La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, considera 'normal' que el Gobierno cubano exprese 'cierta cautela' hasta conocer qué propuesta de diálogo le va a plantear la Unión Europea para entablar una relación bilateral con la isla.

En declaraciones a los periodistas en el Congreso, la ministra ha interpretado de este modo la advertencia del canciller cubano, Bruno Rodríguez, de que la UE 'sueña' si piensa que puede normalizar las relaciones con su país sin antes revocar la posición común, vigente desde 1996. 'Hay que saber leer esas declaraciones en su justa medida y lo que forma parte del lenguaje diplomático habitual', ha dicho la ministra respecto a las palabras pronunciadas por Rodríguez en la sede de Naciones Unidas.

A juicio de Jiménez, 'es normal' que Cuba 'exprese una cierta cautela, como cautela también ha expresado la propia UE', después de que sus ministros de Exteriores acordaran el pasado lunes establecer contactos políticos con el régimen castrista y comenzar a explorar vías para un nuevo acercamiento a la isla. Jiménez ha insistido en que las palabras del canciller cubano 'hay que enmarcarlas en ese lenguaje que habitualmente usamos en el ámbito diplomático en el sentido de estar a la espera de cuáles son los frutos y la dimensión de ese diálogo que la UE va a iniciar, el contenido del mismo y hasta dónde va a llegar la nueva relación'.

'Hay que saber leer esas declaraciones en su justa medida'

La titular de Asuntos Exteriores se ha mostrado convencida de que el mandato dado a la jefa de la diplomacia europea, Catherine Asthon, es 'un buen paso y una buena señal', a pesar de no suprimirse la posición común, que condiciona la interlocución con Cuba a que dé pasos hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos. 'Estoy convencida de que va a iniciar una nueva relación, pero en diplomacia todo va poco a poco, paso a paso, y tenemos que ir viendo como va avanzando esa nueva relación', ha añadido.

El canciller cubano rechazó normalizar las relaciones

La postura expresada por el canciller cubano es la primera reacción de La Habana a lo acordado por los Veintisiete el lunes en Luxemburgo, reunión en la que Jiménez se estrenó tras relevar a Miguel Ángel Moratinos el pasado jueves al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El acuerdo pretende dar respuesta a la excarcelación de 42 presos políticos acogidos en España desde el pasado mes de julio y a las reformas económicas para fomentar negocios por cuenta propia entre los cubanos. La UE rechazó revocar la posición común, como defendía España, puesto que algunos socios creen que las medidas del régimen castrista son insuficientes.