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El PSOE que llega con Rubalcaba

Cambiarán al menos seis de los 16 secretarios regionales. Rubalcaba 'no promoverá candidatos en ningún territorio', según asegura su equipo

GONZALO LÓPEZ ALBA

En la tarde del 4 de febrero, tras la votación que le convirtió en el nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba proclamó el final del rubalcabismo y esa noche, durante las conversaciones para configurar la Ejecutiva, exigió también la disolución del chaconismo. Pero, por más que Rubalcaba siempre haya negado la existencia del rubalcabismo y Chacón haya optado por difuminarse en el paisaje, a la espera de una segunda vuelta del congreso en las primarias que habrán de convocarse para elegir al próximo candidato electoral, el pulso entre ambos por el liderazgo del PSOE tiene una secuela inmediata en los congresos territoriales que comienzan este mes.

Desde la dirección federal se asegura que Rubalcaba 'no va a promover candidatos en ningún territorio'. Y los chaconistas han entrado, como tales, en estado durmiente y se han replegado a sus cuarteles de invierno, pero su situación no es uniforme.

El pulso entre rubalcabistas y chaconistas vive su secuela territorial

Así, por ejemplo, el madrileño Tomás Gómez se enfrenta a un nuevo intento por desbancarle, mientras que el navarro Roberto Jiménez, aunque fue el primer secretario regional en apostar por Chacón, goza de una sólida posición tras haber reunificado el partido y gobernar en coalición con UPN. El manchego José María Barreda, que ya estaba de retirada, ha decidido anteponer la unidad regional a sus diferencias con Emiliano García Page. Por contra, en el País Valencià quienes formaron la plataforma de Chacón siguen trabajando unidos para articular una candidatura colectiva.

Esta prolongación del congreso federal podría haberse evitado si el proceso de renovación abierto en el PSOE tras la renuncia de José Luis Rodríguez Zapatero a un nuevo mandato hubiera tenido un desarrollo inverso, más acorde con el principio de hacer los cambios desde abajo hacia arriba, de suerte que la fase que culminó con la elección de Rubalcaba como secretario general hubiera estado precedida por la renovación de las direcciones locales, provinciales y regionales. Pero la tradición en el PSOE es que sea el cónclave federal el que dé el pistoletazo de salida para los congresos territoriales y, según establece la disposición adicional tercera de su reglamento de congresos, los regionales deben tener lugar, a partir de la celebración de aquél, 'en un plazo inferior a 60 días'. Es decir, antes del día 5 de abril.

Las únicas excepciones a esta regla serán los congresos de Andalucía y Asturias, por tener que afrontar dentro de ese plazo una convocatoria electoral: los comicios del 25 de marzo. La fecha exacta para su celebración aún está por determinar, pero será después de las elecciones autonómicas, cuyo resultado determinará las opciones de continuidad de José Antonio Griñán y Javier Fernández, que serán los candidatos electorales. Los socialistas catalanes, que aplican sus propios calendarios, ya hicieron el suyo en diciembre del año pasado, cuando eligieron a Pere Navarro en sustitución de José Montilla.

Los barones que apoyaron a Chacón, en situaciones dispares

De los 16 secretarios regionales, al menos seis cambiarán con toda seguridad Aragón, Balears, Cantabria, Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja. A estas seis federaciones puede añadirse Castilla y León, si Óscar López opta por dejar la secretaría regional para concentrarse en su nueva responsabilidad como secretario federal de Organización. Rubalcaba ha dejado la decisión en sus manos y López tiene previsto anunciarla mañana, en Valladolid.

Otros tres secretarios regionales tendrán que enfrentarse seguramente a candidaturas alternativas País Valencià, Madrid y Galicia. Los únicos cuyo liderazgo está asentado, aunque en algún caso tendrán que hacer frente a minorías críticas, son: Patxi López (Euskadi), Roberto Jiménez (Navarra) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura, 14 y 15 de abril). En otros casos, como Cantabria y Murcia, a pesar de que los secretarios generales están de retirada, no acaba de emerger un relevo claro.

La federación del País Valencià, que es la segunda por número de militantes tras Andalucía, es la que está más fragmentada. En su congreso, que se celebrará entre el 30 de marzo y el 1 de abril, podrían presentarse hasta cuatro candidatos, aunque no todos reunirán apoyos suficientes para llegar hasta el final. Tres ya se han postulado, y, en una especie de congreso de la marmota, los nombres son los mismos de 2008.

Los congresillos celebrados con vistas al federal que se celebró en Sevilla pusieron de manifiesto que el partido está muy dividido y que el secretario general, Jorge Alarte, precisaría de alianzas para poder continuar en el cargo, al que llegó desde la alcaldía de Alaquàs, promovido por Leire Pajín y José Blanco, y por sólo 20 votos de ventaja sobre la candidatura alternativa que encabezó Chimo Puig.

