Una negociación no se reduce exclusivamente a las conversaciones entre las partes para evaluar puntos de encuentro y diferencias. El contexto juega un papel fundamental y puede llegar a ser clave para el desenlace de las conversaciones.

La negociación para sacar adelante la reforma laboral en el Congreso es una buena prueba de ello, y en las últimas semanas tanto las formaciones contrarias, hoy por hoy, al decreto (ERC, PNV y EH Bildu) como el Gobierno han buscado allanar el camino más favorable a las posiciones que defiende cada uno.

Desde el principio, el Ejecutivo ha apelado a las "bondades" de la reforma y a que supone "una recuperación de los derechos para los trabajadores" con el objetivo de tratar de convencer a las formaciones del bloque de la investidura de la necesidad de que apoyen su aprobación en el Congreso.

En el lado contrario, los grupos que están en el 'no' han criticado la norma por considerarla insuficiente (Gabriel Rufián llegó a utilizar la palabra "maquillaje") y se han quejado de que el Gobierno no los ha tenido en cuenta en la negociación con patronales y sindicatos.

A 24 horas de la votación que tendrá lugar el jueves, Yolanda Díaz irá un paso más allá y tratará de elevar la presión sobre las formaciones más reticentes a apoyar la reforma laboral a través de una dinámica que se podría resumir en la popular frase de la ministra de "le voy a dar un dato".

Este miércoles los secretarios de Estado de Empleo y de Seguridad Social, Joaquín Pérez Rey e Israel Arroyo, presentarán los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social correspondientes al mes de enero. Más allá de que se esperan unos datos, en general, positivos (en línea con los de los últimos meses), se hará especial hincapié en unas cifras muy concretas: el aumento de la contratación indefinida.

El decreto de la reforma laboral entró en vigor al comienzo del año (al ser un decreto sus medidas se aplican desde la publicación de la norma en el BOE, salvo algunas excepciones contempladas en la ley para las que se establece un tiempo con el objetivo de que las empresas puedan adaptarse al nuevo marco de relaciones laborales). Este aumento de la contratación indefinida que se da a conocer este miércoles es para Trabajo un efecto directo de la aplicación de la reforma laboral durante todo el mes de enero (en el que muchos contratos temporales han pasado a ser indefinidos para cumplir con la nueva normativa).

Más País y Compromís se suman al 'sí' a la reforma laboral

En este sentido, se estaría apuntando a un doble objetivo: por un lado, el de poner en valor la utilidad de la reforma y su incidencia directa en la estabilidad en el empleo; por otro, el de desmontar el mensaje, trasladado por formaciones como ERC, de que esta norma es "maquillaje".

"Los que voten no a esa reforma están diciendo sí al marco de relaciones laborales del PP y pueden provocar que el viernes se levanten los trabajadores y las trabajadoras con menos derechos que los que tenían el día anterior. Mañana conocerán ustedes los datos de contratación y ya verán que van a ser positivos; los efectos que la reforma laboral está provocando ya son muy positivos y se van a llevar una sorpresa", aseguró este martes la propia vicepresidenta segunda antes de entrar a la sesión de control del Senado.

Pero esta no es la única baza que jugará Díaz en las horas previas a la votación del decreto. Este martes, la vicepresidenta ha logrado recabar los apoyos de Más País y Compromís a través de varios acuerdos en materia laboral (impulsar un plan de choque contra las jornadas laborales excesivas y establecer dentro de las estrategias de Trabajo un marco de colaboración sobre precariedad y salud mental).

Esos apoyos se suman a los de partidos como PRC, Teruel Existe, Nueva Canarias y Coalición Canaria, y junto a Ciudadanos (que apoyará la norma si no se cierra un acuerdo con ERC, PNV o EH Bildu) se sitúan alrededor de los 170 escaños, muy cerca de garantizar la aprobación. Buena parte de estas formaciones (todas salvo Cs y Coalición Canaria) forman parte del denominado bloque de la investidura, que va camino de partirse en la votación del jueves (aunque la mayoría de sus diputados provienen, precisamente, de los partidos que están en el 'no' al decreto).

Este miércoles, Díaz responderá en el Congreso a dos preguntas parlamentarias, de Teodoro García Egea (PP) y de Macarena Olona (Vox), acerca de la reforma laboral, dos de las formaciones que están en contra de la norma y que ya han avanzado su rechazo a la misma. Desde ambas partes se ha tratado de afear la aritmética parlamentaria en la que cada uno incluye al otro; ERC ha alertado sobre lo que supone que el Gobierno reciba los votos favorables de Ciudadanos, y el Ejecutivo ha recordado que estos tres grupos van a votar con el PP y con la ultraderecha.

Habrá que esperar para ver el tono de la ministra y si aprovecha estas preguntas para dirigirse de alguna manera a los socios del Ejecutivo reticentes a respaldar el decreto. El mensaje que lance puede resultar clave en la última jornada de una negociación que agotará su plazo en poco más de 24 horas.