El líder de IU, Cayo Lara, cree que al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, 'la guerra de banderas' que ha agitado el presidente de la Generalitat, Artur Mas, también le va bien porque puede así 'ocultar' los 'problemas reales' que afectan al país. Y le viene bien, según ha señalado Lara en una rueda de prensa en el Congreso, porque de esta manera no habla del rescate ni de los seis millones de parados que se prevén para final de año o del nuevo ajuste de 102.000 millones de euros que la troika ha diseñado para este año y los Presupuestos de 2013 y 2014.

El coordinador federal de IU también ha echado en cara a Mas que haya recurrido al mensaje de 'o pacto fiscal o independencia' por los mismos motivos: 'Esconder' la situación real de Catalunya, donde se han privatizado los servicios públicos, ha crecido la exclusión social y el paro, según ha dicho, debido a las políticas 'neoliberales' de CiU. Además, ha señalado, 'no hay que olvidar' que Convergència ha apoyado al Gobierno en reformas como la laboral o el 'repago' de la sanidad.

El verdadero problema de Catalunya, ha explicado, ha sido la pérdida de ingresos 'permanente' en las arcas públicas, que empezó con José María Aznar, siguió con José Luis Rodríguez Zapatero y continúa con Rajoy –ha recalcado– y todo ello 'con el apoyo de CiU'. Catalunya, ha insistido, tiene menos recursos, igual que otras comunidades autónomas, no porque no tenga un pacto fiscal o no sea independiente, sino porque ha sido un 'colaborador activo' en las medidas adoptadas en favor de la 'desfiscalización' de la Hacienda pública. Desde 1980, ha contado, el fraude fiscal se ha multiplicado por cuatro y la presión fiscal en España es ocho puntos del PIB menos que la media de la Unión Europea.

Mas sugirió ayer, tras su reunión con el jefe del Gobierno, que el martes, en el debate de política general, anunciaría alguna decisión después de que Rajoy le haya dejado claro que su propuesta de un trato fiscal especial para Catalunya es incompatible con la Constitución. Un pulso del presidente de la Generalitat que, en el improbable caso de que desembocara en una declaración unilateral de la independencia, ha afirmado Lara, 'ni se le pasa por la imaginación' que el Ejecutivo pudiera replicar con una acción de fuerza. Ha recalcado que pensaba que la ciudadanía catalana era inteligente y no se lanzaría a una 'aventura independentista' porque este camino 'no resuelve sus problemas'.