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La Eurocámara pide a la UE que reconozca el aborto como derecho fundamental

La resolución ha salido adelante, pero ha contado con los votos en contra de PP, Vox y una parte de Ciudadanos.

Manifestación por el derecho al aborto en Madrid, a 28 de septiembre de 2022.
Manifestación por la despenalización del aborto en Madrid, a 28 de septiembre de 2022. Diego Radames / Europa Press

El Parlamento Europeo pidió este jueves a los países de la Unión Europea incluir el derecho a un aborto seguro y legal en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Aclaraban que el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos debía ser "libre, informado, pleno y universal".

La resolución salió adelante por 336 votos a favor, 163 en contra y 39 abstenciones, con el apoyo de los grupos socialdemócrata, liberal, verde, de la izquierda y una fracción de los populares europeos, mientras el resto se abstuvo o votó en contra. Quienes expresaron su rechazo prácticamente absoluto a la medida fueron los partidos de la derecha y la ultraderecha, entre los que se encontraban PP, Vox y dos de los siete eurodiputados de Ciudadanos.

"Es un paso muy importante porque el Parlamento marca la agenda política hacia el futuro. Y, además, es significativo que se haya votado antes de estas elecciones", ha explicado Irene Rosales, coordinadora de campañas de conciencia política en la Unión Europea del Lobby Europeo de Mujeres en declaraciones a Público.

El texto enviado no era vinculante, sino una solicitud a los Estados miembros para reformar los tratados de la UE  e incluir en el artículo 3 de la Carta de Derechos Fundamentales el derecho de toda persona "a la autonomía física y a un acceso libre, informado, pleno y universal a la salud y los derechos sexuales y reproductivos, así como a todos los servicios sanitarios conexos, incluido el acceso a un aborto seguro y legal, sin discriminación".

La Eurocámara, además, incidía en que los derechos sexuales y reproductivos "son derechos humanos fundamentales que deben protegerse y mejorarse".  Mientras, condena "todos los intentos regresivos de restringir o eliminar" los derechos alcanzados hasta ahora o la intimidación a quienes trabajan para proteger este derecho.

Reformar un tratado

El texto "tiene que ser aprobado por el Consejo, por unanimidad de los 27 Estados miembros, por lo que es una propuesta con muchas probabilidades de ser bloqueada y no salir adelante", explica Rosales. Además, una regulación de este tipo es competencia de los Estados miembros y en cada uno de ellos se hace de forma diferente. De hecho, el texto enviado por el Parlamento europeo hace un llamamiento especial a Polonia y Malta, donde este derecho está más restringido en comparación con otros países europeos.

"Es verdad que la posibilidad de éxito y de cambio en la carta de derechos fundamentales es muy limitada. Pero no deja de ser un logro que el Parlamento europeo haya votado a favor de la inclusión del derecho al aborto en la carta" comenta Rosales. "Es especialmente significativo teniendo en cuenta el contexto regresivo en el mundo en cuanto a derechos de las mujeres", concluye.

Preocupación de los eurodiputados

Los eurodiputados que votaron a favor de la resolución añadieron la necesidad de garantizar una educación sexual y sobre las relaciones integral, adaptada a cada edad, así como a métodos anticonceptivos de calidad y asesoramiento en materia de planificación familiar. Además de que se eliminen "las barreras jurídicas, financieras, sociales y prácticas" al aborto.

Por otro lado, se declararon preocupados por los aumentos de la financiación a grupos en contra del derecho a un aborto seguro. Pidieron a la Comisión Europea que se asegurase de que ese dinero no venía de fondos europeos. Al mismo tiempo, también pidieron que se aumente el presupuesto público a programas y subvenciones activas en la defensa de este derecho.

Esta misma semana, la Comisión Europea validó el registro de una iniciativa ciudadana europea titulada Mi voz, mi elección: por un aborto seguro y accesible, cuyos organizadores tienen ahora que conseguir al menos un millón de firmas de apoyo procedentes de siete Estados miembros. Si lo logran, la institución estará obligada a reaccionar y, en el caso de no tomar medidas legislativas, explicar sus motivos.

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