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El conflicto sobre la reforma laboral anticipa un nuevo escenario en las relaciones entre el PSOE y Podemos

En la formación morada ven que el marcaje a Yolanda Díaz en las negociaciones de la reforma laboral apunta a que los socialistas van a pisar el acelerador para tratar de capitalizar el rédito de las leyes progresistas. 

Imagen del comienzo de la reunión de la Comisión Permanente de Coordinación entre PSOE y Unidas Podemos, a la que han acudido entre otros, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra (lado derecho de la mesa 3i); la secretaria de Estado de la Agen
Imagen de archivo de una reunión de la Comisión Permanente de Coordinación entre PSOE y Unidas Podemos. E.P./Óscar Cañas.

La batalla entre el PSOE y Unidas Podemos a cuenta de la reforma laboral ha dejado algunas lecturas para los partidos que conforman el Gobierno. La tensión que se ha vivido esta semana ha sido máxima, tanto que forzó una reunión de la mesa de coordinación de la coalición, un foro que no se reunía desde junio de 2020, para tratar de encauzar un conflicto que todavía no se ha  cerrado.

Aunque en Unidas Podemos están convencidos de que la discrepancia acerca de la reforma laboral es, fundamentalmente, sobre "contenidos", y sobre dos maneras de entender la economía y las relaciones laborales, en Podemos también creen que parte de lo que ha sucedido la pasada semana responde a un cambio de estrategia por parte del PSOE.

Desde el inicio de la legislatura, en el Ejecutivo de coalición han tenido lugar mil y una batallas que, casi siempre, han tenido que ver con compromisos firmados en el acuerdo entre los socialistas y Unidas Podemos: las subidas del salario mínimo, la ley de Vivienda y la regulación de los alquileres, el Ingreso Mínimo Vital...

Para la formación morada, todos estos conflictos han seguido un guion muy parecido, en el que el espacio confederal ha jugado el rol de "motor" de estas transformaciones (de corte social y progresista en la gran mayoría de los casos), y el PSOE el del partido que se resistía a los mismos.

Aunque lo habitual suele ser que en una coalición de gobierno sea el partido mayoritario (y el presidente) el que rentabiliza los avances, la oposición de los de Pedro Sánchez a muchas de estas normas (que finalmente han salido adelante) ha provocado, a juicio de Podemos, que los socialistas apenas hayan logrado "capitalizar" muchas de estas reformas.

En este sentido, creen que el conflicto de la reforma laboral supone el primer paso hacia un cambio de estrategia por parte de los de Sánchez que afecta a las relaciones entre ambos partidos. En primer lugar, consideran que la irrupción de Yolanda Díaz y la construcción de un proyecto que logre unir a la izquierda han encendido las alarmas en el PSOE, unas alarmas que se apoyarían también en los buenos datos demoscópicos de la vicepresidenta segunda.

Una reforma laboral 'suavizada'

De ahí que el conflicto de la reforma laboral, más allá de una discrepancia ideológica, responde, a su juicio, a un intento de los socialistas para "capitalizar" los avances en materia de protección de los trabajadores, a la vez que se intenta 'suavizar' la reforma a la que aspira la titular de Trabajo. 

La introducción de representantes de la Vicepresidencia económica y del Ministerio de Seguridad Social en la mesa de diálogo que aborda la reforma laboral (en la que Trabajo lleva negociando con patronales y sindicatos siete meses) supone para Podemos un autentico marcaje a Yolanda Díaz que trata de modificar a última hora un guion en el que la vicepresidenta segunda iba a capitalizar el rédito de las reformas.

Y esto, anticipan en la formación morada, no se va a quedar ahí. El conflicto de la reforma laboral podría ser el primer ejemplo de un cambio en las relaciones en el seno del Gobierno en el que el PSOE buscaría dejar menos margen de acción a Unidas Podemos, de cara a un ciclo electoral que inevitablemente forzará una competición entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

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