Público
Público

Albares ya pidió oficialmente a Metsola el uso del catalán, el gallego y el euskera en el Parlamento Europeo

Exteriores formuló la petición de uso a la presidenta del Europarlamento después de los acuerdos con ERC en la Mesa de Diálogo, y ahora ha añadido, tras la solicitud de Junts, la petición de oficialidad que puede tardar años si es que llega.

Foto de archivo del Parlamento Europeo
Foto de archivo del Parlamento Europeo. Europa Press

La gran novedad en la legislatura que intenta abrirse paso después del 23J es sin duda el cambio de rasante de Junts que, después de cuatro años rechazando la negociación con el PSOE y criticando los acuerdos a que ha llegado ERC, decidió el jueves pasado modificar su estrategia y sumarse a la táctica negociadora facilitando la presidencia del Congreso de los Diputados para la socialista Francina Armengol.

Con especial incidencia en los acuerdos entre Junts y el PSOE –también en los de ERC- de aspectos relacionados con el catalán –así como el euskera o el gallego-. Su uso en el Congreso y la oficialidad en la Unión Europea han formado parte de la clave de bóveda para permitir a los socialistas arrancar un primer triunfo sobre el PP.

Pugna entre ERC y Junts

La cuestión lingüística es un elemento fundamental y una reivindicación histórica del nacionalismo y el independentismo catalán. Y de hecho, Esquerra reivindica haber abierto la puerta a los "éxitos lingüísticos", tanto en el Congreso como en la UE, que ahora se atribuye Junts para justificar su acuerdo con el PSOE, basado en la oficialidad de las lenguas cooficiales del Estado en la UE.

En los acuerdos de hace un año –julio de 2022- de la Mesa de Diálogo el catalán es un elemento nuclear tal como avanzó en su día Público. Se resumen en un aval del Gobierno español a la legislación catalana acordada en el Parlament -con el compromiso de no recurrirla- para preservar la inmersión lingüística en catalán en las escuelas y frenar la fuerte ofensiva judicial de hace un par de años para imponer un 25% de castellano en las aulas.

Un segundo acuerdo para hacer posible el uso del catalán en el Parlamento Europeo, las instituciones internacionales y el Senado español. Y en tercer lugar, el impulso del Gobierno español para la presencia de la Generalitat en "foros internacionales que tratan políticas de dimensiones lingüísticas".

La pregunta frente a este escenario resulta obvia: ¿Por qué los acuerdos en relación al catalán de la Mesa de Diálogo eran nefastos para Junts y ahora son un gran éxito que justifica los acuerdos con el PSOE? La respuesta de Junts es que en su caso se ha cumplido la condición impuesta por el propio Carles Puigdemont: "Hacen falta hechos comprobables antes de comprometer ningún voto". Y se apela a la carta enviada a la UE por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, con la petición oficial para la oficialidad del catalán, atribuyendo a este documento la condición de decisivo en la consecución del acuerdo entre Junts y el PSOE.

Pero lo cierto es que en los acuerdos de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno español y el de la Generalitat ya se produjo el envío de un documento oficial como el que ahora esgrime Junts, tal como se hizo público en su día.

El primer documento oficial por el acuerdo con ERC

El documento de la petición oficial a la UE como consecuencia de los acuerdos entre el Gobierno del PSOE y UP y el de Esquerra, al que ha tenido acceso Público, está fechado en Madrid a 12 de septiembre de 2022 y con sello de salida del Gabinete del ministro y del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación con fecha de 13 de septiembre de 2022.

Está firmado por el propio ministro José Manuel Albares y dirigido a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, con una petición para permitir el uso del catalán, el euskera y el gallego en la institución europea. Un documento este, de hecho mucho más extenso que el de este jueves. De 8 párrafos el primero y con una detallada justificación y propuesta ejecutoria, mientras el segundo emitido el jueves -con los acuerdos entre Junts y el PSOE- solo incluye tres párrafos.

