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La otra cara del turismo

Cuando nos referimos numéricamente al agua y al turismo, cualquier cifra se acompaña de la palabra millones, ya sea al referirnos a los turistas, a los ingresos en euros, a las plazas hoteleras y, por supuesto, a los metros cúbicos de agua consumidos por una actividad que es motor de la economía española pero que también tiene un importante impacto ambiental. El agua es fundamental para el desarrollo del turismo, y por ello todos los actores involucrados deben tener presente que es un recurso limitado y que su uso debe ser sostenible.

Imagen de archivo de una desaladora en Gran Canaria (EFE)

LUIS GUIJARRO

El pasado mes de enero, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, al aceptar la Carta Abierta sobre los viajes y el turismo de la OMT y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (CMVT), con ocasión del Spain Global Tourism Forum celebrado en Madrid, reconoció que el turismo en España es “una auténtica política de Estado”, dijo el Presidente español, subrayando que el sector contribuye al 10,9% del PIB del país, y genera uno de cada nueve puestos de trabajo, por lo que “es un sector estratégico para el presente y el futuro de nuestra economía”.

Concretando oficialmente los números, en enero también y en rueda de prensa, el ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria, haciendo balance del año 2014, comentaba que España recibió casi 65 millones de turistas internacionales en 2014, siendo el mejor año de la historia del sector. España ha batido por segundo año consecutivo su récord histórico en recibir visitantes de procedencias que disten de la nacional.

Según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), en 2014 llegaron a España un total de 64.995.275 turistas internacionales. Esto supone 4,4 millones más que en 2013 (60,6 millones). Con una subida interanual del 7,1%, el mayor incremento porcentual de la historia. Además, el número de afiliados a la Seguridad Social relacionados con el sector turístico subieron en 65.000 personas (+3,2%).

Potencia mundial

José Manuel Soria, señaló que con estos datos España se “consolida como tercera potencia mundial en llegadas”, por detrás de Francia y EE.UU. y por delante de China, posición que recuperó en 2013 con más de 60 millones de visitantes. España es el tercer país en número de entradas y segundo en ingresos por turismo, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), solo por detrás de Estados Unidos. También es el primer destino europeo en entrada de turistas (Eurostat) y primer destino mundial en turismo vacacional. Además de confirmar estos datos el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, certifica que el sector ha generado el 25% de todos los nuevos puestos de trabajo creados en España en 2014, posicionándose como uno de los sectores económicos más importantes del país.

En la mayoría de los análisis económicos del turismo se incide sobre los beneficios derivados del gasto directo de los turistas, sin detectar ni la existencia de impactos indirectos ni de efectos ambientales

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en agosto de 2014 los turistas dispusieron de 16.715 establecimientos hoteleros (con 1.762.000 plazas); este Instituto no ofrece el número de apartamentos turísticos pero sí de las plazas estimadas, más de 570.000; 15.991 establecimientos de turismo rural (con más de 150 mil plazas estimadas) y 1.175 acampamentos turísticos (con más de 752 mil plazas estimadas).

La infraestructura de alojamientos unida a las actividades de ocio generadas por esta actividad, supusieron en el año 2001, a pesar de la dificultad para encontrar datos concretos y según el informe “La huella hídrica en España”, una demanda de 535,2 hm3 de agua; que baja a los 407 hm3 en 2012 según “El agua en España: Bases para un pacto de futuro”, de la Fundación Botín. En cuanto a la “huella hídrica” (volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o comunidad así como los producidos por los comercios) que demanda el turismo, según el informe “Huella hídrica, desarrollo y sostenibilidad en España”, de la Fundación Mapfre, esta fue en 2008 de 1.394, 62 hm3. Si contemplamos el escenario más bajo, casi tres veces el consumo doméstico de la ciudad de Madrid que, según su Ayuntamiento, fue de 146 hm3 en el año 2013.

En España, no existen datos estadísticos que abarquen la totalidad de los suministros urbanos en la escala local ni tampoco datos diferenciados de consumo por tipologías de vivienda o de establecimientos vinculados con las actividades turísticas y de ocio. Antonio M. Rico, en su estudio “Tipologías de consumo de agua en abastecimientos urbano-turísticos de la Comunidad Valenciana” afirma que “en el caso de Benidorm y de otros destinos turísticos de la Comunidad Valenciana, se está ante unos usos turísticos que ofrecen una gran diversidad en su comportamiento, con módulos personales que pueden variar desde los 140 litros/habitante/día a los 600 litros, dependiendo del tipo de alojamiento”.

Turistas toman el sol en la playa del Postiguet, en Alicante. (EFE/ARCHIVO)

Turistas toman el sol en la playa del Postiguet, en Alicante. (EFE/ARCHIVO)

Sector consumidor

En la mayoría de los análisis económicos del turismo se incide sobre los beneficios derivados del gasto directo de los turistas, sin detectar ni la existencia de impactos indirectos ni de efectos ambientales. De hecho, si pensáramos en las repercusiones medioambientales de los sectores económicos, difícilmente encontraríamos a alguien que incluyera al sector turístico entre los más agresivos con el medio ambiente. Sin embargo, esta infravaloración del potencial impacto del turismo proviene de la falta de análisis rigurosos de la interacción de la actividad turística con el entorno, pues son evidentes los numerosos aspectos y elementos del medio sobre los que el turismo ejerce presiones.

