Pedro Sánchez llegó al desfile del 12 de octubre, celebrado este miércoles, más tarde que los reyes, una situación que ha sido criticada por la falta del presidente del Gobierno al protocolo. Sin embargo, puestos a hablar de protocolo, el de Sánchez es un 'borrón' más en un protocolo que todos los líderes del Ejecutivo, los ministros, e incluso los monarcas se han saltado en alguna ocasión con diferentes motivos.

En 1997 los Clinton visitaron Mallorca en una reunión que se presuponía de jefes de Estado; sin embargo, aunque José María Aznar no lo era, se sumó junto a su mujer, Ana Botella, a este encuentro en contra del criterio de la Casa Blanca, según recoge el libro El rey de la democracia en el capítulo titulado El primer embajador de la democracia, escrito por Charles Powell.

En 1999 Aznar invitó a Jacques Chirac y a su mujer a Córdoba y Granada, una visita en la que no incluyó a Juan Carlos I y a Sofía de Grecia, bajo el pretexto de que se trataba de una visita privada.

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy también faltó al protocolo cuando en junio de 2014 colocó a su esposa como segunda autoridad del Estado en la firma de la abdicación de Juan Carlos I como rey en favor de su hijo, Felipe VI.

José Luis Rodríguez Zapatero tuvo su propia falta al protocolo también durante la celebración de un 12 de octubre. El expresidente saludó a los reyes en el desfile militar y, posteriormente, se quedó en la denominada línea de saludo, reservada a los monarcas. Este mismo error lo volvieron a cometer Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, en octubre de 2018, aunque a diferencia de lo que sucedió con Zapatero, al actual presidente los servicios de Protocolo de Casa Real le avisaron de que ese no era su lugar.

Los presidentes no son los únicos que han faltado en alguna ocasión al protocolo, sino que la propia Casa Real tiene sus propios episodios en esta materia. Conviene recordar que en España no existe protocolo de Corte, sino protocolo de Estado, establecido en el Real Decreto 2099/83, de 4 de agosto, donde se regula el orden de las autoridades, que fue reformado desde la abdicación de Juan Carlos I.

El rey emérito habló más de la cuenta durante la entrega del Premio Cervantes a Juan Marsé en 2008. El monarca inició su discurso cuando debía de dar paso a la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Más allá del protocolo propiamente dicho, también han tenido lugar salidas de tono, lapsus y errores cometidos por las principales autoridades del Estado. El "por qué no te callas" de Juan Carlos I a Hugo Chávez, presidente de Venezuela, en la XVII Cumbre Iberoamericana celebrada en noviembre de 2007 en Chile.

Una de las más sonadas fue la de Federico Trillo, exministro de Exteriores, en 2003. El dirigente se encontraba realizando una visita a los destacamentos de varios países en Irak, y pronunció un discurso ante soldados de El Salvador. Trillo finalizó su intervención con un "¡Viva Honduras!". Él mismo advirtió su error y avanzó que "la prensa dará buena cuenta de ello".