La cuenta atrás para las elecciones generales del 23 de julio ya ha comenzado. Quedan pocos días para la cita con las urnas. Las sensaciones en las filas del PSOE es que todavía "hay partido". Que se puede revalidar el Gobierno de coalición progresista liderado por Pedro Sánchez. Una opción que la gran mayoría de encuestas ven lejana.

Pero los socialistas manejan sus propios números. Cierto es que sus sondeos internos fallaron en muchos territorios el pasado 28 de mayo en las municipales y autonómicas. En aquellos comicios, no obstante, responsabilizan en parte a la caída del espacio a su izquierda, el de Unidas Podemos. La fortaleza de Sumar, liderado por Yolanda Díaz, volverá a ser clave en la disputa por el tercer y cuarto puesto con Vox. 

Los sondeos internos que manejan en la dirección socialista de Ferraz no reflejan una distancia insalvable entre los bloques de derecha e izquierda. Apuntan las fuentes consultadas por Público a que o PSOE o Sumar necesitan recuperar en la última semana de campaña electoral únicamente seis o siete escaños a PP o Vox indistintamente. 

En el PSOE señalan que si la suma de PSOE y Sumar llega a los 155 escaños (los mismos que se obtuvieron en 2019), se puede revalidar el Gobierno con los apoyos de investidura de otros grupos parlamentarios. Especialmente PNV, EH Bildu o ERC.

Cada escaño va a contar mucho con este panorama. En Ferraz apuntan a que si la suma de PP y Vox se queda en poco más de 160, no habría posibilidad de apoyos externos de otros grupos para favorecer un Gobierno conservador.

Solo las estimaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se acercan a estos números. Son la excepción, aunque, al menos antes del cara a cara entre Sánchez y Feijóo, la tendencia era de un acercamiento entre los bloques de derecha e izquierda.

El último estudio de Key Data para Público, del día 8 de julio, situaba al PP y Vox en 179 escaños, lo que supone una mayoría absoluta. Y a PSOE y Sumar en 136. Otros trackings diarios publicado en medios como El País (de la empresa 40Db), situaban el día 14 de julio a las dos fuerzas progresistas en 143 escaños y a PP y Vox en los 175. 

En las estimaciones de los socialistas destacan que hay varias circunscripciones como Cuenca, Lugo o Cantabria en las que el último escaños entre bloques se puede jugar por un puñado de 1.000 votos.

Por ello Sánchez decidió realizar este jueves un mitin en la capital cántabra, Santander. La elección, teniendo en cuenta la campaña atípica con muy pocos actos, no fue casual. Tampoco lo será el acto previsto en Lugo para el jueves 21, un día antes del cierre, que será en la ciudad madrileña, y simbólica para el PSOE, de Fuenlabrada.

No se descartan improvisaciones de algún otro acto adicional, aunque la apretada agenda deja pocos huecos. Sánchez pasará los días 17 y 18 en Bruselas con motivo de la Cumbre de la UE-CELAC. Antes sí mitineará en València y Barcelona el fin de semana. Entre medias todavía le quedan unas cuantas entrevistas que hacer y otras ya realizadas y que se tienen que emitir. 

Aparte de los datos, en el PSOE consideran que la imagen del debate a siete realizado el jueves en TVE fue mejor que la del lunes con el cara a cara. "La derecha y la ultraderecha han vuelto a reafirmar las alianzas que ya tienen en comunidades autónomas y ayuntamientos, y que repetirán en el gobierno de España si tienen oportunidad. Después de esta noche nadie duda de que Feijóo haría vicepresidente a Santiago Abascal", señalan en Ferraz.

Una nueva oportunidad relevante tendrá lugar el día 19 con un debate a tres en TVE entre Sánchez, Díaz y Abascal. No estará Feijóo porque no quiso, entre acusaciones de parcialidad al ente público.  

Consideran en el PSOE que los populares están "nerviosos". Por ello insisten en el asunto de la lista más votada. Y por eso intentan "embarrar" la campaña cuestionando la solvencia del voto por correo. "Van sin frenos, pero la ciudadanía se está dando cuenta", insisten en la dirección socialista.