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Feijóo, 365 días como líder de la oposición: De las "absolutas de Aznar y Rajoy" al "gobernaremos con lo que podamos"

Alberto Núñez Feijóo se convirtió en presidente del PP hace exactamente un año. La foto fija que señalan las encuestas es la de un PP con un liderazgo tan consolidado como su dependencia de Vox.

Feijóo
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una sesión plenaria en el Senado el pasado 29 de marzo. Gustavo Valiente / Europa Press

Las expectativas pueden convertir un éxito en fracaso y viceversa. Es una de las primeras lecciones en política y explica, por ejemplo, que el Partido Popular andaluz nunca levantase la liebre sobre la mayoría absoluta de Juanma Moreno que, dicen ahora, empezaron a oler días antes de las elecciones. Si aireaban sus predicciones y no se cumplían, aun con unos resultados extraordinarios, la lectura política y periodística tendría algo de derrota. Además, la gesta sería tan histórica —arrebatarle al PSOE su feudo con una absoluta en un país donde las absolutas ya son la excepción— que verbalizarlo era atrevido incluso a la interna. 

No le pasaba eso a Alberto Núñez Feijóo, que le tenía poco o ningún miedo a apuntar tan alto después de cuatro mayorías absolutas en Galicia que se fueron agrandando hasta la última, en 2019. La aprehensión al riesgo de las expectativas le llegó a Feijóo este año, tras pasar de presidente de la Xunta de Galicia a líder de la oposición. 

El viaje discursivo es evidente. El 1 de abril de 2022, hace exactamente un año, Feijóo se presentó ante su partido en el congreso extraordinario del que saldría coronado presidente del PP —una puesta en escena colectiva del PP, que ya le había señalado como sucesor de Pablo Casado cuando este todavía ocupaba la planta noble de Génova—. A Feijóo le tocaba presentar su hoja de ruta y se sirvió de su hoja de servicios: llegaba a Madrid para conseguir lo mismo que en Galicia: la absoluta.

"Daré todo de mí para que el PP vuelva a la mayoría absoluta de Aznar", aseguró Feijóo entonces. Absoluta era la palabra más repetida en el ya PP de Feijóo y el éxito de Moreno en Andalucía dos meses después sumió a los populares en una euforia colectiva que costaba comedir. Además, en julio el CIS pronosticó por primera vez la victoria de Núñez Feijóo en las generales con un 30,1% de intención de voto, casi un punto por encima del PSOE. Aunque el efecto Feijóo mostraba síntomas de agotamiento, Andalucía reanimó las expectativas de Génova, que encaró el verano triunfalista restando escaños para una mayoría absoluta.

Pero la verdadera carrera arrancaba en septiembre, con su liderazgo asentado y los competidores, a izquierda y derecha, en dinámica electoral. Así, en los últimos meses los populares han ido diluyendo las expectativas de la mayoría absoluta con las que el clan gallego —el equipo más cercano a Feijóo traído de Galicia que controla Génova— aterrizó en la política nacional. 

"Gobernaremos con lo que podamos"

Las absolutas se han convertido en mayorías "contundentes" o "absolutamente indiscutibles" en apenas diez meses, el tiempo que ha separado los dos grandes cónclaves populares del último año. El de Sevilla en abril de 2022 y la intermunicipal que se celebró en València este mes de febrero, un pistoletazo de salida a la campaña electoral del 28M. El éxito de Feijóo como líder de la oposición se mide en este momento en la capacidad de negociación que consiga Vox en las urnas. Una mayoría "absolutamente indiscutible", creen en Génova, le permitiría gobernar a Feijóo en solitario, sin un acuerdo de gobierno con la extrema derecha.

Aún así, el expresidente de la Xunta -que presume de haber sido un dique de contención a Vox en Galicia-, ha asumido que los pactos con el partido ultra de Santiago Abascal —como el de Castilla y León al que le dio el aval como presidente interno del PP— pueden volver a materializarse. "Gobernaremos con lo que podamos", resumían hace semanas fuentes de la dirección nacional del PP. Su primer examen de gobernabilidad será el próximo 28 de mayo, en las elecciones autonómicas y municipales a las que Génova daba hacer unos meses categoría de "primera vuelta", pero a las que también resta algo de trascendencia ahora. 

En este momento todos los sondeos, salvo el CIS, sitúan a Feijóo como ganador de las elecciones generales, pero necesitaría sumar con Vox para gobernar. La foto fija que señalan las encuestas es la de un PP con un liderazgo tan consolidado como su dependencia de la extrema derecha. Por eso en el discurso de los populares ya se van dibujando los pactos.

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