Documento que ha remitido Albares al Parlamento Europeo este 17 de agosto para solicitar el uso del catalán, euskera y gallego.
Documento que ha remitido Albares al Consejo de la UE este 17 de agosto para solicitar el uso del catalán, euskera y gallego. Junts per Catalunya

La petición oficial remitida por el ministro Albares a Metsola se encabeza recordando que España ostentará la presidencia del Consejo de la UE este semestre y añade que "se dan las condiciones para reiterar la petición del Gobierno de España de posibilitar el uso en el Pleno del Parlamento Europeo de las lenguas españolas distintas del castellano que gozan de estatuto oficial en España".

Albares apela a las Conclusiones del Consejo de la Unión Europea de 13 de junio de 2005 relativas al "uso oficial de otras lenguas en el Consejo y, en su caso, en otras instituciones y órganos de la Unión Europea", además de otros acuerdos lingüísticos de la UE. Y el ministro recuerda en la carta a Metsola que una petición similar ya fue cursada en 2005 y 2009 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero bajo presidencia del Parlamento Europeo del socialista Josep Borrell. Y que a pesar de que la Mesa lo denegó "se mostraba abierta a revisar esta cuestión en el futuro".

Aparcado por el caso de corrupción, pero factible en meses

Esta petición de hace menos de un año quedó aparcada a consecuencia del caso de corrupción que afectó al Parlamento Europeo con la vicepresidenta de la institución, la socialista griega Eva Kaili, como principal protagonista. Pero voces como la del portavoz de Sumar y eurodiputado, Ernest Urtasun, aseguran que el tema se puede retomar e incluso "podría aprobarse antes del final de la legislatura, el próximo mes de junio". Más aún cuando el Gobierno español se comprometió en el documento de septiembre a que "España asumiría los costes correspondientes a la puesta en práctica de esta iniciativa".

Fuentes de la dirección de Junts admiten conocer el documento oficial generado por los acuerdos entre el PSOE y ERC pero aseguran que "lo conseguido ahora es mucho más importante para la lengua catalana, porque no hablamos de permitir o no el uso, sino de su oficialidad que supone un rango mucho mayor y ello afecta al derecho de uso del conjunto de la ciudadanía y no solo a los diputados y diputadas".

La propia Míriam Nogueras asegura que "podemos decir que se ha hecho historia", remarcando que no se trata del "uso del catalán en las instituciones europeas", sino de la "oficialidad plena del catalán en la Unión Europea". Pero si bien es cierto que la oficialidad otorga a las lenguas un rango y estatus superior en el marco de la Unión Europea y ello no es discutible, diversos actores políticos y lingüísticos ponen en duda que la efectividad para el catalán de la petición actual sea superior a la de septiembre. Por dos motivos: En primer lugar porque respecto al uso, no es cierto que sin la oficialidad no pueda haber comunicación en catalán de los ciudadanos con la Unión Europea o al menos con algunas de sus instituciones.

Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, en 2006, "la Mesa del Parlamento Europeo decidió asumir con medios propios y sin necesidad de un acuerdo específico con España, que ciudadanos españoles pudieran dirigirse por escrito al Parlamento Europeo en cualquiera de las lenguas cooficiales"

El gaélico y la lentitud y dificultades para la oficialidad

En segundo lugar, se esgrime el hecho de que la petición de septiembre para permitir el uso de las lenguas cooficiales por parte de los diputados y diputadas podría, según el eurodiputado de Sumar Ernest Urtasun, ser una realidad en pocos meses. Mientras la oficialidad que se ha solicitado ahora, y que podría tener una primera consideración el 19 de septiembre en la reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, podría tardar.

De hecho, existe el precedente del gaélico o irlandés que tardó años en conseguir la oficialidad después de la petición de Irlanda, y ello a pesar de que es idioma cooficial, aunque de uso minoritario, del conjunto del Estado irlandés.

Actualmente en la UE hay 24 lenguas oficiales. La última en incorporarse fue el croata en 2013, con la entrada de este país en la UE. La única lengua cooficial que ha sido incluida entre las oficiales de la UE después de la entrada del país fue el gaélico en 2007 (Irlanda se incorporó en 1973).

