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Cómo tener un millón de euros y no ser de derechas

Alfredo P. Rubalcaba. Intereconomía le reprochó que fuera a un acto público en un Skoda

ANTONIO AVENDAÑO

Si Rajoy no es pobre, Rubalcaba aún lo es menos, de manera que a ambos les honra su dedicación a una actividad como la política sin la que podrían no ya vivir, sino vivir bien e incluso muy bien. Aun así, el candidato del PSOE tiene unos ingresos netos anuales tres veces inferiores a los que percibe Mariano Rajoy. Según la web del Congreso, el líder socialista cobró el año pasado 60.971 euros netos, de los cuales 55.374,27 correspondieron a su sueldo como vicepresidente y ministro del Interior. En concepto de IRPF pagó a Hacienda 23.825,89 euros, que, se mire como se mire, no deja de ser un pico.

La misma página desvela el patrimonio de Rubalcaba: un piso con garaje con un valor catastral de 225.836 euros (pedazo de piso) y una cuenta global de 984.283 euros (pedazo de cuenta), si bien en torno al 60% de esta cantidad, exactamente 614.631 euros, proviene directamente de una herencia paterna, pues, al igual que Rajoy, Rubalcaba también pertenece a una familia con posibles. El líder socialista también tiene un coche Mazda y un Skoda Fabia, aunque considerando el resto del patrimonio casi no vale la pena molestarse en consignarlos. Todos esos datos los sabemos gracias a la reciente reforma legislativa del estatuto de los parlamentarios. Con ella, las dos cámaras dieron un gran paso en las políticas de transparencia, si bien hay que apresurarse a añadir que hablar en España de políticas de transparencia es incurrir en un oxímoron del tipo música militar o derecha solidaria.

Una herencia de 614.000 euros eleva a 984.000 el capital del candidato

Muchos militantes socialistas y gran parte de sus votantes debieron quedarse entre perplejos y de piedra cuando un par de meses atrás, el día que se abrió al público la web del Congreso, se enteraron de que tenían un candidato rico. Ya, ya, el término exacto, la palabra objetiva no es rico, pero es que en cuestión de dinero la objetividad sólo existe para la Agencia Tributaria y para los bancos, y aun sobre eso habría mucho que discutir, mientras que para todos los demás se trata de un asunto completamente subjetivo, aunque con los tiempos que corren sería más objetivo decir dolorosamente subjetivo.

Siendo Rubalcaba tan celoso de sus cosas, no debió gustarle estar en boca de un país tan cotilla como este: media España apurada de simpatizar con un candidato con ese patrimonio y la otra media preguntándose maliciosamente cómo habrá conseguido un capital así un rojo y lamentándose de que en este mundo la riqueza esté tan mal repartida, con lo buen papel que haría un patrimonio así en una persona de orden, a la que desde luego lo último que se le ocurriría, teniendo ese dinero, es comprarse un mísero Skoda Fabia, pudiendo hacerse con un cuatro por cuatro de 500 caballos con las llantas cromadas.

Intereconomía le reprochó que fuera a un acto público en un modesto Skoda

De hecho, cuando Rubalcaba se dejó ver con su utilitario unos meses atrás, en el programa de referencia patriótica El gato al agua, perteneciente a la cadena del bando nacional Intereconomía, ya se ocuparon de decirle unas cuantas cosas bien dichas. Lo dicho: que no se hizo la miel para la boca del asno, sobre todo si el asno es del PSOE.

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