La Policía tiene pruebas para acusar a Daniel Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho, de asesinato premeditado, un delito castigado con la pena capital. Sancho confesó haber matado y descuartizado a un colombiano, identificado como Edwin Arrieta, en la isla turística de Koh Pha Ngan, Tailandia. 

"Tenemos suficiente evidencia y ahora depende del tribunal empezar el juicio", dijo Somsak Nurod a AFP, jefe de investigación de la comisaría de Koh Pha Ngan.

No obstante, la Policía de la isla tailandesa continúa la recopilación de más pruebas que puedan ser usadas en el juicio de Sancho, incluidos varios resultados de ADN y el teléfono móvil de la víctima, que hasta ahora no ha sido recuperado por el grupo de investigadores. 

La policía encargada del caso, que no tiene previsto de momento volver a interrogar a Sancho, tiene un plazo de 84 días para terminar un primer informe de la investigación, el cual entregará al fiscal, y será hasta entonces cuando podría empezar el juicio.

"De momento, seguimos comprobando imágenes de cámaras de seguridad y esperamos los resultados de algunas pruebas de ADN. Como el laboratorio está en Bangkok, estamos tardando en recibir algunos resultados", detalló la fuente.

Hasta el momento, se han encontrado siete partes de las 15 en las que el cadáver de Arrieta fue desmembrado, según confesó Sancho a la Policía durante los interrogatorios.

Sancho sigue en "buen estado anímico"

Watcharapong Boonsaior, el director de la prisión del distrito de Koh Samui, afirma que Sancho se "mantiene en buen estado anímico" tras su ingreso al centro penitenciario. 

Boonsaior explicó que aunque Sancho "no mostró signos de miedo o ansiedad", dos funcionarios de la prisión tienen el encargo de ocuparse de él y "conversar con él para aliviar cualquier estrés potencial".

Sancho, de 29 años, se sometió a un análisis físico a su llegada al centro y "su condición general era normal". El hijo del actor Rodolfo Sancho está cumpliendo un aislamiento obligatorio de diez días en la zona hospitalaria de la cárcel para cumplir con los protocolos de prevención por la crisis sanitaria del covid-19.

El director del centro señaló que el español no recibirá ningún trato especial y "tiene los mismos derechos que otros reclusos".

La cárcel de Samui es una prisión considerada como "amable" para penas máximas de 15 años y Sancho se encuentra de momento en una división interna "más tranquila", en la que las celdas son "mejores" y tienen menos presos, aseguron a EFE fuentes cercanas al caso.