La nefasta campaña de la CDU de Merkel en Renania del Norte Westfalia, que se hundió el pasado domingo en las elecciones en el estado más poblado de Alemania, le ha costado este miércoles el puesto al ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.

La funesta campaña de Röttgen, que culminó con la pérdida de 10 puntos de la CDU en este Land, fue criticada incluso por sus compañeros de partido, en parte o por sus salidas de tono.

Tres días después de la debacle de la CDU, la canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado, en ausencia del interesado, el cese de Röttgen como ministro federal de Medio Ambiente. 'He hablado con el presidente federal esta mañana y le he pedido que libere a Norbert Röttgen de sus funciones como ministro de Medio Ambiente', dijo Merkel en una breve y fría intervención ante las cámaras de televisión en la Cancillería.

Merkel no hizo mención alguna de las elecciones y se refirió únicamente al programa de cambio energético que debe desarrollarse en esta legislatura para explicar el cese de Röttgen, aunque agradeció a este su trabajo en ese campo, así como en la defensa del medio ambiente.

La canciller alemana anunció seguidamente que la cartera de Medio Ambiente será ocupada por Peter Altmaier, hasta ahora secretario de organización de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en el Bundestag, cámara baja del Parlamento.

Tan desastroso fue el resultado que Röttgen comunicó su dimisión como presidente de la CDU a orillas del Rin tan solo 13 minutos -cronometrados por los medios locales- después de conocerse los sondeos a pie de urna al cierre de los colegios electorales y sin esperar a las primeras proyecciones de voto oficiales.

De la mano de Röttgen, la CDU de Merkel no solo perdió su categoría como primera fuerza política de Renania del Norte Westfalia, sino que también hundió al partido hasta un 26,3% de votos, frente al 34,6% de los comicios anteriores, y a casi trece puntos de los socialdemócratas, vencedores de las elecciones.

Röttgen decepcionó al electorado local al no aclarar si lideraría a la CDU en la oposición en caso de derrota con la intención final de mantener su cargo ministerial en Berlín y cometió una torpeza al vincular esos comicios a la estabilidad del Gobierno de Merkel, lo que le valió críticas de sus correligionarios.

Más que críticas, causó hilaridad su comentario ante las cámaras de televisión en un debate de que el nuevo primer ministro de Renania del Norte Westfalia 'no lo elige la CDU, sino lamentablemente los electores' de ese estado federado.