Los turistas no sólo necesitan y consumen agua al beber, comer e higienizarse, sino también al participar en actividades recreativas y de esparcimiento como natación, esquí, rafting, kayak, hacer compras, entre otras. En las primeras el consumo de agua es sencillo de visualizar, pero en las otras mencionadas se insumen grandes cantidades de agua de manera indirecta: el agua necesaria para abastecer los campos de golf, el mantenimiento de espacios verdes y aseo de los establecimientos, la fabricación de los souvenir, entre otros. El agua entonces, es también fundamental para el desarrollo del turismo, y por ello todos los actores involucrados en el sector -hoteles, comercios, restaurantes, gobierno y la comunidad en general- deben tener presente que es un recurso limitado y que su uso debe ser sostenible.

El agua  es también fundamental para el desarrollo del turismo, y por ello todos los actores involucrados en el sector

El turismo ejerce una presión muy grande sobre el territorio español. Esto hace que las demandas de recursos hídricos se disparen, sobre todo en épocas estacionales, con lo que la demanda de “Huella Hídrica” tiende a aumentar y, por ende, su oferta.

Una demanda que según la evaluación y conclusiones del ciclo de debate del informe de la Fundación Biodiversidad “El Uso del Agua en la Economía Española: Situación y Perspectivas”, es particularmente importante en determinadas regiones y algunos municipios concretos estacionalmente. Así, el 70% del consumo de agua para turismo se produce en el litoral mediterráneo y en las islas. La ciudad de Málaga puede duplicar su consumo en el mes de julio y según Aqualia, el Servicio Municipal de Aguas de El Rocío se transforma radicalmente durante unos días, pasando de dar servicio a aproximadamente unos 1.850 residentes estables de la aldea, a puntas de asistencia en las que se llega a 600.000 personas, con la dificultad técnica que acarrea ya que el servicio se presta con las mismas infraestructuras a ambas poblaciones en un periodo muy corto de tiempo.

Actualmente, la demanda de agua para actividades de ocio, como parte de la oferta complementaria del alojamiento turístico, está creciendo a ritmos superiores a los de los demás usos. En España, según la real Federación de Española de Golf, a enero de 2012 hay federados 424 campos de golf, que aumentan hasta los 511 según la web www.mipuntuacion.com; 197 balnearios, incluidos los ofrecidos por los hoteles; más de 20 parques acuáticos, que se completan con parques temáticos, piscinas públicas y privadas, englobando una actividad consumidora de grandes cantidades de este recurso que además, como sucede con los campos de golf, llevan asociados importantes desarrollos urbanísticos.

Según WWF turismo y urbanismo se han convertido en un binomio de gran rentabilidad, así por ejemplo de cada 100 viviendas construidas en Alicante 60 son para un mercado turístico que necesita cada vez más agua y en Valencia y Murcia, de media, a cada nuevo campo de golf se asocian unas 2.000 viviendas de segunda residencia.

Dejando a un lado los importantes beneficios económicos que los defensores de esta actividad deportiva argumentan, lo cierto es que algunos de los acuíferos que abastecen a estos campos de golf y a sus urbanizaciones, soportan unos niveles de explotación muy elevados, por encima de sus recursos renovables, con graves problemas de intrusión marina y la consiguiente salinización de sus aguas. Según el informe “Las aguas subterráneas y los campos de golf. Una aproximación integradora” realizado por el Instituto Geológico y Minero de España, “la media de consumo de un campo de golf estándar de 18 hoyos puede situarse entre 1.500 y 2.000 m3/día en los meses de máxima irrigación, lo que totaliza entre 150.000 y 300.000 m3/año. Esto supone un consumo anual mínimo superior a los 30 hm3 en el conjunto del territorio español, aunque algunas estimaciones tienden a duplicar prácticamente esta cifra”.

Según Hispagua, Sistema Español de Información sobre el Agua, en España existen en la actualidad más de 700 plantas dasalinizadoras tanto de agua salobre como de mar

El problema crece cuando en las mismas zonas los otros sectores económicos también utilizan mayoritariamente aguas subterráneas porque sus cuencas hidrográficas tienen graves carencias y se encuentran sobreexplotadas.

Aportes externos

Para paliar la escasez se ha tenido que echar mano de otras fuentes de suministro como la desalinización. Según Hispagua, Sistema Español de Información sobre el Agua, en España existen en la actualidad más de 700 plantas dasalinizadoras tanto de agua salobre como de mar, con una capacidad instalada superior a los 800.000 m3/día. En cuanto a su reparto la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR) recoge que, el consumo doméstico representaría un 55,4%, agricultura un 22,4%, la industria un 18,5% y finalmente para el turismo ya se dedica un 3,6%.

