien de Europa”.

La dirigente germana cierra su telegrama felicitándose de que vaya a poder “colaborar” con Rajoy “para seguir consolidando y profundizando” la amistad entre España y Alemania. Tanto la filosofía como el formato del telegrama es muy similar al que Merkel remitió la semana pasada al italiano Mario Monti.

La agencia Fitch reclama un programa de reformas 'ambicioso y radical'

Pero no fue el de la dirigente alemana el único mensaje que le llegó a Rajoy del exterior mientras continúa encerrado en su despacho sin dar ninguna pista, preparando todo lo necesario para el traspaso de poderes y la nueva etapa que le espera al frente del Gobierno. Al igual que Merkel, las agencias de calificación salieron a demandarle un programa claro. Su intención de esperar hasta diciembre para definir su equipo económico y sus decisiones no han gustado nada en el mundo inversor.

Claridad, precisión y dejar de sembrar incertidumbres fueron las demandas que resonaron durante todo el día procedentes de las más variadas fuentes, desde la agencia de calificación de riesgos Fitch, el banco internacional HSBC o el Instituto de Estudios Fiscales.

“Debe sorprender positivamente a los inversores con un programa de reformas estructurales y fiscal ambicioso y radical”, advertía Fitch. El HSBC señalaba que la falta de detalles sobre los planes presupuestarios del nuevo Gobierno dificulta hacer previsiones sobre la economía del país. Por su parte, Lorenzo Dávila, director de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles, pidió a Rajoy que deje de “sembrar incertidumbre” y revele cuáles son sus medidas para luchar contra la crisis y, sobre todo, que “defina el equipo” que se encargará de implementarlas.

“Arrojar transparencia sobre el balance de la banca española es fundamental”, dijo Dávila. Además, aseguró que los mercados están deseando ver cómo va conseguir Rajoy reducir del déficit. Tanto Dávila como el informe de HSBC destacaron el peligro que puede tener para la economía española un programa excesivamente basado en los recortes. “Una mayor austeridad se traducirá en una prolongada recesión”, advirtió el HSBC.

La entidad financiera también reclama a Rajoy que “presente cuanto antes los presupuestos de 2012”. HSBC valora positivamente que el PP controle los gobiernos regionales, porque eso le va a facilitar aplicar las medidas de austeridad que “está claro que llegarán”, aunque destaca que estas van a “debilitar la confianza de los consumidores y el nivel de gasto, que hasta ahora eran sorprendentemente optimistas”.

En definitiva, como le dijo ayer el diario Financial Times, la biblia de los mercados, “Señor Rajoy, la fiesta se acabó”. Es hora de detallar las medidas que nunca explicó en su programa electoral.

En febrero hará un año de que Mariano Rajoy pronunciara una frase de esas que traicionan con el paso del tiempo: “Como español, no me gusta que desde fuera me digan lo que hay que hacer”.

Si no hay cambios de última hora, el futuro presidente del Gobierno de España, que solicitó hace unos días a los mercados “más de media hora de tregua” tras las elecciones, tiene previsto exponer sus planes económicos a algunos líderes europeos los días 7 y 8 de diciembre. La cita será en Marsella, donde se celebrará la Cumbre del Partido Popular Europeo. Pese a que por estas fechas Rajoy no habrá sido designado todavía presidente del Gobierno, su intención es utilizar la convocatoria para mantener algunos contactos con dirigentes europeos como Merkel o Sarkozy.

Merkel remitió la semana pasada un telegrama similar al italiano Monti

Mientras Rajoy ha optado por el silencio, ayer, al igual que había ocurrido un día antes, fueron otros los dirigentes conservadores encargados de trasladar los mensajes del partido dos días después de haber obtenido mayoría absoluta en las urnas.

Su número dos, María Dolores de Cospedal ofreció una rueda de prensa en Toledo en la que insistió en que España es un “país solvente” y demandó que los países de la UE que “cumplen” sean premiados y los que no sean vigilados y se les obligue a cumplir.

En un sentido contrario a los mensajes que llegan de fuera, la también presidenta de Castilla-La Mancha desvinculó la necesidad de que Rajoy nombre a su ministro de Economía con la posibilidad de que el anuncio tranquilice a los mercados.

Además, recalcó que el PP está haciendo lo que puede “para ayudar a nuestro país” pero que el Gobierno en funciones a día de hoy es el socialista, informa Efe. Sólo un día antes de estas declaraciones, su compañero de partido Miguel Arias Cañete apostaba por saltarse los plazos legales para agilizar el traspaso de poderes.

En este contexto se celebrará hoy la primera reunión para el traspaso de poder entre socialistas y conservadores en el Palacio de La Moncloa.

Por su parte, el alcalde de Madrid y número cuatro de la lista por Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó ayer los Presupuestos del consistorio. Fue preguntado por la reacción negativa de la Bolsa y los mercados tras la victoria del PP, sostuvo que, cuando se adopten “medidas efectivas” por parte del nuevo Gobierno, es cuando se podrá hacer una valoración de estos comportamientos.