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La cantante Aitana en su videoclip de 'Los Ángeles'.
Fotograma del videoclip de 'Los Ángeles', el primer sencillo que conocimos de 'alpha', el nuevo disco de Aitana.
Fotograma del videoclip 'Miamor', la última canción de Aitana con Rels B.
Fotograma del videoclip 'Miamor', la última canción de Aitana con Rels B que formará parte de 'alpha'.

Aitana y el deseo: la necesidad de dejar atrás a la niña que ya no es

‘Los ángeles’. ‘Miamor’. Las últimas canciones de la artista dejan claro que su era ‘alpha’ viene cargada de sensualidad y se dirige a un ‘fandom’ mucho más adulto. ¿Logrará convencer a su público más infantil?

Laura Cuesta

Hace 10 años una joven Miley Cyrus (1992) protagonizó uno de los momentos más icónicos de la cultura pop: su actuación en los MTV Video Music Awards 2013. La cantante y actriz salió a escena con un body, dos moñitos y la lengua fuera, dejando atrás el traje de chica Disney que la había acompañado en los años anteriores. La imagen de ella perreando a Robin Thicke pasó a formar parte del imaginario colectivo. Cyrus “mató” a golpe de twerking a Hannah Montana

A Aitana Ocaña (1999) no le ha hecho falta una actuación en directo con millones de espectadores, pero su paso de niña a adulta (musicalmente hablando) recuerda en cierta medida al de Cyrus. La de Tennessee apostó por mostrar su parte más sensual para demostrar que ya no era esa estrella infantil que la gente conocía. Que, como otras chicas de su edad, sus intereses ahora eran otros. Y entre ellos estaba el sexo. Algo parecido ha ocurrido con la de Sant Climent de Llobregat, que ha pasado de cantar sobre el amor más “puro” a hablar sin reparos del deseo sexual. 

Del amor más blanco…

Aitana entró en Operación Triunfo a los pocos meses de cumplir 18 años. No llegó a entrar en la Universidad para estudiar Diseño y, como ella misma ha relatado en varias entrevistas, se había criado en un pueblo de apenas 4.000 habitantes. Entrar en la Academia supuso un shock, pero más impactante fue la salida del programa. A los tres meses de terminar el concurso, la extriunfita consiguió un millón de seguidores en Instagram. Y fue toda esta vorágine de popularidad el escenario en el que Aitana tuvo que empezar a crear sus primeras canciones como artista en solitario. 

A diferencia de lo que ocurrió con algunos de sus compañeros de edición, la que quedó segunda en OT empezó a sacar temas muy rápido. Presentó un primer EP (Tráiler, 2018), el mismo año que salió del programa y, meses más tarde, su primer álbum de estudio (Spoiler, 2019). Aitana ya dejaba claro el camino que quería seguir como artista no solo con su sonido, sino también con sus letras.

Teléfono, Vas a quedarte, Con la miel en los labios o Nada sale mal son algunas de las canciones de aquella  época y todas tienen un denominador común. Más allá de tener un sonido de pop comercial, todas son canciones románticas que hablan de amor/desamor y relaciones de pareja. Pero, ¿de qué manera?

“¿Por qué nunca admití estar enamorada? / Siempre lo supe y no dije nada / Mi corazón se quiso esconder”. “Me pusiste la luna en las manos / Te gané sin temblar de un asalto / Nos rompimos el alma en pedazos”. “Y aunque la verdad yo nunca te esperé / Yo ya he estado sola y sola yo estoy bien / No necesito a nadie”. 

Son algunas de las letras de los primeros temas que conoció el público. Son, como el resto de canciones de su primer álbum, un ejemplo de contenido blanco apto para toda la familia. Nada de deseo ni tensión sexual, nada de contacto físico, nada de sensualidad. El objetivo parecía ser llegar a un público mayoritario y poco a poco los conciertos de la extriunfita empezaron a llenarse de niñas, niños y familias enteras. Aitana tenía apenas 18-19 años y el público acogió muy favorablemente su manera de expresar el amor y desamor. 

