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Las asociaciones de víctimas del terrorismo analizan sus prioridades tras el final de ETA

La Fundación Fernando Buesa y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda organizan este jueves y viernes un seminario sobre la trayectoria de las organizaciones de víctimas. Existen a día de hoy 37 colectivos, lo que convierte a España en uno de los países de Europa con mayor número de plataformas de este tipo. 

Homenaje a víctimas de ETA
Imagen de archivo de un homenaje a víctimas de ETA en Pamplona. Villar López / EFE

Del pasado al futuro. De un escenario marcado por la violencia a otro abierto a la paz. De entonces, de ahora y de mañana hablarán desde este jueves en el seminario organizado por la Fundación Fernando Buesa y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda para repasar, precisamente, la trayectoria de las asociaciones de víctimas del terrorismo y sus retos en una Euskadi que si bien ya no convive con la existencia de ETA, aún mantiene ciertos asuntos sin cerrar.

"España ha sido junto con el Reino Unido, uno de los países europeos que ha sufrido especialmente la violencia terrorista. Desde los últimos años de la década de los sesenta del siglo pasado hasta la actualidad, ha habido más de 1.200 víctimas mortales, además de miles de personas heridas, amenazadas, extorsionadas y secuestradas", dice un detallado análisis que elaboró el investigador Eduardo Mateo, director de Proyectos de la Fundación Fernando Buesa y uno de los ponentes de las jornadas que arrancan este jueves en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria.

El seminario contará con la participación de representantes de las principales organizaciones de víctimas de ETA, así como de investigadores e historiadores que han abordado este tema. "La visibilidad de las víctimas del terrorismo en España es uno de los factores determinantes en el cambio de percepción de la sociedad y en el propio final de esa lacra que hemos padecido", destaca la convocatoria del evento.

"Nuestra fundación cumplió el pasado 3 de noviembre 20 años, mientras que en las próximas semanas hará 40 años del nacimiento de lo que poco después pasó a llamarse Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). En ese escenario, analizaremos cuáles son los retos y desafíos que tienen las asociaciones", explica Mateo a Público en vísperas del seminario.

"La humanización de la víctima, su descosificación, tuvo que ver con el esfuerzo de entidades que mostraron a la sociedad que ese era su problema, que algo tenía que hacer", continúa el texto de la Fundación Buesa que sirve de presentación de ese evento. De eso, precisamente, hablará el responsable de Proyectos de esta entidad durante su intervención.

En el documento que le servirá de base, titulado "La contribución del movimiento asociativo y fundacional a la visibilidad de las víctimas del terrorismo en España", Mateo dibuja el panorama –y las consecuencias– de la violencia terrorista en este país. Citando fuentes de la Oficina de Información y Asistencia a las Víctimas del Terrorismo de la Audiencia Nacional, indica que entre los más de 1.200 asesinatos producidos entre 1968 y 2009, 864 fueron producidos "por la actividad de la banda terrorista ETA y sus diversas ramas".

El terrorismo yihadista dejó otras 227 víctimas mortales, mientras que hubo 80 ocasionadas por los GRAPO, 35 por grupos de extrema derecha, 27 en atentados de los GAL y 14 en acciones de otros grupos.

En ese contexto, el informe –que fue inicialmente publicado por la Revista de Victimología– destaca que "la violencia ejercida por ETA durante tantas décadas y la actividad del terrorismo yihadista que golpeó tan brutalmente en 2004 y 2017 han convertido a España en uno de los países que más entidades posee en este ámbito, y donde la labor de las mismas sigue siendo muy activa". Mateo señala que en España se crearon 39 asociaciones y fundaciones de víctimas, de las cuales han desaparecido oficialmente dos. De esa forma, a día de hoy existen 37 colectivos.

Ese abanico de organizaciones afronta ahora las claves del futuro sin ETA, cuya disolución se concretó en mayo de 2018. "En ese contexto, las entidades de víctimas piden que no se olvide todo lo ocurrido con ETA y que la memoria de lo sucedido no sea tergiversada ni blanqueada", subraya el estudio. Del mismo modo, las asociaciones "reclaman que se investiguen y esclarezcan los más de 300 asesinatos de la banda terrorista que están aún por resolver, exigiendo que no queden impunes sus responsables".

Más de 10.000 víctimas

"Las entidades más grandes y representativas en la actualidad son la AVT, que posee más de 4.000 socios en toda España, la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, la Federación Autonómica de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo y COVITE", precisa el documento.

En tal sentido, Mateo señaló a Público que "la mayoría de las víctimas de ETA no están asociadas", por lo que "las asociaciones no representan en ningún caso a todo el colectivo de víctimas". Según datos del Ministerio del Interior que figuran en ese mismo estudio, desde 1960 hasta la actualidad ha habido más de 10.000 víctimas "reconocidas legalmente".

"Utilización política"

Se trata además de un movimiento plural, en el que ha habido discrepancias públicas. Esos "desencuentros" fueron notorios en 2006, cuando "se convocan varias manifestaciones por parte de algunas asociaciones de víctimas como la AVT o Voces contra el terrorismo, apoyadas por el PP y la Conferencia Episcopal, entre otros, en contra de la negociación que el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero abre con ETA al declararse una tregua por parte de la banda terrorista".

En ese contexto, recuerda el estudio, "varias entidades de víctimas como la Associació Catalana de Víctimes d'Organitzacions Terroristes, la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, la Asociación Andaluza de Víctimas de Terrorismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunidad Valenciana y el denominado 'Grupo Vasco de Víctimas del Terrorismo' liderado por Gorka Landaburu (que no era una asociación en sí pero agrupaba a víctimas del terrorismo de Euskadi), manifiestan su disconformidad con la actuación de la AVT por la utilización política de las víctimas".

A raíz de aquellos hechos nació en 2006 la Federación de Asociaciones Autonómica de España de Víctimas del Terrorismo, "que reunió en un primer momento a las asociaciones autonómicas de víctimas de Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana, y a la que después se sumaron otras entidades surgidas posteriormente y procedentes de Extremadura, Murcia y Canarias".

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