Varios secretarios regionales tendrán que hacer frente a otros candidatos

Los nombres son los mismos de hace cuatro años, pero desde entonces han pasado muchas cosas. Alarte y Pajín se distanciaron y otro tanto ha ocurrido entre Alarte y Puig afín a Ciprià Ciscar, que acabó pactando con el secretario general después de disputarle el cargo. En los congresillos, la lista de Alarte en Valencia sólo cosechó el 35% de los votos, frente al 43% de la apadrinada por Ciscar-Pajín-Puig y el 20% de la de Francesc Romeu, que en el anterior congreso acabó integrándose con Puig, al igual que Izquierda Socialista, que ahora ha lanzado como su referente a Manuel Matas. De este se dice que difícilmente obtendrá los avales necesarios y de Romeu que lo tendrá difícil porque su implantación se concentra en Valencia y sólo algo en Alicante.

Así pues, la disputa final quedaría entre Alarte y el candidato que promuevan los sectores que se aglutinaron en torno a Chacón. Siguiendo el modelo aplicado por la exministra, quien a su vez lo tomó de Zapatero, sus integrantes quieren lanzar primero una plataforma de ideas que sirva de aglutinante en las tres provincias y tenga como fundamento 'la absoluta necesidad de recuperar la sintonía con la sociedad, con una dirección potente y creíble'. Si prospera, entraría en liza el cuarto candidato, todavía por decidir. Puig parece la opción más clara por su predisposición a dar ese paso, pero por ahora no concita unanimidad y no hay decisión. Algunos de los miembros de ese grupo intentan convencer a Leire Pajín, pero la exsecretaria federal de Organización se muestra muy renuente. Y, aunque Alarte apoyó a Rubalcaba, el nuevo secretario general ha evitado dar cualquier pista sobre sus preferencias, hasta el punto de que en su Ejecutiva incluyó a representantes de los tres principales sectores en liza.

Desde que en 2007, tras el tamayazo que privó al PSOE del gobierno de la Comunidad de Madrid, fue elegido por José Luis Rodríguez Zapatero para renovar el socialismo madrileño, Tomás Gómez ha ganado cuatro elecciones internas: dos congresos uno extraordinario, unas primarias a Trinidad Jiménez y el congresillo para elegir a los delegados para el 38º Congreso federal. Ahora, el dirigente que anticipó el ocaso de Zapatero al ser el primero en decir 'no' a los deseos del secretario general, alberga en su fuero interno la aspiración de ser el primero en ganar a Rubalcaba, quien participó activamente en el intento de sustituirle por la exministra de Asuntos Exteriores en la candidatura para las últimas elecciones autonómicas y con el que se ha vuelto a enfrentar al apoyar expresamente la candidatura alternativa de Chacón.

Óscar López desvelará mañana si renuncia en Castilla y León

Si en el País Valencià son los chaconistas los que aplican el modelo de lanzar una plataforma de ideas antes que un candidato, en Madrid los que están siguiendo este esquema de trabajo son quienes intentan descabalgar a Gómez. En las asambleas se ha presentado un manifiesto Alternativa por el cambio y la convivencia y también bloques de enmiendas a la ponencia marco, documentos que son compartidos por varios grupos que confluyen en el rechazo a Gómez.

Son los antiguos renovadores, que se identifican con Jaime Lissaveztky, íntimo de Rubalcaba y exsecretario regional; los seguidores del anterior secretario general, Rafael Simancas, ahora responsable de Formación de la Ejecutiva federal; los vinculados a Manuel García Hierro, los que secundan al secretario general de las Juventudes y los críticos que encabeza el exdiputado regional César Giner, promotor de la plataforma Más izquierda Madrid. Pero el movimiento más significativo ha sido el protagonizado por José Cepeda, que aglutina parte del antiguo acostismo versión madrileña del guerrismo y que, tras cerrar filas con Gómez en el anterior congreso, ahora se ha distanciado del secretario general al apoyar la candidatura de Rubalcaba frente a la de Chacón. Estos sectores se agruparon en el congresillo en la lista encabezada por Lissavetzky, que obtuvo el 44,7% de los votos, y ahora están midiendo fuerzas de nuevo en los que se celebran hasta hoy para elegir a los delegados al congreso regional.

Autodescartado el exministro Valeriano Gómez, se maneja una lista de posibles candidatos que responden a distintos perfiles: Manuel Robles, como alcalde de la población más importante que aún gobierna el PSOE (Fuenlabrada); José Cepeda y Óscar Iglesias, entre los que son parlamentarios regionales; y el secretario regional de UGT, José Ricardo Martínez, que ya ha flirteado en otras ocasiones con el salto desde el sindicalismo a la política. La previsión es que a lo largo de esta semana se sepa quién encarna la alternativa a Gómez.

Pachi Vázquez llegó a la Secretaría General de los socialistas gallegos para, apoyado por José Blanco, rearmar el partido tras la inesperada derrota de Emilio Pérez Touriño al cabo de una legislatura de Gobierno de coalición con el BNG. Ahora, en el congreso que el PSdG celebrará entre el 9 y el 11 de marzo, Vázquez aspira no sólo a la reelección como secretario general, sino también a salir suficientemente reforzado para ser el candidato en las próximas elecciones autonómicas, que tocan en 2013, pero que el líder socialista cree que se adelantarán al otoño o, incluso, al verano.

