La Women's Tennis Association (WTA) ha decidido suspender los torneos que celebra en China por la censura y las incertidumbres que han rodeado al caso de la tenista Shuai Peng, que denunció el abuso sexual de un exlíder del Gobierno chino y de la que apenas se tiene constancia, fuera de comunicaciones de medios afines al Gobierno, desde que se produjo la denuncia.

"No veo cómo nuestros deportistas pueden competir ahí mientras Shuai Peng no puede comunicarse con libertad y ha sido presionada para contradecir sus denuncias de abusos sexuales", ha dicho el presidente de la Asociación de tenistas, Steve Simon, en unas declaraciones recogidas por Efe.

En concreto se suspenderán nueve torneos, entre ellos la joya de la corona de la WTA, la Copa de Maestras, que se tendría que haber empezado a disputar en Shenzhen el año pasado. El torneo fue suspendido en su edición de 2020 por la pandemia y este año se trasladó a Guadalajara, México, de forma puntual, en una edición que ganó la española Garbiñe Muguruza.

"La WTA va a hacer todo lo posible para proteger a sus jugadoras. Espero que otros líderes del mundo puedan seguir luchando por que se haga justicia para Peng y para todas las mujeres del mundo, sin importar las consecuencias financieras", ha añadido Simon.

"Es una desgracia haber tenido que llegara este punto. Tanto China como Hong Kong están llenos de gente muy buena con la que hemos trabajado durante muchos años. Pero si China no lleva a cabo las medidas que les hemos pedido, no podemos poner en peligro a nuestras jugadoras y trabajadores celebrando torneos allí. Los líderes chinos han dejado a la WTA sin opción", ha sentenciado.

Peng denunció al ex viceprimer ministro chino Zhang Gaoli mediante un mensaje en sus redes socialespor haber abusado de ella durante tres años. Este mensaje fue borrado apenas media hora después de ser publicado y Peng estuvo en paradero desconocido durante varios días. Después, una cadena de televisión china afín al Gobierno emitió una carta, en nombre de Peng, pidiendo privacidad, negando la denuncia y asegurando que se encontraba bien.

La preocupación fue en aumento hasta que Peng realizó una llamada al Comité Olímpico Internacional (COI). Habló con su presidente, Thomas Bach, e informó de que estaba bien y que se encuentra en Pekín, insistiendo una vez más en que se respete su privacidad. No hubo imágenes de la llamada más allá de una fotografía.