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Juicio por el 9-N Cómo chupar cámara en el juicio de Mas

La responsable de Internacional de FAES y esperanza blanca de Aznar recibió un trato privilegiado en el juicio al expresidente catalán: fue colocada en un lugar estratégico para aparecer en la emisión televisiva de esta vista histórica

Imagen de televisión del expresidente de la Generalitat Artur Mas, durante su declaración en el juicio en el TSJC por la consulta del 9-N. A la derecha, con los brazos cruzados, entre el público, Cayetana Álvarez de Toledo, responsable del área de Internacional de la fundación FAES.EFE

JULIA PÉREZ

Chupar cámara requiere destreza y contactos para figurar en el sitio correcto y a la hora exacta con el fin de conseguir la deseada presencia televisiva aprovechando el protagonismo ajeno. Y en el juicio de Artur Mas esa habilidad fue elevada a arte por Cayetana Álvarez de Toledo, exdiputada del PP, musa del expresidente José María Aznar y del periodista Pedro J. Ramírez, responsable del área de Internacional de la fundación FAES y portavoz de Libres e Iguales, una entidad combativa con el nacionalismo catalán.

Cayetana Álvarez de Toledo es la rubia que apareció en todo momento al fondo durante los interrogatorios al expresidente, a la exvicepresidenta Joana Ortega y a la exconsejera Irene Rigau, realizados en la primera sesión del juicio sobre la consulta soberanista del 9-N, celebrada este lunes.

La política fue colocada en un banco del público que había sido reservado a la acusación popular y sus 'invitados', de tal manera que la cámara siempre la enfocaba mientras se sucedía la declaración de los tres procesados por supuesta prevaricación y desobediencia grave al Tribunal Constitucional.

Periodista, tertuliana y gran esperanza blanca de la derecha aznariana, “Cayetana” (así es conocida) recibió un trato privilegiado en la entrada al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJCat), donde unos malhumorados Mossos d’Esquadra reagrupaban a los periodistas acreditados para impedir que estuvieran cerca de la entrada de la sala, les impedían hacer fotos y frenaban su trabajo a base de inhibidores mientras la directora de Comunicación del TSJ, Lydia Garrido, con la ayuda de Mariona Planas se esmeraba por eliminar, una a una, las dificultades que surgían en esta vista histórica.

“Cayetana” entró sin pasar por el arco de detección de metales. En la espera para acceder a la sala de vistas, fue abordada por la directora de Comunicación del Consejo General del Poder Judicial de Carlos Lesmes, Cristina Ónega, quien le pidió que se agrupara con el resto de la prensa que esperaba para entrar. Explicó que acudía como invitada por la acusación popular y, mientras caminaban hacia la puerta de la sala donde estaba el resto de los ínvitados´ de la acusación, los Mossos obligaban a la prensa a gritos a arrinconarse en el lado contrario del salón de los pasos perdidos del Palacio de Justicia.

Ónega se había desplazado a Barcelona, con el apoyo de José Asenjo, su mano derecha, para supervisar la cobertura mediática de los 345 periodistas acreditados en esta vista, en la cual el edificio había amanecido rodeado de miles de manifestantes que apoyaban los acusados.

Lo sorprendente ocurrió al entrar en la sala de vistas, abarrotada de familiares y amigos de los procesados, algún alcalde con bastón de mando y periodistas. "Cayetana" y su acompañante tenían dos sitios reservados, justo a tiro de cámara, en la segunda fila del banquillo destinado al público, porque público era el juicio. Desde allí siguió el juicio junto a Arcadi Espada, y desde allí chupó cámara durante todos los interrogatorios. Su futuro político es incierto, mientras se realizan cábalas respecto a los pasos que vaya a dar tras el portazo que propinó José María Aznar al PP de Mariano Rajoy.

A la salida de la vista, "Cayetana" pudo sacar imágenes -y tuitear- con su móvil desde dentro del Palacio de Justicia hacia el exterior y con los tres acusados saludando a los concentrados. Nadie le dijo nada, a pesar de ser una fotografía terminantemente vedada por los Mossos a los periodistas. Al mismo tiempo, Arcadi Espada relataba desde su teléfono sus impresiones de la vista, en una aparente entrevista telefónica. Son las ventajas de haber sido 'invitado' por la acusación popular. La portavoz de Libres e Iguales confirmó así que algunos públicos son mas iguales que otros, como en Rebelión en la Granja de George Orwell.

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