Francia se levanta este jueves contra el plan gubernamental de reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, que ha anunciado que extenderá la edad mínima de jubilación hasta los 64 años. Los franceses vivirán una primera jornada de huelgas y manifestaciones, que podrían paralizar parte del país, sobre todo los servicios públicos de educación y sanidad, y el sector transportes. 

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, advirtió de la posible llegada a París de un millar de personas que podrían causar actos violentos, algunas vinculadas a la rama más radical de los "chalecos amarillos" que podrían causar actos violentos. Para ello, un total de 10.000 policías están convocados, de los que 3.500 velarán por la seguridad de la capital francesa para que la jornada se desarrolle sin incidentes.

Elevar la edad de jubilación a los 64 años

La propuesta del Gobierno francés, divulgada la semana pasada, prevé elevar de 62 a 64 años para 2030 la edad mínima de jubilación y adelantar a 2027 el aumento de 42 a 43 años de cotización para poder disfrutar de una jubilación completa, hasta ahora prevista para 2035.

El Gobierno insiste en que su propuesta tiene en cuenta a quienes comenzaron a trabajar antes de los 20 años y también a quienes por motivos médicos deban jubilarse antes de los 64. Por ello, asegura que un 40% de los futuros pensionistas podrán jubilarse antes de los 64 años.

Un proyecto de reforma de las pensiones que se aprobaría con el apoyo del partido conservador Los Republicanos. Los demás son detractores de esta medida. Entre ellos, los partidos políticos de izquierda, la extrema derecha comandada por Marine Le Pen y todos los sindicatos.

Fecha clave para los sindicatos

El objetivo de los sindicatos es que este jueves marque el inicio de grandes movilizaciones que fuercen al Ejecutivo a dar marcha atrás, igual que consiguieron en 1995 cuando un proyecto de reforma de las pensiones con el presidente conservador Jacques Chirac fue retirado por la intensa presión de la calle, incluso a pesar de la mayoría absoluta gubernamental en el Parlamento.

"Es una primera jornada y habrá otras", subrayó el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, que en una entrevista al canal Public Sénat, hizo hincapié en que "es raro que los sindicatos en Francia estén de acuerdo. Es un indicador de que la situación es grave".

Por su parte, Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), primer sindicato del país, insistió en otra entrevista al canal BFMTV en que "tiene que haber mucha gente" en la calle y pidió que las marchas se desarrollen "de forma pacífica".

Los sindicatos esperan unos 750.000 manifestantes por todo el país, entre 50.000 y 80.000 solo en París. En 1995, la concentración de dos millones de personas en un solo día fue el detonante de la retirada del proyecto de reforma del Ejecutivo.

Sectores afectados

El aeropuerto internacional de Orly, uno de los principales en Francia, anunció este miércoles, a través de la cuenta oficial de Twitter, que durante esta jornada los vuelos sufrirán retrasos y cancelaciones, derivando así a los usuarios a contactar con sus aerolíneas que dispondrán de una mejor información del servicio.

También las líneas de ferrocarril de alta velocidad estarán "fuertemente perturbadas" y la línea París-Barcelona tampoco funcionará. Los metros y autobuses de las grandes ciudades, como los de la capital, también sufrirán importantes perturbaciones.

Asimismo, se espera que los profesionales de servicios públicos de educación y sanidad secunden el paro. Por su parte, la red eléctrica estatal ha confirmado una reducción en la producción eléctrica como consecuencia de los paros, mientras que en las refinerías de TotalEnergies, el nivel de apoyo oscila entre el 70% y el 100%.

Macron en Barcelona

Mientras que el país galo se moviliza en contra de la reforma de las pensiones, su presidente, Emmanuel Macron, se ha citado este jueves en Barcelona con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para firmar el primer Tratado de Amistad entre ambos países, que pretende elevar al máximo la cooperación bilateral.

Un encuentro que se desarrollará también en medio de la movilización unitaria, convocada por el independentismo, junto a la Fuente Mágica de Montjuïc, a escasa distancia del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), donde se desarrollará la cumbre, bajo el lema "¡Aquí no se ha acabado nada!", para reivindicar que el Procés sigue vivo.