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Una UE dividida busca una posición más dura sobre Israel tras una hambruna y 31.000 muertos en Gaza

A pesar de que Borrell ha definido la Franja como el "mayor cementerio abierto del mundo" o un "lugar inhabitable", la UE es incapaz de pedir un alto al fuego en una guerra con consecuencias "sin precedentes" para los civiles.

Niños de camino a recoger agua en Rafah, Gaza.
Niños de camino a recoger agua en Rafah, Gaza. Khaled Omar / Europa Press

Han pasado cinco meses desde que la UE, tras casi seis horas de debate, fijó su posición sobre la guerra en Gaza. Por aquel entonces, hizo un llamamiento a establecer "pausas" y "corredores humanitarios". Era el mínimo denominador común que los Veintisiete pudieron acordar por unanimidad.

Los líderes europeos se disponen a renovar y endurecer esta posición en la cumbre que se celebra el jueves y viernes en Bruselas, mientras las muertes de los palestinos se agolpan en la Franja, la hambruna es inminente y la ONU califica el enclave arrasado por Israel como un lugar inhabitable.

En la pasada cumbre de octubre, la UE hizo un llamamiento para que las autoridades israelíes permitiesen un "acceso continuado, rápido, seguro y sin obstáculos" a víveres esenciales como alimentos, agua o medicamentos. En el texto final se reflejó la semántica de "corredores humanitarios" y "pausas con necesidades humanitarias". Fue el léxico más descafeinado posible.

Estas conclusiones, que durante cinco meses han fijado la postura común de la UE en Gaza, no se han movido de ahí desde entonces. Será en esta cumbre de primavera cuando se intente endurecer la postura. Pero los Estados miembros llegan divididos en torno a tres grupos de países. Uno encabezado por España e Irlanda, que quieren el lenguaje más duro; otros que se encuentran en el centro y moviéndose poco a poco hasta los postulados españoles; y un tercero conformado por dos o tres países, entre ellos Hungría y Austria, que no quieren conclusiones o que están peleando durante las reuniones técnicas de las horas previas al arranque de la cita para edulcorarlas.

La inacción de la UE con la tragedia en Gaza contrasta con las declaraciones ante el horror emitidas recientemente por personalidades como Antonio Guterres, secretario general de la ONU, o Josep Borrell, Alto Representante de Asuntos Exteriores de la UE. Ambos criticados públicamente por las autoridades hebreas.

"Antes de la guerra, Gaza era la mayor cárcel al aire libre. Hoy es el mayor cementerio. Un cementerio para decenas de miles de personas y para los principios más importantes del Derecho Internacional", denunciaba el jefe de la diplomacia europea a comienzos de esta semana.

"Nada justifica los actos abominables de Hamás el 7 de octubre y nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino. Hoy en día, más de la mitad de la población, más de un millón de personas, se enfrenta a una hambruna catastrófica. Esto no tiene precedentes, y la situación cada día va a peor. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde", ha afirmado el portugués este miércoles antes de reunirse con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Borrell denunció recientemente que Israel está utilizando el hambre como "un arma de guerra"

La situación en Gaza ha llegado a niveles tan inimaginables que la propia Von der Leyen, firme defensora de Israel que esquiva acuñar o exigir cualquier responsabilidad a los de Netanyahu, ha elevado su tono en los últimos días.

"Estamos extremadamente preocupados por la guerra en Gaza y la catastrófica situación humanitaria. Gaza se enfrenta a la hambruna y esto es inaceptable. Lograr un acuerdo sobre el alto al fuego rápido es crucial para liberar a los rehenes y para permitir la entrada de la ayuda humanitaria en Gaza. También estamos preocupados por los riesgos que una ofensiva a gran escala en Rafah tendría para los civiles más vulnerables. Debe evitarse a toda costa", ha esbozado junto a Guterres.

Borrell denunció recientemente que Israel está utilizando el hambre como "un arma de guerra". Naciones Unidas estima que de aquí a mayo la hambruna será punzante para las 300.000 personas atrapadas en el norte de Gaza entre los combates.

Más de 31.000 personas han muerto y el 85% de la población ha sido desplazada a la fuerza en cinco meses. A pesar de ello, los líderes europeos se perderán el jueves en un debate semántico que anticipa con prolongarse durante horas. En la última ocasión, la diferencia de una "s" entre pausa o pausas humanitarias arrastró la discusión por encima de las cinco horas.

En diplomacia, el lenguaje importa. Y en las cumbres europeas cada coma se pelea hasta el final. Las delegaciones arañan cada matiz sobre el papel, pero sobre la acción, lo cierto es que la está siendo rehén de su unanimidad y se encuentra maniatada e impotente ante una de las peores crisis humanitarias de los últimos tiempos.

Debate sobre la postura de la UE

Las últimas horas serán claves para ajustar el tono. El borrador que todavía se está negociando recoge la llamada a pedir una "pausa humanitaria inmediata que lleve a un alto al fuego sostenible". El texto contiene también expresiones como el "Consejo Europeo está consternado por la pérdida sin precedentes de vidas civiles y la crítica situación humanitaria".

Fuentes europeas reconocen que el debate está más encarrilado en esos puntos, pero más enquistado en la petición a que no haya una operación a fuego y sangre en Rafah o en la defensa de la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA), a la que Israel ha acusado sin pruebas de colaborar con Hamás.

"El debate no es tanto como el de octubre, es más sobre el tono para atribuir la responsabilidad y hay que encontrar la fórmula. No sabemos si podrá haber conclusiones o no", afirman.

La opción que toma más peso es la de que haya algún tipo de texto común, pero más aguado que el que está preparado a cierre de esta edición. La versión reciente recoge que "el Consejo Europeo está profundamente preocupado por la catastrófica situación humanitaria en Gaza y su efecto desproporcionado sobre los civiles, en particular los niños, así como por el riesgo inminente de hambruna". 

Esta versión también refleja que "el Consejo Europeo insta al Gobierno israelí a que se abstenga de llevar a cabo una operación terrestre en Rafah, donde más de un millón de palestinos buscan actualmente seguridad frente a los combates y acceso a la ayuda humanitaria. Una operación de este tipo tendría consecuencias humanitarias devastadoras y debe evitarse".

La otra clave a la que mirar será observar cómo se refieren los europeos a la situación con UNRWA. Tras las acusaciones de Israel, algunos países europeos se precipitaron a congelar los fondos a la agencia. Suecia, por ejemplo, ha reculado su decisión y España no solo los mantuvo, sino que los incrementó.

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