No obstante, aunque el gaélico fue reconocido como lengua oficial y de trabajo de la UE en 2007, no fue hasta el 1 de enero de 2022 cuando obtuvo su estatus pleno como tal, después de que el Gobierno irlandés solicitó, en 2015, que se iniciara el proceso gradual para ello, puesto que inicialmente había una excepción aprobada por el Consejo y no todos los documentos eran traducidos a este idioma.

Posible veto de Francia o Italia

Para que el catalán, el euskera y el gallego consigan el estatus de lenguas oficiales de la UE sería necesaria la reforma de los tratados, según aseguró el propio Albares en el Congreso de los Diputados en septiembre de 2021. Entonces, el ministro le indicó a la diputada de ERC Marta Rosique que dicha reforma no estaba sobre la mesa.

A las dificultades para la oficialidad se suma el hecho de un posible veto de alguno de los 27 países miembros de la UE, más cuando alguno de ellos tiene una implicación directa al respecto. Entre ellos Francia respecto el catalán o el euskera de uso en este estado, pero muy reacio a reconocer su oficialidad, o igualmente Italia respecto al catalán que se habla en el enclave sardo de L' Alguer.

Importantes dificultades para la oficialidad del catalán pactada por Junts que lleva a Esquerra a poner en valor su acuerdo sobre la petición de uso del pasado septiembre: "La petición al Parlamento Europeo que arrancamos al Gobierno español solo depende de la Mesa, que no es una cosa fácil por las reticencias que puedan tener algunos partidos como el PP europeo, pero que puede ser perfectamente factible", apuntan fuentes de la dirección republicana.

Aunque añaden que "no tiene ningún sentido dedicarnos a una subasta entorno a la lengua. Todo lo que se consiga para garantizar el uso del catalán es poco y Esquerra ha trabajado y trabajará para conseguir también su oficialidad en la UE y en cualquier institución donde estemos presentes como país. Si lo hiciéramos juntos tendríamos más posibilidades".

Armengol también enfría el uso en el Congreso

De momento no está claro que los "hechos constatables" que exige Puigdemont se puedan acompasar entre los tempos de la investidura y los pasos a seguir para la oficialidad del catalán en la UE. Tampoco será fácil en el Congreso donde después de un primer anuncio de Armengol de permitir el uso de las lenguas cooficiales desde el primer pleno, la presidenta ha enfriado la cuestión para estudiar las cuestiones técnicas y buscar el consenso de los grupos sobre su aplicación.

Aunque ha prometido "flexibilidad" mientras no se resuelven estos temas. El uso de las lenguas cooficiales en el Congreso es también una pieza fundamental para la aceptación en la UE, ya que en más de una ocasión la Mesa del Europarlamento ha reprochado al Gobierno español que efectuara una petición de uso que no permitía en su parlamento estatal. Hasta hoy, todas las presidencias del Congreso, incluida la catalana y socialista Meritxell Batet en la pasada legislatura, han impedido el uso de otras lenguas que no sea el castellano alegando la necesidad de una reforma del reglamento para poder permitirlo.

Requisito expuesto como imponderable pero que el anuncio de Armengol ha dejado ahora fuera de juego. Veremos como acaba el periplo del catalán –y el euskera o el gallego- para conseguir su uso real en el Congreso o la UE. Pero lo cierto es que la pugna entre ERC y Junts por la hegemonía del independentismo continua muy viva.

Hasta el jueves pasado en una batalla sin cuartel sobre si era aceptable negociar o no con el PSOE. Y ahora transformada, con el cambio de Junts, en una guerra por escenificar quién negocia mejor o peor y quién consigue más o menos cosas, y más o menos tangibles. Todo ello repleto de tacticismo político y medias verdades y mentiras con un alto grado de intoxicación. Y una única certeza: la unidad negociadora entre ERC y Junts, por mucho que desde ERC se reclama, está lejos de ser una realidad y la pugna por la hegemonía independentista marcará la negociación que pude dar o quitar a Sánchez la investidura como presidente del Gobierno español, y evitar o precipitar unas nuevas elecciones generales que den al PP y Vox una segunda oportunidad para conseguir la Moncloa.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias