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La izquierda estatal reduce su presencia en el Parlamento vasco a un escaño de Sumar

EH Bildu concentra casi todo el voto de la izquierda alternativa. Elkarrekin Podemos desaparece del Parlamento y Sumar logra 'in extremis' un escaño por Araba tras una intensa batalla con el PNV en la que por momentos se quedó fuera.

Alba García, Yolanda Díaz
La candidata de Sumar a la Lehendakaritza, Alba García, y la líder del partido, Yolanda Díaz, durante un acto electoral. L. Rico / EFE

Las elecciones que se han celebrado este domingo en Euskadi dejan un mapa completamente distinto para la denominada izquierda alternativa en el territorio. Si los comicios son un reparto de cartas para comenzar una nueva partida en el tapete político, EH Bildu se las ha llevado todas menos una, dejando a Sumar con una mano de una sola carta y a Elkarrekin Podemos, fuera de la partida.

Este espacio contará a partir de ahora y durante la próxima legislatura con un solo escaño, el de Sumar, que ni siquiera será ocupado por su candidata a la Lehendakaritza, Alba García, ya que el cabeza de lista por Araba, circunscripción en la que han logrado el asiento, es Jon Hernández, dirigente de Ezker Anitza y secretario general del Partido Comunista de Euskadi.

Sumar ha logrado este escaño después de una intensa y larga batalla con el PNV voto a voto. No fue hasta que el recuento superó el 50% cuando los de García obtuvieron el asiento, y durante varios momentos lo perdieron a favor de los nacionalistas; ese escaño estuvo "bailando" hasta prácticamente el final, cuando se distanciaron de manera notable del PNV.

Con más del 98% de los votos escrutados, Sumar había obtenido casi 35.000 sufragios, muy lejos de los 72.000 que Elkarrekin Podemos cosechó en las elecciones de 2020. En cualquier caso, el espacio retrocede de manera notable, porque si a los votos de Sumar se añaden los recibidos este domingo por los de Miren Gorrotxategi (algo más de 23.000), la suma se queda unos 13.000 votos por debajo de los resultados logrados por Elkarrekin Podemos hace cuatro años.

Además, en 2020 este espacio obtuvo seis escaños gracias a esos 72.000 votos, mientras que ahora los 58.000 sufragios que han obtenido Sumar y Elkarrekin se han materializado en un solo escaño, por lo que hay 37.000 "votos perdidos" a la hora de convertirlos en asientos en el Parlamento.

En este bloque la coalición conformada por el partido morado y por Alianza Verde es la mayor damnificada, ya que se ha quedado fuera del Parlamento vasco después de un recuento en el que no ha tenido opciones de obtener un escaño en ninguna de las tres provincias vascas.

Una campaña con poco peso de los ministros de Sumar

Desde el anuncio de la convocatoria electoral, en Sumar daban por garantizada su presencia en el Parlamento vasco, y señalaban que la incógnita residía en el número de escaños que podrían obtener. A diferencia de lo que sucedió en los comicios gallegos, los ministros de la coalición no han tenido una presencia notable en la campaña, especialmente durante la última semana (sólo acudió a Euskadi el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, al acto de cierre).

Díaz y el resto de ministros arroparon a García en actos sectoriales durante la primera semana (de feminismos, en el aniversario de la Segunda República...), pero en los últimos días apenas hubo presencia de dirigentes estatales.

El objetivo para Sumar era disputar un doble voto: el de la ciudadanía de la izquierda alternativa no independentista, con Podemos, por un lado; y el voto frontera que, según trasladaban los de Díaz, compartían con el PSE. "Quiero hacer un llamamiento a las gentes de izquierdas en Euskadi: no podemos perder ni un solo voto, el voto a la izquierda no nacionalista tiene que ser para Sumar", pidió la propia García el pasado viernes con el objetivo de concentrar el voto progresista en su candidatura.

Sin embargo, aunque han logrado un escaño, este objetivo no se ha cumplido, ya que la dispersión del voto entre las diferentes candidaturas de la izquierda alternativa ha sido evidente, y parece que se ha producido una importante fuga de votos de este espacio hacia EH Bildu, lo que ha provocado un retroceso importante de este bloque.

Sumar pide un Gobierno de izquierdas para Euskadi

García valoró los resultados en una comparecencia en la que destacó que las formaciones de izquierdas tienen mayoría en el Parlamento, por lo que "el próximo Gobierno debería de ser progresista". Otro de los objetivos de Sumar era ser determinante para decantar el próximo ejecutivo, pero el PNV y el PSE suman los escaños suficientes para tener una mayoría absoluta y no necesitarían a los de García en ningún caso.

Sumar y Elkarrekin hicieron llamamientos a concentrar el voto de izquierdas en sus candidaturas

Durante la última semana de campaña electoral también Elkarrekin Podemos se había centrado en apelar a su marca para tratar de aglutinar el voto que en las anteriores elecciones les había dado seis escaños. En el mitin de cierre, Elkarrekin Podemos hizo un llamamiento a la ciudadanía vasca progresista para que depositaran su papeleta en las urnas, "la original, no la copia", en referencia a la candidatura de Sumar.

Desde la convocatoria de las elecciones, en la formación morada confiaban en que la consolidación de su marca y el conocimiento de su candidata por parte de la ciudadanía iban a ser dos elementos fundamentales en la competición con los de Alba García para granjearse los votos de la izquierda no independentista.

Tampoco Elkarrekin ha logrado sus objetivos, y el varapalo ha sido importante para una formación que ha llegado a tener en Euskadi uno de sus principales fortines (en 2016 los de Pablo Iglesias fueron la organización más votada en las generales, por delante del PNV).

La encargada de valorar los resultados de la candidatura ha sido Pilar Garrido, secretaria general de Podemos Euskadi: "Elkarrekin Podemos Alianza Verde ha obtenido unos malos resultados, no hay que negarlo. No hemos conseguido llegar a obtener la confianza que queríamos para seguir empujando nuestro proyecto, pero también sabemos que hay que saber perder", ha defendido.

La dirigente vasca ha avanzado que "el camino no acaba aquí" porque la formación morada tiene "muchos concejales y concejalas en ayuntamientos, y nuestro voto va a ser importante para pelear derechos. Estamos en las instituciones y también vamos a estar en las calles para que dentro de poco nuestro espacio sea más fuerte", ha concluido.

El nuevo mapa político vasco tras las elecciones autonómicas deja al espacio de la izquierda alternativa no nacionalista con un solo escaño que no será decisivo para la gobernabilidad y en un escenario en el que EH Bildu es la fuerza progresista hegemónica.

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