El proceso que condujo al 38º Congreso federal dejó a la vista la existencia de distintos focos críticos, aunque de momento ninguno ha cuajado en una candidatura. Parte de quienes apoyaron a Fran Caamaño en A Coruña intentaron convencerle para que se postulara, pero el exministro ha declinado esa posibilidad.

Patxi López, Vara y Jiménez, los únicos cuya reelección se da por segura

Vázquez también mantiene una relación tensa con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a raíz de la pretensión de este de saltarse la normativa sobre incompatibilidades impulsada por el secretario general para permitir que su mano derecha, Carmela Silva, pudiera hacer doblete como diputada y primera teniente de alcalde. Ahora, los tres están en la Ejecutiva federal y Caballero ha puesto Vigo en el foco de atención tras capitalizar el movimiento protagonizado por los alcaldes para ser más tenidos en cuenta en los órganos de dirección. No se cree que Caballero, que ya fue candidato a la Presidencia de la Xunta, se postule para disputar el liderazgo gallego a Vázquez, pero sí que su posición pesará en el desenlace final.

Con todo, el auténtico núcleo de descontento con Vázquez lo conforman un grupo de diputados regionales y concejales afectados por el principio de 'una persona, un cargo' que el secretario general ha aplicado con rigor y que ahora ha hecho suyo Alfredo Pérez Rubalcaba, si bien a día de hoy Silva acumula cuatro cargos: diputada, secretaria segunda del Congreso, primera teniente de alcalde de Vigo y secretaria de Emigración de la Ejecutiva federal del PSOE.

Entre las figuras más destacadas de ese grupo de descontentos se señala a Xaquín Fernández Leiceaga, anterior portavoz socialista en el Parlamento gallego y que continúa como diputado regional tras renunciar al puesto de concejal en el Ayuntamiento de Santiago. En la lista de autodescartes para encabezar una alternativa figuran también los nombres de José Ramón Gómez Besteiro, presidente de la Diputación de Lugo, y Francisco Rodríguez, alcalde de Ourense.

Ayer comenzó el proceso para elegir a los delegados, en el que se espera que la posible alternativa del sector crítico cobre cuerpo o se diluya. Hay quien piensa que la posibilidad de que se plantee se ha aireado tanto que sus promotores no podrán dejar de hacerlo a riesgo de quedar desacreditados. Pero hay también quien sostiene que una candidatura sin opciones reales de triunfo, que pudiera obtener como máximo alrededor del 20% de los votos, sólo contribuiría a reforzar a Vázquez.

En Castilla-La Mancha y Aragón, que son la cuarta y la sexta federación por número de militantes, respectivamente, se apunta a una renovación pactada entre los distintos sectores.

En Aragón, Marcelino Iglesias completará el proceso de retirada que ya comenzó al descartarse como candidato electoral. Aunque antes del 38º Congreso llegaron a manejarse varios nombres como posibles candidatos para tomar el relevo del exsecretario federal de Organización y ahora portavoz socialista en el Senado, existe ya un pacto entre las tres provincias aragonesas para situar al frente del partido a Javier Lambán, secretario provincial de Zaragoza y presidente de la Diputación. Su congreso se celebra entre el 31 de marzo y el 1 de abril.

En Castilla-La Mancha, aunque una parte del sector que apoyó a Chacón querría dar la batalla con una candidatura alternativa, el secretario general, José María Barreda, frena esos movimientos para favorecer el cierre de filas en torno al alcalde de Toledo, Emiliano García Page, considerado como el dirigente manchego con más proyección en estos momentos, máxime después de haber logrado entrar en la Ejecutiva federal. Esta será la primera federación donde se consume la renovación, los días 25 y 26 de este mes.

En Cantabria, el territorio natal de Rubalcaba, no acaba de aparecer un claro relevo para Lola Gorostiaga, que dejará el cargo y ha pasado a entrar en la Ejecutiva Federal. En La Rioja, optará el joven diputado César Luena, procedente de las Juventudes y estrechamente vinculado a Óscar López, aunque se da por seguro que habrá un segundo candidato. En Murcia se manejan varios nombres, sin que aún se haya decantado un favorito: la lista la encabezan Begoña Retegi, portavoz en el Parlamento regional; y Rafael González Tovar, exdelegado del Gobierno y padre de María González Veracruz, que fue portavoz de la candidatura de Rubalcaba y pertenece a la Ejecutiva federal, pero también se habla de otros, como Ramón Ortiz, que ya fue secretario regional. En Balears, para sustituir a Francesc Antich parte como clara favorita Francina Armengol, presidenta del Consell Insular de Mallorca. En Canarias optará a la reelección José Miguel Pérez, pero no se descarta que surja una alternativa después de que el sector vinculado a Juan Fernando López Aguilar le ganara los congresillos previos al Congreso federal.

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