Un ejemplo entre muchos de la unión del turismo y desalinización lo encontramos en la isla de Fuerteventura, que lleva más de 40 años obteniendo agua potable a partir del agua de mar. En 1.970 inauguró la primera planta potabilizadora en Puerto del Rosario y hoy, según el Consorcio de Abastecimiento de Aguas a Fuerteventura (Caaf) produce un total de 32.000 m3 al día, lo que representa un 50% de la producción actual de todas las Estaciones Desaladoras de Agua de Mar instaladas en la isla.

Aunque es en la isla de El Hierro donde verdaderamente el viento y el agua se explotarán en combinación en el mayor proyecto mundial de autoabastecimiento para cubrir el 100% de las necesidades energéticas de la isla mediante energías renovables; éstas, a través de una red, alimentarán también las plantas desalinizadoras que abastecerán a la isla tanto de agua potable como de agua para regadío.

Medidas de ahorro

No debemos olvidar las tecnologías ahorradoras de agua que se están llevando a cabo en las estancias turísticas con beneficiosos resultados. Para ello destacaremos la “Guía práctica para el uso eficiente del agua en el sector turístico” publicada por el Gobierno de las Islas Baleares con la que se pueden conseguir importantes ahorros de agua.

Entre estas medidas, extrapolables a otras zonas turísticas, destacaremos la recomendación de instalar en las habitaciones duchas estéticamente atractivas que puedan evitar el deseo de un baño. Evitar las duchas con caudales mayores de 10 l/min y de 6 l/min para los lavabos. Utilizar reductores de caudal, instalar grifos termoestáticos que permitan obtener la temperatura deseada en un solo gesto y que pueden ahorrar hasta un 18% de agua respecto al monomando. Apostar por los inodoros de doble descarga de 3 y 6 litros y por grifos temporizados o electrónicos para los lavabos.

En cuanto al Sistema de Producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) el Gobierno Balear recomienda plantear la instalación de colectores solares para la producción de ACS, que ya es obligatoria en las nuevas construcciones y en las reformas integrales. En la lavandería se deben poner sistemas de control en las lavadoras que permitan adaptar las necesidades de agua, energía y detergente a la cantidad y suciedad de las ropas a lavar y en las zonas verdes hacer uso del riego por aspersión, goteo, exudación según las necesidades y utilizar programadores de riego que permitirán adaptar los tiempos y frecuencia de riegos a las necesidades de cualquier jardín.

No debemos olvidar las tecnologías ahorradoras de agua que se están llevando a cabo en las estancias turísticas con beneficiosos resultados

Se ha comprobado que un turista consume el 7% más de agua que un habitante de su destino de vacaciones. Como se recomendó en las primeras Jornadas de Ahorro de Agua del Sector Turístico, celebradas en Valencia en 2009, si las empresas hosteleras de la Comunidad Valenciana informasen a sus clientes sobre la necesidad de ahorrar agua e incorporasen la tecnología de la perlización en sus instalaciones, que permite ahorrar en los caudales de consumo de toda la grifería de los establecimientos, se podría ahorrar agua para dar de beber a 1.200.000 personas al año.

La cadena NH Hoteles, desde la implantación de su Plan Medioambiental 2008-2012, que incluyó la instalación de aireadores, cisternas de doble descarga y dispositivos de reducción de consumos de agua en 33.260 duchas, 42.762 lavabos y 14.005 bidés de sus hoteles, tanto en zonas comunes, como en las habitaciones y en las zonas de uso de personal, ha conseguido disminuir el consumo de agua en un 30%.

El Instituto Tecnológico Hotelero y Aqualogy en la “Guía de recomendaciones para la gestión sostenible del agua en hoteles”, recomiendan establecer en jardines y campos de golf, horarios de riego adecuados a la climatología y adaptados a las estaciones así como sistemas de riego con aguas recuperadas y/o recicladas. Controlar las posibles pérdidas de las soluciones de climatización basadas en agua, evitando los sistemas de circulación abiertos o torres de enfriamiento, causantes de las pérdidas por evaporación. En cuanto al deporte y las actividades de ocio, se debe recuperar y tratar el agua usada para emplearla en otras tareas o reutilizarla para garantizar un uso eficiente de los recursos hídricos.

La importancia del turismo y su repercusión en el recurso agua es tan importante que el 27 de septiembre de 2013 fue, en el calendario de las Naciones Unidas, el día dedicado al turismo, un sector que es motor de crecimiento socioeconómico y de desarrollo en todo el mundo. En el Día Mundial del Turismo de 2013, celebrado bajo el lema de “Turismo y agua: proteger nuestro futuro común”, los distintos agentes pidieron un mayor esfuerzo mundial por conservar el agua.

El llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a la responsabilidad del sector turístico en la salvaguarda y la gestión inteligente del agua fue reiterado por el Secretario General de la OMT, Taleb Rifai: “Siendo una de las principales actividades socioeconómicas del mundo, el turismo debe asumir un papel de liderazgo y garantizar que las empresas y los destinos inviertan en una adecuada gestión del agua en toda la cadena de valor”.

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