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Un concejal de Aguirre pide dejar a Cobo sin su portavocía

Fernando Martínez Vidal quiere que deje su cargo en el grupo municipal

MARÍA JESÚS GÜEMES

No fue al Comité Ejecutivo del PP de Madrid pero estuvo presente. El vicealcalde madrileño, Manolo Cobo, no acudió a la reunión porque está suspendido cautelarmente de militancia por decir que desde la Comunidad de Madrid se montó 'una gestapillo' para espiarle y que era de 'vómito' lo que Esperanza Aguirre y su equipo estaban haciendo con Rodrigo Rato para que no fuera presidente de Caja Madrid.

Ayer, el concejal de Moratalaz, Fernando Martínez Vidal, expuso que en sus filas se vivía un 'malestar muy grande' con esta situación y pidió a los suyos que, dentro de los estatutos del grupo municipal, se buscaran 'todas las fórmulas posibles' para quitarle el cargo de portavoz. Este edil , afín a Aguirre, ya lo intentó el pasado 28 de octubre, cuando en una tensa votación, pidió junto a otros doce compañeros el cese de la mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón.

Aguirre propone el adelanto electoral que Rajoy no se atrevió a pedir

Pero Aguirre no quiso hablar del tema. Carpetazo. No tiene pensado pronunciarse hasta que la sanción sea definitiva. Cabe recordar que el Comité Nacional de Derechos y Garantías ha propuesto que se le castigue con un año pero que se calcula que la pena finalmente se rebajará.

La presidenta de la Comunidad de Madrid llevaba sus propios titulares y no quería que nada se los chafara. Eso y que tanto ella como sus colaboradores han decidido ignorar a Cobo. Así, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, afirmó ayer que él tenía 'cosas más interesantes que hacer que prestar atención' a lo que pudiera decir el vicealcade tras su paso por el juzgado a donde fue a declarar por el supuesto caso de espionaje del Gobierno regional.

Granados tacha de 'cosa de escasa entidad' el supuesto espionaje a Cobo

Más despreciativo fue el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, quien rehusó hacer ningún tipo de valoración porque los ciudadanos no le pagan 'para dedicarse a cosas de tan escasa entidad'. Pero lo que para él es una minucia, para el entorno de Cobo no lo es. Más cuando para ellos Granados es la persona a la que señalan como responsable de ordenar los seguimientos.

Durante su intervención, Aguirre pidió un adelanto electoral. Fue su golpe de efecto para enterrar definitivamente su famoso 'hijoputa'. El que un micrófono abierto captó la semana pasada cuando la presidenta madrileña se alegraba de que IU hubiese obtenido un puesto en Caja Madrid en detrimento de su propia formación. Todo con tal de fastidiar a Gallardón.

Aguirre se erigió en 'jefa de la oposición' con un discurso en clave nacional: 'Dada la situación a la que Zapatero ha llevado a España y su demostrada incapacidad para sacarnos de este atolladero, lo más lógico, lo más honesto, lo que tendría que hacer, es convocar a las urnas a los españoles para que digan quién quieren que dirija la nave del país para que empiece cuanto antes la recuperación económica'.

Aguirre le robó de nuevo el protagonismo a Mariano Rajoy. El líder de la oposición no se ha atrevido a tanto nunca. Es más: en su última rueda de prensa, el 30 de diciembre, le preguntaron por ello. La respuesta fue una evasiva: 'Yo no voy a plantear si debe haber o no un adelanto electoral. Pero sí digo que hemos perdido un año, que las cosas van peor y que España no se merece un presidente empecinado en hacer las cosas para que todo vaya peor'.

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