Luego vino 11 Razones (2020), un disco más pop-rock pero que siguió manteniendo el mismo tono good girl en las letras. La cosa es que esto no tenía por qué durar para siempre. Como su público, Aitana también estaba creciendo y tarde o temprano esta madurez podía acabar reflejándose en su música

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… A la sexualidad y el deseo

Entonces llegó Berlín (2021), y luego vino Formentera (2021), y más tarde En el coche (2022). Aitana empezaba a cambiar de sonido, experimentando con beats más electrónicos. Y, de repente, la extriunfita empezaba a mostrar una versión más adulta de sí misma.

“Yo quiero besarte, besarte y besarte / Y ahora me jode más tener que esperarte”, canta en Berlín. Era la primera vez que se atrevía a decir que algo “le jodía”. Era la primera vez que aparecía besándose directamente con un chico (el actor Julio Peña) en un videoclip. Aitana iba soltando poco a poco la cuerda que la ataba a esa imagen de niña buena. Una cuerda que ha terminado por cortar directamente con alpha, el nuevo disco que sacará el 22 de septiembre

Los primeros adelantos que ya hemos podido escuchar demuestran que Aitana está viviendo su propia transformación a lo Miley Cyrus en los MTV de 2013. El primer single fue Los Ángeles, donde la catalana habla sin tapujos del deseo sexual hacia un amor secreto. “Y estas ganas no se van / Cuanto más me comes, más me gusta”. La letra se sumó a un videoclip explosivo.

El termómetro no ha dejado de subir desde entonces. Su último sencillo, miamor, junto a Rels B, es la confirmación de toda esta narrativa. “Y terminó bailando encima de mí / Pasamos toda la noche jugando / Y cuando terminamos lo volvió a repetir / Un beso en el cuello y empezamos / Sus labios mojados / Ella encima de mí (…) Mi amor, sin ropa los dos / Haciendo el amor / En su habitación”. 

Aitana fue clara en su entrevista con Ibai Llanos sobre esta evolución. “Los temas nuevos son un poco más rebeldes. Hay de todo, pero sí son un poco más de personas de mi edad. Es una canción de ‘mira, a mí no me importa, yo tengo 23 años, voy a hacer lo que me apetezca hacer en el momento’”. 

¿Una muñeca que sale de fiesta?

La artista debió ser consciente de que con este cambio se arriesgaba a las críticas de una parte de su público, compuesto por las familias de padres, madres, niños y niñas que llenan sus conciertos. De hecho, las decepciones no han tardado en llegar a sus redes sociales tras lanzar las últimas canciones.

Los comentarios en su perfil de Instagram son bastante claros. “Triste ver que Aitana se convirtió en una cantante moderna más y no en lo que prometía ser”. “Aitana te quiero muchísimo pero si te quieres quitar a los niños pequeños que te siguen está no es la manera no hace falta hacerles daño”. “Una lástima, has perdido tu esencia y has entrado en la vulgar venta de sexualidad. Mis hijos, auténticos fans, tendrán prohibida tu música”. 

 

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El colmo de polémica llegó con el anuncio de la nueva muñeca Nancy inspirada en el videoclip de Las Babys. “Asociar una muñeca infantil con una canción que habla de perrear y salir de fiesta no lo veo lógico”, comentó un usuario en Twitter. 

Ya lo dice claramente Aitana: los ángeles también pecan. Ahora habrá que esperar al lanzamiento de alpha y ver cómo impacta esta versión más sensual y adulta en la carrera de la extriunfita. Por volver a la analogía. A Miley Cyrus su “revolución sexual” de 2013 le valió varias críticas, pero también sirvió para conseguir nuevos seguidores. Estos valoraron su valentía para transgredir y romper las cadenas de su etapa anterior.