Tras el grave terremoto que ha sufrido la región de Abruzzo en el centro de Italia, comienzan a surgir los primeros testimonios de las víctimas de la tragedia que ha afectado hasta 26 municipios en el centro sur del país.

'He estado tres horas bajo los escombros. No conseguía salir. Afortunadamente, dos vigas impidieron que una pared me cayera encima'. Son las declaraciones de Guido Mariani, de 23 años, estudiante de ingeniería electrónica recogidas por el diario La Repubblica . Junto a él está el cadáver de su compañero de piso en el centro de L'Aquila, en la avenida XX de septiembre, una de las zonas más afectadas por el terremoto. Guido se queja de que 'los servicios de emergencia llegaron tres horas después del terremoto'.

'Los temblores comenzaron ya en diciembre', dice Lucia Cicco de 27 años, que vive en la avenida de Bartolomei. Hace meses que no podíamos dormir. Ayer hubo temblores durante toda la tarde y uno muy fuerte cerca de las 22.30 horas. Después, de pronto, escuchamos como una explosión. Salimos corriendo y cuando llegamos a la calle, el edificio de enfrente ya no existía'.

La agencia EFE también ha ido recopilando testimonios de los ciudadanos de L'Aquila. 'Cuando se produjo el seísmo, corrí a la casa de mi padre, abrí la puerta principal y vi que todo se había derrumbado. Mi padre seguramente está muerto. Pedí ayuda pero no había nadie cerca', dijo Camillo Berardi en L'Aquila.

Otros se consideraron afortunados, mientras ancianas lloraban y residentes que sólo contaban con sus manos y buena voluntad ayudaban a los bomberos y equipos de rescate a revisar entre los escombros. 'Me desperté escuchando lo que sonó como una bomba', dijo Angela Palumbo, de 87 años, mientras caminaba por una de las calles de L'Aquila.

'Pudimos escapar mientras caían cosas alrededor nuestro. Todo se movía, los muebles se caían. No recuerdo haber visto algo semejante en toda mi vida', dijo la anciana.